▼atrapados en la nieve (joe y tu)hot(adaptacion)▼
andyg- Asistente Novato(a)
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Fecha de nacimiento : 29/07/1995
Fecha de inscripción : 31/10/2009
Edad : 29
Localización : en el maravilloso pais de jobroslandia...♥♥♥
Sipnosis
Joseph es casi un nerd, o eso es lo que su mejor amiga ________, siempre dice, simplemente porque él es un tipo inteligente. Él es un prometedor hombre de negocios, decidido a llegar lejos rápidamente y es totalmente opuesto a la divertida ________. Lamentablemente para él, __________ siempre lo ha visto como su mejor amigo y nunca como un potencial amante.
________ ama las fiestas y los coqueteos. En la escuela secundaria ella era la directora de las porristas y la reina del baile de gala. Los hombres siempre pulularon alrededor de ella, pero nunca encontró al Sr. Correcto.
A ella le encanta tener a Joe como amigo, porque él es totalmente seguro. Su amigo no tiene un solo hueso sexualmente agresivo en su cuerpo. O eso es lo que _________ piensa, hasta que su viaje a casa sale mal y ellos terminan atrapados por la nieve en una cabaña aislada.
Joseph es casi un nerd, o eso es lo que su mejor amiga ________, siempre dice, simplemente porque él es un tipo inteligente. Él es un prometedor hombre de negocios, decidido a llegar lejos rápidamente y es totalmente opuesto a la divertida ________. Lamentablemente para él, __________ siempre lo ha visto como su mejor amigo y nunca como un potencial amante.
________ ama las fiestas y los coqueteos. En la escuela secundaria ella era la directora de las porristas y la reina del baile de gala. Los hombres siempre pulularon alrededor de ella, pero nunca encontró al Sr. Correcto.
A ella le encanta tener a Joe como amigo, porque él es totalmente seguro. Su amigo no tiene un solo hueso sexualmente agresivo en su cuerpo. O eso es lo que _________ piensa, hasta que su viaje a casa sale mal y ellos terminan atrapados por la nieve en una cabaña aislada.
Re: ▼atrapados en la nieve (joe y tu)hot(adaptacion)▼
sigue,sigue.
Estuvo super el cap hot.
Estuvo super el cap hot.
woow me encantoo siguela cuanto antes!!
Les dejo niñas Solo faltan dos capitulos más y termina, que lo disfruten! y gracias por los coments!
CAPÍTULO 6
Joe la abrazó, su cuerpo encendido. _________ era increíble, tan ardiente y tan sexy como siempre había soñado. Excitado, apretó el cuerpo femenino mientras escuchaba el sonido de su respiración volviendo a la normalidad poco a poco. Con ternura, apartó el pelo de su cara y la besó la frente.
-Duerme -dijo en voz baja, su cuerpo aún temblando de deseo, pero su corazón y su alma contentos.
-Pero...
-Calla. No pasa nada -la interrumpió él-. No llevo nada conmigo y no podemos arriesgarnos -añadió, sabiendo lo que ella iba a decir-. Lo último que necesitas es quedar embarazada.
"De mí, de un hombre que es solo tu amigo".
Levantando la cara, con una mano sobre su corazón, __________ lo miró con aquellos hermosos ojos azules.
-Pero yo podría...
Joe cerró los ojos, luchando contra el deseo de decir que sí.
-Estoy bien -mintió, besándola de nuevo en la frente-. Es tarde, sigue nevando y seguro que mañana hará mucho frío. Además, te duele el hombro. No es un buen momento.
_________ parecía sentirse culpable y eso hizo que la amase aún más. Para tranquilizarla, la apretó suavemente contra su pecho, intentando no hacerle daño.
-De verdad, estoy bien. Y ahora duérmete, ¿de acuerdo? Yo te abrazaré y así estaremos calentitos.
Ella apoyó la cabeza sobre su pecho, suspirando.
-Eres maravilloso, Joe -dijo en voz baja-. Es increíble que no me haya dado cuenta.
Unos minutos después, se quedaba dormida, su aliento calentando el pecho del hombre.
Joe se quedó mirando una telaraña. No podía dormir, la indecisión del futuro lo mantenía despierto. ¿Aquello interferiría en su relación? ¿Se despertaría ____________ avergonzada, inventando excusas para lo que había pasado? ¿Se portaría con timidez?
¿Pediría más?
Cuando por fin se quedó dormido, fue con la convicción de que no la dejaría apartarse de él y tampoco dejaría que lo usara. Aquello sería algo más en toda una vida de experiencias compartidas. Eran amigos y quería asegurarse de que seguían siéndolo siempre.
Cuando abrió los ojos, la cruda luz del sol reflejando la nieve recién caída cegó a Joe. Tenía la manta encima, incluso lo habían arropado, pero _________ no estaba en la cama. Apoyándose en un codo, la vio sentada cerca de la estufa, con los pantalones y los calcetines puestos, los pies apoyados sobre la mesa. Estaba leyendo una carta.
Su carta.
-¿Qué demonios estás haciendo?
Ella lo miró, sonriendo. Y después, se acercó a la cama. Sin un gramo de pudor o inseguridad, se inclinó y le dio un beso en los labios.
