*L`amour du pirate * (nick y tu) HOT*
karla_jonas- Asistente Novato(a)
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Fecha de nacimiento : 07/04/1996
Fecha de inscripción : 03/11/2009
Edad : 28
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hello girls!! , bueno esta es mi primera nove y pues no es mia la adapte porque me parecio realmente buena, espero que tambien les guste..
L'amour du pirate
La
lánguida brisa tropical acariciaba el hermoso rostro de______ (Tu
nombre). Ella estaba junto al mástil, navegando hacia la isla de Saint
Martín, para cumplir una promesa que jamás había hecho: casarse con un
conde desconocido.
En medio
de un momento de audacia y arrojo, _______ fue capturada por el pirata
Nicholas. Su corazón no tardaría mucho en recibir el soplo de la pasión
del pirata. Y esa pasión estaría allí para siempre.
Sin embargo, muchos días —y muchas noches tempestuosas —serian necesarios antes de que el amor pudiera florecer.
Capítulo 1______
______ (Tu Nombre y Apellido) se sentía intranquila al entrar esa
mañana en la sala llena de sol, y encontrarse frente a su madre y su
padre. Edward ______ (TA) rara vez la llamaba tan temprano, y nunca la
había llamado con un día de anticipación. ______ sabia que debía tener
algo muy importante que decirle, algo que afectaría su vida. Esto la
había preocupado durante toda la noche, pero en el fondo sabía de qué
se trataba. Tenía diecinueve años y estaba en edad de casarse.Hacía
tres años que esperaba que eso sucediera, desde el momento en que
abandonara la escuela del convento. La mayoría de las muchachas de
familias ricas eran entregadas en matrimonio cuando aún estaban en la
niñez, a los catorce o quince años, como la madre de ______. Muchos
candidatos habían visitado a su padre, aunque a ella no se le había
permitido verlos. Pero su padre no tuvo en cuenta a ninguno de los
jóvenes que deseaban desposarla, porque ninguno era lo suficientemente
rico como para complacerlo._______ estaba segura de que su futuro acababa de decidirse. Pronto le dirían el nombre del hombre con quien se casaría.Edward
_______ (TA) estaba sentado ante su escritorio y no se molestó en
levantar la mirada cuando _______ entró en la habitación. ¿Era posible
que su padre postergara deliberadamente la tarea de comunicarle su
decisión? Tal vez se sentía un poco culpable ahora. Pero, ¿podía
sentirse culpable? Era el mismo hombre que la había enviado al
convento, diciéndole que era demasiado difícil de manejar. Había pasado
la mayor parte de sus diecinueve años lejos de su casa, y ahora
volverían a enviarla a otra parte para siempre.Danielle_______
miró ansiosamente a su hija. Había tratado desesperadamente de disuadir
a Edward de que eligiera un marido para _______ y pensaba que lo había
logrado hasta la noche anterior, cuando Edward inesperadamente, le
informó sobre su decisión. Ella no era como la mayoría de las
muchachas; era demasiado vivaz y demasiado hermosa como para entregarla
fácilmente a un marido. Podría haber elegido un buen marido por sí
misma, si Edward hubiera sido razonable. Pero no, Edward tenía que
encontrar un marido rico y con título para su hija, y no le importaba
si _______ lo encontraba repulsivo o no.Danielle
estaba sentada frente a las puertas abiertas que llevaban a la terraza,
como lo hacía todas las mañanas, pero ese día no había podido dar una
sola puntada en el tapiz que tenía ante ella. No podía dejar de pensar
en el destino que esperaba a su hija.—Bien, _______ , esto no llevará mucho tiempo —dijo Edward _________ bruscamente.Pero
no alarmó a _______, su padre nunca le había demostrado ternura ni
amor, ni tampoco a su madre. Las trataba a ambas como trataba a los
criados. Edward ________ era un hombre frío, obsesionado únicamente por
incrementar su riqueza. Y esto consumía casi todo su tiempo y sus
pensamientos, y le dejaba poco para su familia.[size=12]—¿Por
qué no te sientas, ma chérie (mi querida)? —dijo Danielle con ternura,
antes de que su esposo tuviera oportunidad de continuar._______
sabía que su madre la amaba. Pero se negó a sentarse, porque no quería
parecer cómoda y facilitar las cosas a su padre. En cierto modo se
sentía rebelde, y sabía que no tenía derecho a serio, porque así
sucedían las cosas en el año 1667. Así había sido durante siglos, y tal
vez nunca cambiarían. Sólo deseaba que su madre no hubiera hablado
tanto de enamorarse y de elegir el propio marido.