-Buenos días -dijo, guiñándole un ojo-. Joe
Él se apartó, sorprendido por el beso
-Esa carta es mía.
Ella movió el papel.
-Sí, es verdad. Lo siento. Estaba buscando calcetines en tu maleta y me encontré esto. Espero que me perdones, pero estoy celosa. Joe, ¿qué significa esta mujer para ti?
Joe se la quitó de las manos.
-No me importa que me quites los calcetines, pero esto no es asunto tuyo.
__________ asintió, mirándolo a los ojos.
-Lo sé, pero la he leído y ahora me muero por saberlo. ¿Es tu novia? ¿Es alguien importante para ti?
La pregunta que no había hecho era: "¿Yo soy importante para ti?". Pero Joe prefirió ignorarla por el momento. Irritado, se sentó en la cama, temblando de frío. __________ corrió hacia la silla para buscar la camisa.
-Me he comido una de tus asquerosas barritas energéticas y, como no hay agua, he puesto nieve en un cubo en el baño por si quieres... ya sabes.
Estaba tan guapa como siempre y se portaba como siempre. Era él quien actuaba de forma extraña, mirándola como si la viera por primera vez.
Sin decir nada, Joe se puso la camisa y saltó de la cama para ponerse los vaqueros.
__________ lo miraba con una expresión tan ansiosa que su erección matinal era diez veces peor de lo normal. Para disimular, entró en el cuarto de baño sin decir nada.
Cuando salió, le esperaba una taza de café.
-He puesto el café del termo sobre la estufa. Está tan fuerte que mataría a un oso, pero después de lo de anoche... yo no sé tú, pero a mí me viene bien la cafeína.
Joe se tomó el café de un trago. Después, con los pies helados, se sentó en la cama y buscó unos calcetines en la maleta.
-¿Qué tal el hombro?
-Mejor.
-¿Y la cabeza?
-Me duele un poco. Eso es lo que me despertó. Eso y tu cuerpo desnudo a mi lado. No estoy acostumbrada a despertarme con hombres desnudos.
Joe lo pensó un momento antes de contestar. Sería mejor no hacerlo.
-¿Seguro que no te duele el hombro?
-Bueno, está un poco hinchado, pero me he tomado una aspirina y ya no me duele.
Él dio un golpecito sobre la cama.
-Ven aquí. Voy a mirar ese hematoma.
_________ obedeció a toda prisa, sentándose a su lado y bajándose el hombro del jersey, como si le pareciera lo más divertido del mundo.
-Entonces, ¿quién es ella, Joe?
Sus ojos se encontraron, a solo unos centímetros de distancia.
-Tienes un buen hematoma. Pero no está muy hinchado.
-¿Vas a hablarme de ella o no?
-No es asunto tuyo, _________.
-Después de lo de anoche...
-Lo de anoche fue un error y tú lo sabes -la interrumpió él, con los ojos oscurecidos-. Somos amigos y no quiero estropear eso.
-¿Por qué va a estropear nuestra amistad que yo te quiera?
Joe contuvo el aliento. Aquellas palabras dolían. Mucho.
-Me quieres como amigo.
-Te quiero. Punto. Pero no me había dado cuenta hasta anoche.
-¿Por qué? ¿Porque tuviste un orgasmo? -preguntó él. ________ se quedó boquiabierta. Le daba igual. Que se acostumbrase a su franqueza si quería seguir hablando del asunto-. Cualquier otro hombre se habría ofrecido a hacer lo mismo.
Ella estaba tan inmóvil que casi parecía haber dejado de respirar.
-Yo no habría hecho eso con otro hombre.
-¿Ah, no? ¿Y los tíos con los que sales? ¿Son relaciones platónicas?
-Claro que no. Pero tampoco me acuesto con cualquiera.
-No nos hemos "acostado" literalmente. Fue... un momento raro y lo solucionamos como pudimos.
_________ lo miró como si le hubiera dado una bofetada.
-¿Que yo te quiera es algo raro? ¿Estabas "solucionando" una situación incómoda?
-Maldita sea -masculló Joe, levantándose. Solo llevaba despierto cinco minutos y ella lo bombardeaba con cosas que no entendía, pidiendo respuestas que no podía darle-. No es eso y tú lo sabes. _________... tú eres muy importante para mí.
-Y no querías que sufriera, ¿no? Así que lo hiciste porque te daba pena.
-¡No pongas palabras en mi boca! Mira... sí, salgo con otras mujeres. . Y que tú me consideres un ser asexuado, no significa que las demás mujeres me vean así. A mí me gusta el sexo como a todo el mundo... igual que a ti.
_________, que tenía la boca abierta, la cerró inmediatamente. Pero no parecía haber escuchado ni la mitad de lo que había dicho.
-¿Es importante para ti? -insistió. Cuando Joe la miró sin entender, ella dejó escapar un suspiro-. La mujer que te escribió esa carta dice que quiere volver a verte, que eres estupendo... Eso es verdad, pero tengo que saberlo... ¿Estás saliendo con ella?