L'amour du pirate
La
lánguida brisa tropical acariciaba el hermoso rostro de______ (Tu
nombre). Ella estaba junto al mástil, navegando hacia la isla de Saint
Martín, para cumplir una promesa que jamás había hecho: casarse con un
conde desconocido.
En medio
de un momento de audacia y arrojo, _______ fue capturada por el pirata
Nicholas. Su corazón no tardaría mucho en recibir el soplo de la pasión
del pirata. Y esa pasión estaría allí para siempre.
Sin embargo, muchos días —y muchas noches tempestuosas —serian necesarios antes de que el amor pudiera florecer.
Capítulo 1______
______ (Tu Nombre y Apellido) se sentía intranquila al entrar esa
mañana en la sala llena de sol, y encontrarse frente a su madre y su
padre. Edward ______ (TA) rara vez la llamaba tan temprano, y nunca la
había llamado con un día de anticipación. ______ sabia que debía tener
algo muy importante que decirle, algo que afectaría su vida. Esto la
había preocupado durante toda la noche, pero en el fondo sabía de qué
se trataba. Tenía diecinueve años y estaba en edad de casarse.Hacía
tres años que esperaba que eso sucediera, desde el momento en que
abandonara la escuela del convento. La mayoría de las muchachas de
familias ricas eran entregadas en matrimonio cuando aún estaban en la
niñez, a los catorce o quince años, como la madre de ______. Muchos
candidatos habían visitado a su padre, aunque a ella no se le había
permitido verlos. Pero su padre no tuvo en cuenta a ninguno de los
jóvenes que deseaban desposarla, porque ninguno era lo suficientemente
rico como para complacerlo._______ estaba segura de que su futuro acababa de decidirse. Pronto le dirían el nombre del hombre con quien se casaría.Edward
_______ (TA) estaba sentado ante su escritorio y no se molestó en
levantar la mirada cuando _______ entró en la habitación. ¿Era posible
que su padre postergara deliberadamente la tarea de comunicarle su
decisión? Tal vez se sentía un poco culpable ahora. Pero, ¿podía
sentirse culpable? Era el mismo hombre que la había enviado al
convento, diciéndole que era demasiado difícil de manejar. Había pasado
la mayor parte de sus diecinueve años lejos de su casa, y ahora
volverían a enviarla a otra parte para siempre.Danielle_______
miró ansiosamente a su hija. Había tratado desesperadamente de disuadir
a Edward de que eligiera un marido para _______ y pensaba que lo había
logrado hasta la noche anterior, cuando Edward inesperadamente, le
informó sobre su decisión. Ella no era como la mayoría de las
muchachas; era demasiado vivaz y demasiado hermosa como para entregarla
fácilmente a un marido. Podría haber elegido un buen marido por sí
misma, si Edward hubiera sido razonable. Pero no, Edward tenía que
encontrar un marido rico y con título para su hija, y no le importaba
si _______ lo encontraba repulsivo o no.Danielle
estaba sentada frente a las puertas abiertas que llevaban a la terraza,
como lo hacía todas las mañanas, pero ese día no había podido dar una
sola puntada en el tapiz que tenía ante ella. No podía dejar de pensar
en el destino que esperaba a su hija.—Bien, _______ , esto no llevará mucho tiempo —dijo Edward _________ bruscamente.Pero
no alarmó a _______, su padre nunca le había demostrado ternura ni
amor, ni tampoco a su madre. Las trataba a ambas como trataba a los
criados. Edward ________ era un hombre frío, obsesionado únicamente por
incrementar su riqueza. Y esto consumía casi todo su tiempo y sus
pensamientos, y le dejaba poco para su familia.[size=12]—¿Por
qué no te sientas, ma chérie (mi querida)? —dijo Danielle con ternura,
antes de que su esposo tuviera oportunidad de continuar._______
sabía que su madre la amaba. Pero se negó a sentarse, porque no quería
parecer cómoda y facilitar las cosas a su padre. En cierto modo se
sentía rebelde, y sabía que no tenía derecho a serio, porque así
sucedían las cosas en el año 1667. Así había sido durante siglos, y tal
vez nunca cambiarían. Sólo deseaba que su madre no hubiera hablado
tanto de enamorarse y de elegir el propio marido.