__________ podía ser una mujer exasperante.
-¿Sigues con eso?
-Por supuesto. Tengo derecho a saber.
Joe no podía decirle que el deseo sexual más básico lo llevaba a salir con mujeres, pero que ella era la dueña de su corazón.
-Salgo con mujeres, cariño. ¿Eso es lo que quieres saber? No me gusta acostarme con cualquiera y no me enamoro de nadie. Busco mujeres que quieran lo mismo que yo... satisfacción, placer, unas risas. Y si se ponen serias -dijo entonces, señalando la carta- les digo adiós.
________ dejó escapar un suspiro, aliviada a pesar de aquellas crudas palabras.
-Menos mal.
-He traído esta carta porque voy a escribirle para decir que no podemos seguir viéndonos.
-La pobre se morirá de pena.
Él soltó una risita.
-No creas. Solo es una cuestión de orgullo herido.
-Cualquier mujer se moriría de pena si te perdiera -dijo entonces _________, acariciando su cara-. Yo me moriría de pena.
Allí estaba, tan guapa como siempre, un poco despeinada, con los gruesos calcetines escondiendo sus piececitos. Parecía sincera y si no la conociera tan bien, se lo tragaría. La increíble tentación y la necesidad de esconder sus sentimientos lo ponían furioso.
-Mira, __________, no quiero que me uses solo porque soy el único que tienes a mano en este momento. Estás acostumbrada a tener docenas de hombres a tu alrededor, suplicando tus favores...
-¡Eso es mentira! -exclamó ella, asombrada.
-Es verdad. ¿Con cuántos estás saliendo ahora mismo? ¿Cuatro, cinco? Chascas los dedos y ellos acuden corriendo. Pues lo siento, pero yo no. Yo no soy uno más.
_________ apretó los puños.
-Desde anoche no estoy saliendo con nadie -gritó, furiosa-. Y solo te quiero a ti.
Joe negó con la cabeza.
-Pues lo siento, cielo. Porque seguramente yo soy el único hombre al que no puedes tener.
CAPÍTULO 6
Joe la abrazó, su cuerpo encendido. _________ era increíble, tan ardiente y tan sexy como siempre había soñado. Excitado, apretó el cuerpo femenino mientras escuchaba el sonido de su respiración volviendo a la normalidad poco a poco. Con ternura, apartó el pelo de su cara y la besó la frente.
-Duerme -dijo en voz baja, su cuerpo aún temblando de deseo, pero su corazón y su alma contentos.
-Pero...
-Calla. No pasa nada -la interrumpió él-. No llevo nada conmigo y no podemos arriesgarnos -añadió, sabiendo lo que ella iba a decir-. Lo último que necesitas es quedar embarazada.
"De mí, de un hombre que es solo tu amigo".
Levantando la cara, con una mano sobre su corazón, __________ lo miró con aquellos hermosos ojos azules.
-Pero yo podría...
Joe cerró los ojos, luchando contra el deseo de decir que sí.
-Estoy bien -mintió, besándola de nuevo en la frente-. Es tarde, sigue nevando y seguro que mañana hará mucho frío. Además, te duele el hombro. No es un buen momento.
_________ parecía sentirse culpable y eso hizo que la amase aún más. Para tranquilizarla, la apretó suavemente contra su pecho, intentando no hacerle daño.
-De verdad, estoy bien. Y ahora duérmete, ¿de acuerdo? Yo te abrazaré y así estaremos calentitos.
Ella apoyó la cabeza sobre su pecho, suspirando.
-Eres maravilloso, Joe -dijo en voz baja-. Es increíble que no me haya dado cuenta.
Unos minutos después, se quedaba dormida, su aliento calentando el pecho del hombre.
Joe se quedó mirando una telaraña. No podía dormir, la indecisión del futuro lo mantenía despierto. ¿Aquello interferiría en su relación? ¿Se despertaría ____________ avergonzada, inventando excusas para lo que había pasado? ¿Se portaría con timidez?
¿Pediría más?
Cuando por fin se quedó dormido, fue con la convicción de que no la dejaría apartarse de él y tampoco dejaría que lo usara. Aquello sería algo más en toda una vida de experiencias compartidas. Eran amigos y quería asegurarse de que seguían siéndolo siempre.
Cuando abrió los ojos, la cruda luz del sol reflejando la nieve recién caída cegó a Joe. Tenía la manta encima, incluso lo habían arropado, pero _________ no estaba en la cama. Apoyándose en un codo, la vio sentada cerca de la estufa, con los pantalones y los calcetines puestos, los pies apoyados sobre la mesa. Estaba leyendo una carta.
Su carta.
-¿Qué demonios estás haciendo?
Ella lo miró, sonriendo. Y después, se acercó a la cama. Sin un gramo de pudor o inseguridad, se inclinó y le dio un beso en los labios.
-Buenos días -dijo, guiñándole un ojo-. Joe
Él se apartó, sorprendido por el beso
-Esa carta es mía.
Ella movió el papel.
-Sí, es verdad. Lo siento. Estaba buscando calcetines en tu maleta y me encontré esto. Espero que me perdones, pero estoy celosa. Joe, ¿qué significa esta mujer para ti?