Re: *L`amour du pirate * (nick y tu) HOT*
la leo mañana
Capitulo 2
Esa noche,
temprano, Danielle ______ entró en el dormitorio de _______ para hablar
claramente con su hija. Todavía estaba alterada.
—Lo intenté, ma
chérie. Traté de disuadir a tu padre de que no te envíe con ese... ese
hombre, —Danielle hablaba nerviosamente, retorciéndose las manos, cosa
que siempre hacía cuando estaba perturbada.
—No te preocupes, mamá.
Me sentí mal al principio, pero sólo porque debo marcharme. Esperaba
que me entregaran en matrimonio, de manera que esto no ha sido una
sorpresa.
—¡Para mí sí! Hace meses que Edward está buscando un
marido para ti, pero sólo anoche me lo dijo; una vez que ya había hecho
su elección, ya sabía que nadie la cambiaría. No pensó que te enviaba a
un hombre desconocido, y que además te obligaba a adaptarte a un nuevo
país y un nuevo clima al mismo tiempo. — Danielle generalmente decía lo
que pensaba, al menos a _______, pero se puso a pasear por la
habitación y parecía no poder encontrar las palabras.
—¿Quieres decirme algo, mamá? —Aventuró _______.
—Sí, sí, quiero decirte algo —respondió Danielle en inglés con fuerte acento.
A
sus padres les gustaba hablar en inglés, porque muchos de los asociados
de su padre eran ingleses. Y como ________ también había aprendido ese
rudo idioma en el convento, Edward insistía en que se hablara inglés en
todo momento.
Danielle aún vacilaba, de manera que _______ trató de romper el silencio.
—Te echaré terriblemente de menos cuando me vaya el mes que viene, ¿Alguna vez volveré a verte? —preguntó esperanzadamente.
—Por
supuesto, claro que sí, _______. Si tu nuevo... —hizo una pausa, porque
no le gustaba decir la palabra—...nuevo marido no te trae aquí,
convenceré a Edward para que vayamos a Saint Martin. — Danielle miró a
su hija con profunda preocupación en sus ojos de color verde oscuro.
—Ah, pequeña _______, lamento que tu padre haya insistido en darte en
matrimonio al conde Lambert. Yo quería que eligieras tu propio marido.
Si al menos Edward me hubiera permitido llevarte a París, podrías haber
encontrado a un hombre que amaras, un hombre digno que Edward también
habría aprobado. Hay tantos para elegir en París...
—El conde de Lambert es un hombre digno, ¿verdad? —preguntó _______.
—Sí,
pero no lo conoces, _______. No sabes si podrás amarlo o no. No sabes
si serás feliz o no. Y eso es todo lo que yo deseo; que seas feliz.
—Pero papá ha elegido al conde de Lambert y él desea que yo sea su esposa. Me ha visto, ¿verdad?
—Sí,
hace un año. Estabas en el jardín cuando el conde vino a visitar a
Edward. Pero, _______, eres una muchacha hermosa, increíblemente
hermosa. Podrías haber elegido marido, y haber encontrado un hombre con
quien quisieras pasar la vida. Pero tu padre es demasiado amante de la
tradición. Sólo admite elegir él tu marido. No le importa si eres feliz
o no.
—Pero así son las cosas, mamá. Yo no esperaba que fueran diferentes —Replicó _______ aunque preguntándose por qué no.