Joe se la quitó de las manos.
-No me importa que me quites los calcetines, pero esto no es asunto tuyo.
__________ asintió, mirándolo a los ojos.
-Lo sé, pero la he leído y ahora me muero por saberlo. ¿Es tu novia? ¿Es alguien importante para ti?
La pregunta que no había hecho era: "¿Yo soy importante para ti?". Pero Joe prefirió ignorarla por el momento. Irritado, se sentó en la cama, temblando de frío. __________ corrió hacia la silla para buscar la camisa.
-Me he comido una de tus asquerosas barritas energéticas y, como no hay agua, he puesto nieve en un cubo en el baño por si quieres... ya sabes.
Estaba tan guapa como siempre y se portaba como siempre. Era él quien actuaba de forma extraña, mirándola como si la viera por primera vez.
Sin decir nada, Joe se puso la camisa y saltó de la cama para ponerse los vaqueros.
__________ lo miraba con una expresión tan ansiosa que su erección matinal era diez veces peor de lo normal. Para disimular, entró en el cuarto de baño sin decir nada.
Cuando salió, le esperaba una taza de café.
-He puesto el café del termo sobre la estufa. Está tan fuerte que mataría a un oso, pero después de lo de anoche... yo no sé tú, pero a mí me viene bien la cafeína.
Joe se tomó el café de un trago. Después, con los pies helados, se sentó en la cama y buscó unos calcetines en la maleta.
-¿Qué tal el hombro?
-Mejor.
-¿Y la cabeza?
-Me duele un poco. Eso es lo que me despertó. Eso y tu cuerpo desnudo a mi lado. No estoy acostumbrada a despertarme con hombres desnudos.
Joe lo pensó un momento antes de contestar. Sería mejor no hacerlo.
-¿Seguro que no te duele el hombro?
-Bueno, está un poco hinchado, pero me he tomado una aspirina y ya no me duele.
Él dio un golpecito sobre la cama.
-Ven aquí. Voy a mirar ese hematoma.
_________ obedeció a toda prisa, sentándose a su lado y bajándose el hombro del jersey, como si le pareciera lo más divertido del mundo.
-Entonces, ¿quién es ella, Joe?
Sus ojos se encontraron, a solo unos centímetros de distancia.
-Tienes un buen hematoma. Pero no está muy hinchado.
-¿Vas a hablarme de ella o no?
-No es asunto tuyo, _________.
-Después de lo de anoche...
-Lo de anoche fue un error y tú lo sabes -la interrumpió él, con los ojos oscurecidos-. Somos amigos y no quiero estropear eso.
-¿Por qué va a estropear nuestra amistad que yo te quiera?
Joe contuvo el aliento. Aquellas palabras dolían. Mucho.
-Me quieres como amigo.
-Te quiero. Punto. Pero no me había dado cuenta hasta anoche.
-¿Por qué? ¿Porque tuviste un orgasmo? -preguntó él. ________ se quedó boquiabierta. Le daba igual. Que se acostumbrase a su franqueza si quería seguir hablando del asunto-. Cualquier otro hombre se habría ofrecido a hacer lo mismo.
Ella estaba tan inmóvil que casi parecía haber dejado de respirar.
-Yo no habría hecho eso con otro hombre.
-¿Ah, no? ¿Y los tíos con los que sales? ¿Son relaciones platónicas?
-Claro que no. Pero tampoco me acuesto con cualquiera.
-No nos hemos "acostado" literalmente. Fue... un momento raro y lo solucionamos como pudimos.
_________ lo miró como si le hubiera dado una bofetada.
-¿Que yo te quiera es algo raro? ¿Estabas "solucionando" una situación incómoda?
-Maldita sea -masculló Joe, levantándose. Solo llevaba despierto cinco minutos y ella lo bombardeaba con cosas que no entendía, pidiendo respuestas que no podía darle-. No es eso y tú lo sabes. _________... tú eres muy importante para mí.
-Y no querías que sufriera, ¿no? Así que lo hiciste porque te daba pena.
-¡No pongas palabras en mi boca! Mira... sí, salgo con otras mujeres. . Y que tú me consideres un ser asexuado, no significa que las demás mujeres me vean así. A mí me gusta el sexo como a todo el mundo... igual que a ti.
_________, que tenía la boca abierta, la cerró inmediatamente. Pero no parecía haber escuchado ni la mitad de lo que había dicho.
-¿Es importante para ti? -insistió. Cuando Joe la miró sin entender, ella dejó escapar un suspiro-. La mujer que te escribió esa carta dice que quiere volver a verte, que eres estupendo... Eso es verdad, pero tengo que saberlo... ¿Estás saliendo con ella?
__________ podía ser una mujer exasperante.
-¿Sigues con eso?
-Por supuesto. Tengo derecho a saber.
Joe no podía decirle que el deseo sexual más básico lo llevaba a salir con mujeres, pero que ella era la dueña de su corazón.
-Salgo con mujeres, cariño. ¿Eso es lo que quieres saber? No me gusta acostarme con cualquiera y no me enamoro de nadie. Busco mujeres que quieran lo mismo que yo... satisfacción, placer, unas risas. Y si se ponen serias -dijo entonces, señalando la carta- les digo adiós.