—Eres
una hija buena y confiada y me apena pensar que vas pasar la vida con
un hombre que no amas. Por eso he venido, para decirte algo, aunque
está en contra de mis convicciones.
— ¿De qué se trata, mamá?
—Sabes
que Edward fue elegido para mí por mi padre cuando yo sólo tenía
catorce años. Como tú ahora, yo estaba dispuesta a amar al marido que
habían elegido para mí y a ser una buena esposa. Pero después de un año
de matrimonio supe que eso jamás podría ser. Después de otro año, la
situación empeoró, porque Edward deseaba un hijo varón y yo aún no
había quedado encinta. Me sentía desolada, y la única persona en quien
podía confiar y a quien podía querer era Mayra. Entonces comencé a
hacer largas caminatas y viajes a la ciudad, sólo para hallar paz. En
uno de mis paseos conocí a un marino, un irlandés con vivaces ojos
verdes, su barco estaba anclado en la costa para ser reparado y él
tenía licencia para visitar a sus padres, que habían dejado Irlanda y
vivían entonces en la zona cercana a Montagne. Lo conocí cuando pasaba
por Argentan. Se quedó aquí en lugar de ir a Montagne, nos vimos muchas
veces y finalmente nos convertimos en... amantes.
—Ay, mamá, ¡qué romántico!
Danielle sonrió, aliviada al ver que su hija no quedaba consternada con su confesión.
—Sí,
era romántico. Martin permaneció tres meses en Argentan, y yo me
encontraba regularmente con él. Fueron los meses más felices de mi
vida, y siempre guardaré su recuerdo como un tesoro. Lo amaba con todo
mi corazón, y vive en ti, ________, porque tú vienes del amor que
compartí con Martín. Él fue tu verdadero padre.
—Entonces papá... ¿es mi padrastro?
—Sí,
ma chérie, sólo tu padrastro. Quería que conocieras la felicidad que yo
pude robar hace tantos años, el único amor que tuve jamás. Quería que
lo supieras para el caso de que no ames al conde de Lambert. Espero que
lo ames, pero si no es así, deseo que encuentres a alguien a quien
puedas amar, aunque sea por poco tiempo. Quiero que seas feliz,
________, y si te encuentras en un matrimonio sin amor, no quiero que
te sientas culpable si se te presenta el amor en otra parte. No digo
que debas ir a buscarlo. Pero si el amor viene a ti como sucedió
conmigo, tómalo mientras puedas y sé feliz. Sólo quiero que seas feliz.
Esa noche,
temprano, Danielle ______ entró en el dormitorio de _______ para hablar
claramente con su hija. Todavía estaba alterada.
—Lo intenté, ma
chérie. Traté de disuadir a tu padre de que no te envíe con ese... ese
hombre, —Danielle hablaba nerviosamente, retorciéndose las manos, cosa
que siempre hacía cuando estaba perturbada.
—No te preocupes, mamá.
Me sentí mal al principio, pero sólo porque debo marcharme. Esperaba
que me entregaran en matrimonio, de manera que esto no ha sido una
sorpresa.
—¡Para mí sí! Hace meses que Edward está buscando un
marido para ti, pero sólo anoche me lo dijo; una vez que ya había hecho
su elección, ya sabía que nadie la cambiaría. No pensó que te enviaba a
un hombre desconocido, y que además te obligaba a adaptarte a un nuevo
país y un nuevo clima al mismo tiempo. — Danielle generalmente decía lo
que pensaba, al menos a _______, pero se puso a pasear por la
habitación y parecía no poder encontrar las palabras.
—¿Quieres decirme algo, mamá? —Aventuró _______.
—Sí, sí, quiero decirte algo —respondió Danielle en inglés con fuerte acento.
A
sus padres les gustaba hablar en inglés, porque muchos de los asociados
de su padre eran ingleses. Y como ________ también había aprendido ese
rudo idioma en el convento, Edward insistía en que se hablara inglés en
todo momento.
Danielle aún vacilaba, de manera que _______ trató de romper el silencio.
—Te echaré terriblemente de menos cuando me vaya el mes que viene, ¿Alguna vez volveré a verte? —preguntó esperanzadamente.
—Por
supuesto, claro que sí, _______. Si tu nuevo... —hizo una pausa, porque
no le gustaba decir la palabra—...nuevo marido no te trae aquí,
convenceré a Edward para que vayamos a Saint Martin. — Danielle miró a
su hija con profunda preocupación en sus ojos de color verde oscuro.
—Ah, pequeña _______, lamento que tu padre haya insistido en darte en
matrimonio al conde Lambert. Yo quería que eligieras tu propio marido.
Si al menos Edward me hubiera permitido llevarte a París, podrías haber
encontrado a un hombre que amaras, un hombre digno que Edward también
habría aprobado. Hay tantos para elegir en París...
—El conde de Lambert es un hombre digno, ¿verdad? —preguntó _______.
—Sí,
pero no lo conoces, _______. No sabes si podrás amarlo o no. No sabes
si serás feliz o no. Y eso es todo lo que yo deseo; que seas feliz.
—Pero papá ha elegido al conde de Lambert y él desea que yo sea su esposa. Me ha visto, ¿verdad?
—Sí,
hace un año. Estabas en el jardín cuando el conde vino a visitar a
Edward. Pero, _______, eres una muchacha hermosa, increíblemente
hermosa. Podrías haber elegido marido, y haber encontrado un hombre con
quien quisieras pasar la vida. Pero tu padre es demasiado amante de la
tradición. Sólo admite elegir él tu marido. No le importa si eres feliz
o no.
—Pero así son las cosas, mamá. Yo no esperaba que fueran diferentes —Replicó _______ aunque preguntándose por qué no.
—Eres
una hija buena y confiada y me apena pensar que vas pasar la vida con
un hombre que no amas. Por eso he venido, para decirte algo, aunque
está en contra de mis convicciones.
— ¿De qué se trata, mamá?
—Sabes
que Edward fue elegido para mí por mi padre cuando yo sólo tenía
catorce años. Como tú ahora, yo estaba dispuesta a amar al marido que
habían elegido para mí y a ser una buena esposa. Pero después de un año
de matrimonio supe que eso jamás podría ser. Después de otro año, la
situación empeoró, porque Edward deseaba un hijo varón y yo aún no
había quedado encinta. Me sentía desolada, y la única persona en quien
podía confiar y a quien podía querer era Mayra. Entonces comencé a
hacer largas caminatas y viajes a la ciudad, sólo para hallar paz. En
uno de mis paseos conocí a un marino, un irlandés con vivaces ojos
verdes, su barco estaba anclado en la costa para ser reparado y él
tenía licencia para visitar a sus padres, que habían dejado Irlanda y
vivían entonces en la zona cercana a Montagne. Lo conocí cuando pasaba
por Argentan. Se quedó aquí en lugar de ir a Montagne, nos vimos muchas
veces y finalmente nos convertimos en... amantes.
—Ay, mamá, ¡qué romántico!
Danielle sonrió, aliviada al ver que su hija no quedaba consternada con su confesión.
—Sí,
era romántico. Martin permaneció tres meses en Argentan, y yo me
encontraba regularmente con él. Fueron los meses más felices de mi
vida, y siempre guardaré su recuerdo como un tesoro. Lo amaba con todo
mi corazón, y vive en ti, ________, porque tú vienes del amor que
compartí con Martín. Él fue tu verdadero padre.
—Entonces papá... ¿es mi padrastro?
—Sí,
ma chérie, sólo tu padrastro. Quería que conocieras la felicidad que yo
pude robar hace tantos años, el único amor que tuve jamás. Quería que
lo supieras para el caso de que no ames al conde de Lambert. Espero que
lo ames, pero si no es así, deseo que encuentres a alguien a quien
puedas amar, aunque sea por poco tiempo. Quiero que seas feliz,
________, y si te encuentras en un matrimonio sin amor, no quiero que
te sientas culpable si se te presenta el amor en otra parte. No digo
que debas ir a buscarlo. Pero si el amor viene a ti como sucedió
conmigo, tómalo mientras puedas y sé feliz. Sólo quiero que seas feliz.