________ dejó escapar un suspiro, aliviada a pesar de aquellas crudas palabras.
-Menos mal.
-He traído esta carta porque voy a escribirle para decir que no podemos seguir viéndonos.
-La pobre se morirá de pena.
Él soltó una risita.
-No creas. Solo es una cuestión de orgullo herido.
-Cualquier mujer se moriría de pena si te perdiera -dijo entonces _________, acariciando su cara-. Yo me moriría de pena.
Allí estaba, tan guapa como siempre, un poco despeinada, con los gruesos calcetines escondiendo sus piececitos. Parecía sincera y si no la conociera tan bien, se lo tragaría. La increíble tentación y la necesidad de esconder sus sentimientos lo ponían furioso.
-Mira, __________, no quiero que me uses solo porque soy el único que tienes a mano en este momento. Estás acostumbrada a tener docenas de hombres a tu alrededor, suplicando tus favores...
-¡Eso es mentira! -exclamó ella, asombrada.
-Es verdad. ¿Con cuántos estás saliendo ahora mismo? ¿Cuatro, cinco? Chascas los dedos y ellos acuden corriendo. Pues lo siento, pero yo no. Yo no soy uno más.
_________ apretó los puños.
-Desde anoche no estoy saliendo con nadie -gritó, furiosa-. Y solo te quiero a ti.
Joe negó con la cabeza.
-Pues lo siento, cielo. Porque seguramente yo soy el único hombre al que no puedes tener.
SIGUEE OMG!! SIGUEE!
amiga siga!!!!!!!!!!!!
Omg siguela pero como se va a acabar tan rapido.
Ahhh!!!
niña sube
Cap rapiiidO...
niña sube
Cap rapiiidO...
aww amo esta nove!!
Sigueeeee! Sigueeeee! Sigueeeee!
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SSIGUEEE PLEASEEE! OMG TU ME KIRE MATARR!
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hola disculpen el retraso
CAPÍTULO 7
________ observó a Joe abrir la puerta de un tirón para buscar más leña. La camisa blanca se ajustaba tanto a su anchísima espalda que parecía a punto de estallar.
La nieve entró en la cabaña al abrir la puerta, haciéndola temblar de frío y de deseo al mismo tiempo. Joseph... Joe, era un semental. Un hombre sexy como el pecado y guapísimo de la muerte. Si se combinaba eso con sus otras cualidades, las cosas que siempre le habían gustado de él, como su gran corazón, su lealtad y su ternura... no tenía una oportunidad. Su corazón latía de amor no correspondido.
Aquella mañana, Joe tenía el pelo de punta. La sombra de barba oscurecía su mentón y su olor a hombre era casi demasiado para ella. Hubiera querido apretarse contra él, olerlo y comérselo.
Había estado ciega hasta entonces, pero acababa de descubrir por qué salía con tantos hombres y por qué ninguno la satisfacía: porque siempre estuvo enamorada de Joseph Jonas. Ahora y siempre, sexual y sentimentalmente. De cualquier forma posible.
Él pensaba que era una coqueta, una frívola. Y, la verdad, no podía culparlo.
-Deja de mirarme -dijo él, echando leña en la estufa.
-No puedo evitarlo -replicó _________, sinceramente-. Que sepas que estoy aquí, sintiendo cómo cambia mi vida.
Joe se cruzó de brazos.
-¿No me digas?
-Estoy pensando cosas muy profundas -le aseguró ella-. No es fácil admitir que una ha sido una idiota total durante años y años.
-Eso es ridículo, _________ -suspiró Joe, pasándose la mano por el pelo. Después, se puso en cuclillas para mirarla a los ojos-. Cariño, somos amigos. Muy buenos amigos. Lo que pasa es que estás confundiendo las cosas a causa de la situación. Estamos solos, atrapados por la nieve...
¿De verdad pensaba que era tan tonta?
-No. Lo que pasa es que te veo por primera vez y, por primera vez, compruebo cuál es mi reacción ante ti como hombre -replicó ella-. Lo digo en serio, Joe. Como tú, a mí no me gusta acostarme con todo el mundo. Sí, he tenido muchas relaciones, pero eso es porque estaba buscando algo que no podía encontrar, algo que acabo de descubrir.
Joe se puso de pie.
-No quiero oírlo.
-Pues te aguantas -replicó ella, levantándose a su vez. Pero como era mucho más bajita se subió a la cama para mirarlo a los ojos-. Te quiero. No solo como amigo, sino de todas las formas posibles. Ningún otro hombre podía convencerme del todo porque no eras tú. Y nunca pensé en ti porque, como tú mismo has dicho, nunca he querido verte como lo que eras.
-Un hombre.
-Eso es. Al menos, no como un hombre con el que podría acostarme.
Él sacudió la cabeza.
-Que te acariciase anoche no significa que yo sea el hombre perfecto para ti.
Furiosa, _________ le dio un puñetazo en el hombro.