Capítulo 3
—Despierta. Despierta, _______.
Abrió
los ojos rápidamente al oír la voz de su madre, pero luego recordó con
pena qué día era. El día en que se marcharía de su casa para siempre.
—Dije
a esas criadas ton*tas que te despertaran temprano —continuó Danielle—.
Pero tendría que haber sabido que no me harían caso. Esta casa ha sido
un desorden todo este mes, con los preparativos de tu viaje. Es un
milagro lograr que se haga algo. Los sirvientes están tan excitados que
parece que van a viajar contigo. Y, ¡ah!, cómo envidian a Mayra. Echaré
de menos a esa querida vieja. Fue más madre para mí que la propia, pero
ahora tú la necesitas más que yo. —Se interrumpió y miró a su hija, con
los ojos húmedos de lágrimas—. Ay, _______, este mes ha pasado con
demasiada rapidez. Ahora vas a comenzar una vida propia.
—Pero tú dijiste que no será para siempre, mamá —replicó _______ sacando sus esbeltas piernas de la cama.
—Sí, pero eso no modifica el hecho de que hoy te marchas.
—Mayra
y yo aún tenemos que viajar a Saint Malo, donde está el barco, y tú y
papá nos acompañaran hasta allá. Sabías que llegaría este día, mamá.
—Ah,
¿por qué habrá elegido Edward a un hombre que vive del otro lado del
mar? —preguntó Danielle retorciéndose las manos. Luego sacudió la
cabeza, resignada—. Bien, ya está hecho. Ahora debes prepararte porque
saldremos dentro de dos horas. Ah, ¿dónde están esas criadas?
______ rió.
—Tal
vez en la cocina, hablando de mi viaje. Parece que creen que Saint
Martin será un lugar muy interesante para vivir. De todas maneras puedo
vestirme sola. Olvidas que lo hice sin criada durante todos estos años
en la escuela.
Finalmente las criadas llegaron, y después de
recibir la reprimenda de Danielle, se afanaron para elegir las ropas
que _______ usaría para el viaje a Saint Malo. Una de las criadas salió
de la habitación para buscar agua para el baño, y durante las dos horas
siguientes todos corrieron de aquí para allá, ocupándose de los últimos
detalles.
Pronto, _______ y Mayra estuvieron listas para salir,
vestidas con ropas abrigadas, porque era el mes de octubre y la
temperatura era fría a esa hora de la mañana. Danielle se reunió con
ellas a la entrada y sorprendentemente, Edward fue el último en llegar.
El
gran carruaje que Edward había comprado especialmente para el viaje a
Saint Malo era impresionante. Tirado por seis caballos negros como el
carbón era lo suficientemente grande como para transportar todos los
baúles, e incluso el pequeño arcón que contenía la dote de ______ en
oro.
_______ se reclinó en el asiento de terciopelo, con su madre a
su lado y cerró los ojos. El último mes había sido caótico, y ella y
casi todos los sirvientes habían trabajado noche y día en su ajuar. Su
vestido de novia llevó mucho tiempo, por supuesto, pero era una hermosa
prenda, una obra maestra, y todos los que habían trabajado en ella se
sentían orgullosos de los resultados.
El vestido era de raso de
color crema cubierto con encaje hecho a mano, excepto las ajustadas
mangas. Sobre éstas flotaban las mangas de encaje, mucho más anchas.
Era un hermoso traje, con la cintura muy ajustada, escote cuadrado y
amplia falda, y el encaje dividido en el centro de la falda, dejaba ver
el raso que había debajo. ______ usaría zapatos de raso con el vestido,
y las perlas blancas que Edward le había regalado al cumplir diecinueve
años. Su velo, muy largo y de encaje blanco, había sido usado por su
madre el día de su boda.
Mayra había supervisado personalmente el
empaquetado del vestido de bodas en una caja aparte, para que no se
arrugara demasiado. Sentía que revivía el pasado, porque veintidós años
antes se habían hecho preparativos similares para la boda de Danielle.