-¡No es solo eso! Eso ha sido lo que me ha quitado la venda de los ojos, pero incluso antes... había empezado a verte de otra forma. Cuando atropellamos al ciervo, cuando me curaste el hombro... Yo siempre te había admirado como persona y no puedo decir eso de todos los hombres. De lo que no me había dado cuenta era de la atracción que sentía por ti y eso era porque nos conocemos hace tanto tiempo que solo nos veíamos como amigos.
-¡Habla por ti misma! -exclamó él entonces-. A mí me has gustado desde que era un adolescente. Y te he visto mover el trasero por toda la ciudad, sabiendo que a mí ni me mirabas. Así que vale, somos amigos. Y dejémoslo así.
El corazón de _________ se aceleró. ¡Él también la veía como una mujer!
-Joe, tú sabes que no se me dan bien las sutilezas. Yo voy detrás de lo que me gusta.
La expresión del hombre se endureció.
-¿Es una amenaza?
-Una... advertencia. Te quiero y no pienso esconder mis sentimientos -replicó ella. Joe la miraba, boquiabierto-. Piensas que soy superficial y que no sé lo que quiero, pero te equivocas -dijo entonces, poniéndole las manos sobre los hombros, tan duros como el mármol.
Lo quería desnudo. Lo quería en la cama para poder explorar su cuerpo a placer. Y no le importaría nada estar atrapados allí durante tres o cuatro días.
-__________...
-Joe...
Inclinó la cabeza para besarlo y, para su sorpresa, él no se apartó. Tampoco la abrazó, pero no pasaba nada. Había sido tan idiota que entendía que no confiara en ella del todo. Pero le probaría que estaba diciendo la verdad.
_________ levantó la cara y lo aplastó contra sus pechos. Su posición en la cama la colocaba por encima de él. Lentamente, con una especie de suspiro ronco, Joe enlazó los brazos alrededor de su cintura y movió la cara hacia arriba. Rendido, empezó a acariciar un pezón con la nariz y después con la boca, a través del jersey.
Enredando los dedos en su pelo, ___________ dejó escapar un gemido. Él deslizó las manos hasta su trasero, sujetándola, apretándola contra él.
Y entonces oyeron el sonido de unos pasos en la nieve.
Se separaron justo cuando alguien golpeaba la puerta.
-Quédate aquí -dijo Joe. ¿Dónde iba a ir?, se preguntó ella-. ¿Quién es?
-¡Charles Burkhardt! He visto el humo de la estufa. ¡Esto es allanamiento de morada!
Joe abrió la puerta y _________ vio a un hombre mayor de ojos azules y barba blanca.
-Buenos días.
-¿Qué están haciendo aquí? -preguntó el hombre, con expresión acusadora.
Joe dejó escapar un suspiro.
-Mi jeep se salió anoche de la carretera y nos cobijamos aquí para huir de la nevada. ¿Es usted el dueño de la cabaña?
-No, soy su vecino.
-Le pagaré lo que usted considere conveniente. Así compensaremos al propietario.
Burkhardt miró alrededor y cuando vio el rostro preocupado de _________, su expresión se suavizó.
-No han roto nada, ¿no?
-Bueno... la verdad es que entré por una ventana y puede que haya roto el cerrojo al forzarlo. Pero, si no le importa, le agradecería que nos llevase al pueblo más cercano. Y si me da el número del dueño de la cabaña, yo mismo lo llamaré para explicarle lo que ha pasado.
-Tengo el camión en la carretera -dijo el hombre-. Además, pensaba ir al pueblo de todas formas.
Cinco minutos después, estaban sentados en la cabina del camión. _________, entre los dos hombres, tan contenta. Pero Joe se sentía incómodo y frustrado.
Podía haber hecho realidad su eterna fantasía, pero su orgullo le impidió aprovecharse de la que seguramente había sido su única oportunidad en la vida.
__________ permanecía extrañamente silenciosa. Sus muslos se rozaban, pero dudaba que notara el efecto que ejercía en él. La noche anterior había estado tan dispuesta, tan dulce, tan entregada...
Era un idiota.
Cuando llegaron al pueblo, Burkhardt le dio el número del dueño de la cabaña, que estaba en Illinois y solo la usaba en verano. El propietario le dijo que el cerrojo de la ventana siempre había estado roto y ambos acordaron que cien dólares era una cantidad suficiente por usar la cabaña una noche. Joe le dio un cheque a su vecino y se despidieron amistosamente.
_________ llamó a sus padres, que insistieron en ir a buscarla, especialmente cuando Joe le quitó el teléfono y les dijo que se había hecho daño en un hombro.
En cualquier caso, no tenía sentido quedarse con él porque pensaba ir con la grúa para intentar sacar el jeep de la carretera.
Sus padres llegaron una hora después y, como siempre, lo abrazaron como si fuera de la familia. Los (tuapellido) no sabían que todo había cambiado entre ellos. Pero Joe solo podía pensar en eso.
Observaba atentamente a ___________, pero no sabía qué decir, cómo arreglar la situación.
Sus padres esperaron en el coche mientras se despedían.
-Me voy a casa -dijo ella, tan alegre y despreocupada como siempre.
Y, por alguna razón, eso lo molestó.
-¿Estamos... bien? -le preguntó, acariciando su mejilla.
La sonrisa femenina era maliciosa y traviesa.
-Estamos estupendamente. Joe, si tú confiaras en mí la mitad de lo que yo confío en ti, los dos seríamos más felices.
Joe sacudió la cabeza. _________ era un misterio para él. La amaba, pero casi nunca la entendía.
-____________...
-Calla, tonto -lo interrumpió ella, poniéndose de puntillas para besarlo en la boca. Allí, delante de sus padres, que miraban la escena boquiabiertos-. Te quiero -susurró sobre sus labios.
Después, se dio la vuelta moviendo el trasero y entró en el coche como si tal cosa.
Para ser una mujer bajita forrada de ropa y con un hombro lesionado, ___________ sabía mover el trasero con efectos devastadores.
_________ seguía sonriendo como una tonta.
-Eso ha sido muy interesante -dijo su madre-. ¿Algo de qué hablar esta noche, en la despedida de soltera?
mas tarde el ultimo cap
CAPÍTULO 7
________ observó a Joe abrir la puerta de un tirón para buscar más leña. La camisa blanca se ajustaba tanto a su anchísima espalda que parecía a punto de estallar.
La nieve entró en la cabaña al abrir la puerta, haciéndola temblar de frío y de deseo al mismo tiempo. Joseph... Joe, era un semental. Un hombre sexy como el pecado y guapísimo de la muerte. Si se combinaba eso con sus otras cualidades, las cosas que siempre le habían gustado de él, como su gran corazón, su lealtad y su ternura... no tenía una oportunidad. Su corazón latía de amor no correspondido.
Aquella mañana, Joe tenía el pelo de punta. La sombra de barba oscurecía su mentón y su olor a hombre era casi demasiado para ella. Hubiera querido apretarse contra él, olerlo y comérselo.
Había estado ciega hasta entonces, pero acababa de descubrir por qué salía con tantos hombres y por qué ninguno la satisfacía: porque siempre estuvo enamorada de Joseph Jonas. Ahora y siempre, sexual y sentimentalmente. De cualquier forma posible.
Él pensaba que era una coqueta, una frívola. Y, la verdad, no podía culparlo.
-Deja de mirarme -dijo él, echando leña en la estufa.
-No puedo evitarlo -replicó _________, sinceramente-. Que sepas que estoy aquí, sintiendo cómo cambia mi vida.
Joe se cruzó de brazos.
-¿No me digas?
-Estoy pensando cosas muy profundas -le aseguró ella-. No es fácil admitir que una ha sido una idiota total durante años y años.
-Eso es ridículo, _________ -suspiró Joe, pasándose la mano por el pelo. Después, se puso en cuclillas para mirarla a los ojos-. Cariño, somos amigos. Muy buenos amigos. Lo que pasa es que estás confundiendo las cosas a causa de la situación. Estamos solos, atrapados por la nieve...
¿De verdad pensaba que era tan tonta?
-No. Lo que pasa es que te veo por primera vez y, por primera vez, compruebo cuál es mi reacción ante ti como hombre -replicó ella-. Lo digo en serio, Joe. Como tú, a mí no me gusta acostarme con todo el mundo. Sí, he tenido muchas relaciones, pero eso es porque estaba buscando algo que no podía encontrar, algo que acabo de descubrir.
Joe se puso de pie.
-No quiero oírlo.
-Pues te aguantas -replicó ella, levantándose a su vez. Pero como era mucho más bajita se subió a la cama para mirarlo a los ojos-. Te quiero. No solo como amigo, sino de todas las formas posibles. Ningún otro hombre podía convencerme del todo porque no eras tú. Y nunca pensé en ti porque, como tú mismo has dicho, nunca he querido verte como lo que eras.
-Un hombre.
-Eso es. Al menos, no como un hombre con el que podría acostarme.
Él sacudió la cabeza.
-Que te acariciase anoche no significa que yo sea el hombre perfecto para ti.
Furiosa, _________ le dio un puñetazo en el hombro.
-¡No es solo eso! Eso ha sido lo que me ha quitado la venda de los ojos, pero incluso antes... había empezado a verte de otra forma. Cuando atropellamos al ciervo, cuando me curaste el hombro... Yo siempre te había admirado como persona y no puedo decir eso de todos los hombres. De lo que no me había dado cuenta era de la atracción que sentía por ti y eso era porque nos conocemos hace tanto tiempo que solo nos veíamos como amigos.
-¡Habla por ti misma! -exclamó él entonces-. A mí me has gustado desde que era un adolescente. Y te he visto mover el trasero por toda la ciudad, sabiendo que a mí ni me mirabas. Así que vale, somos amigos. Y dejémoslo así.
El corazón de _________ se aceleró. ¡Él también la veía como una mujer!
-Joe, tú sabes que no se me dan bien las sutilezas. Yo voy detrás de lo que me gusta.
La expresión del hombre se endureció.
-¿Es una amenaza?
-Una... advertencia. Te quiero y no pienso esconder mis sentimientos -replicó ella. Joe la miraba, boquiabierto-. Piensas que soy superficial y que no sé lo que quiero, pero te equivocas -dijo entonces, poniéndole las manos sobre los hombros, tan duros como el mármol.
Lo quería desnudo. Lo quería en la cama para poder explorar su cuerpo a placer. Y no le importaría nada estar atrapados allí durante tres o cuatro días.
-__________...
-Joe...
Inclinó la cabeza para besarlo y, para su sorpresa, él no se apartó. Tampoco la abrazó, pero no pasaba nada. Había sido tan idiota que entendía que no confiara en ella del todo. Pero le probaría que estaba diciendo la verdad.
_________ levantó la cara y lo aplastó contra sus pechos. Su posición en la cama la colocaba por encima de él. Lentamente, con una especie de suspiro ronco, Joe enlazó los brazos alrededor de su cintura y movió la cara hacia arriba. Rendido, empezó a acariciar un pezón con la nariz y después con la boca, a través del jersey.
Enredando los dedos en su pelo, ___________ dejó escapar un gemido. Él deslizó las manos hasta su trasero, sujetándola, apretándola contra él.
Y entonces oyeron el sonido de unos pasos en la nieve.
Se separaron justo cuando alguien golpeaba la puerta.
-Quédate aquí -dijo Joe. ¿Dónde iba a ir?, se preguntó ella-. ¿Quién es?
-¡Charles Burkhardt! He visto el humo de la estufa. ¡Esto es allanamiento de morada!
Joe abrió la puerta y _________ vio a un hombre mayor de ojos azules y barba blanca.
-Buenos días.
-¿Qué están haciendo aquí? -preguntó el hombre, con expresión acusadora.
Joe dejó escapar un suspiro.
-Mi jeep se salió anoche de la carretera y nos cobijamos aquí para huir de la nevada. ¿Es usted el dueño de la cabaña?
-No, soy su vecino.
-Le pagaré lo que usted considere conveniente. Así compensaremos al propietario.
Burkhardt miró alrededor y cuando vio el rostro preocupado de _________, su expresión se suavizó.
-No han roto nada, ¿no?
-Bueno... la verdad es que entré por una ventana y puede que haya roto el cerrojo al forzarlo. Pero, si no le importa, le agradecería que nos llevase al pueblo más cercano. Y si me da el número del dueño de la cabaña, yo mismo lo llamaré para explicarle lo que ha pasado.
-Tengo el camión en la carretera -dijo el hombre-. Además, pensaba ir al pueblo de todas formas.
Cinco minutos después, estaban sentados en la cabina del camión. _________, entre los dos hombres, tan contenta. Pero Joe se sentía incómodo y frustrado.
Podía haber hecho realidad su eterna fantasía, pero su orgullo le impidió aprovecharse de la que seguramente había sido su única oportunidad en la vida.
__________ permanecía extrañamente silenciosa. Sus muslos se rozaban, pero dudaba que notara el efecto que ejercía en él. La noche anterior había estado tan dispuesta, tan dulce, tan entregada...
Era un idiota.
Cuando llegaron al pueblo, Burkhardt le dio el número del dueño de la cabaña, que estaba en Illinois y solo la usaba en verano. El propietario le dijo que el cerrojo de la ventana siempre había estado roto y ambos acordaron que cien dólares era una cantidad suficiente por usar la cabaña una noche. Joe le dio un cheque a su vecino y se despidieron amistosamente.
_________ llamó a sus padres, que insistieron en ir a buscarla, especialmente cuando Joe le quitó el teléfono y les dijo que se había hecho daño en un hombro.
En cualquier caso, no tenía sentido quedarse con él porque pensaba ir con la grúa para intentar sacar el jeep de la carretera.
Sus padres llegaron una hora después y, como siempre, lo abrazaron como si fuera de la familia. Los (tuapellido) no sabían que todo había cambiado entre ellos. Pero Joe solo podía pensar en eso.
Observaba atentamente a ___________, pero no sabía qué decir, cómo arreglar la situación.
Sus padres esperaron en el coche mientras se despedían.
-Me voy a casa -dijo ella, tan alegre y despreocupada como siempre.
Y, por alguna razón, eso lo molestó.
-¿Estamos... bien? -le preguntó, acariciando su mejilla.
La sonrisa femenina era maliciosa y traviesa.
-Estamos estupendamente. Joe, si tú confiaras en mí la mitad de lo que yo confío en ti, los dos seríamos más felices.
Joe sacudió la cabeza. _________ era un misterio para él. La amaba, pero casi nunca la entendía.
-____________...
-Calla, tonto -lo interrumpió ella, poniéndose de puntillas para besarlo en la boca. Allí, delante de sus padres, que miraban la escena boquiabiertos-. Te quiero -susurró sobre sus labios.
Después, se dio la vuelta moviendo el trasero y entró en el coche como si tal cosa.
Para ser una mujer bajita forrada de ropa y con un hombro lesionado, ___________ sabía mover el trasero con efectos devastadores.
_________ seguía sonriendo como una tonta.
-Eso ha sido muy interesante -dijo su madre-. ¿Algo de qué hablar esta noche, en la despedida de soltera?
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cap
Pero
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k el ultimO
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