—Despierta. Despierta, _______.
Abrió
los ojos rápidamente al oír la voz de su madre, pero luego recordó con
pena qué día era. El día en que se marcharía de su casa para siempre.
—Dije
a esas criadas ton*tas que te despertaran temprano —continuó Danielle—.
Pero tendría que haber sabido que no me harían caso. Esta casa ha sido
un desorden todo este mes, con los preparativos de tu viaje. Es un
milagro lograr que se haga algo. Los sirvientes están tan excitados que
parece que van a viajar contigo. Y, ¡ah!, cómo envidian a Mayra. Echaré
de menos a esa querida vieja. Fue más madre para mí que la propia, pero
ahora tú la necesitas más que yo. —Se interrumpió y miró a su hija, con
los ojos húmedos de lágrimas—. Ay, _______, este mes ha pasado con
demasiada rapidez. Ahora vas a comenzar una vida propia.
—Pero tú dijiste que no será para siempre, mamá —replicó _______ sacando sus esbeltas piernas de la cama.
—Sí, pero eso no modifica el hecho de que hoy te marchas.
—Mayra
y yo aún tenemos que viajar a Saint Malo, donde está el barco, y tú y
papá nos acompañaran hasta allá. Sabías que llegaría este día, mamá.
—Ah,
¿por qué habrá elegido Edward a un hombre que vive del otro lado del
mar? —preguntó Danielle retorciéndose las manos. Luego sacudió la
cabeza, resignada—. Bien, ya está hecho. Ahora debes prepararte porque
saldremos dentro de dos horas. Ah, ¿dónde están esas criadas?
______ rió.
—Tal
vez en la cocina, hablando de mi viaje. Parece que creen que Saint
Martin será un lugar muy interesante para vivir. De todas maneras puedo
vestirme sola. Olvidas que lo hice sin criada durante todos estos años
en la escuela.
Finalmente las criadas llegaron, y después de
recibir la reprimenda de Danielle, se afanaron para elegir las ropas
que _______ usaría para el viaje a Saint Malo. Una de las criadas salió
de la habitación para buscar agua para el baño, y durante las dos horas
siguientes todos corrieron de aquí para allá, ocupándose de los últimos
detalles.
Pronto, _______ y Mayra estuvieron listas para salir,
vestidas con ropas abrigadas, porque era el mes de octubre y la
temperatura era fría a esa hora de la mañana. Danielle se reunió con
ellas a la entrada y sorprendentemente, Edward fue el último en llegar.
El
gran carruaje que Edward había comprado especialmente para el viaje a
Saint Malo era impresionante. Tirado por seis caballos negros como el
carbón era lo suficientemente grande como para transportar todos los
baúles, e incluso el pequeño arcón que contenía la dote de ______ en
oro.
_______ se reclinó en el asiento de terciopelo, con su madre a
su lado y cerró los ojos. El último mes había sido caótico, y ella y
casi todos los sirvientes habían trabajado noche y día en su ajuar. Su
vestido de novia llevó mucho tiempo, por supuesto, pero era una hermosa
prenda, una obra maestra, y todos los que habían trabajado en ella se
sentían orgullosos de los resultados.
El vestido era de raso de
color crema cubierto con encaje hecho a mano, excepto las ajustadas
mangas. Sobre éstas flotaban las mangas de encaje, mucho más anchas.
Era un hermoso traje, con la cintura muy ajustada, escote cuadrado y
amplia falda, y el encaje dividido en el centro de la falda, dejaba ver
el raso que había debajo. ______ usaría zapatos de raso con el vestido,
y las perlas blancas que Edward le había regalado al cumplir diecinueve
años. Su velo, muy largo y de encaje blanco, había sido usado por su
madre el día de su boda.
Mayra había supervisado personalmente el
empaquetado del vestido de bodas en una caja aparte, para que no se
arrugara demasiado. Sentía que revivía el pasado, porque veintidós años
antes se habían hecho preparativos similares para la boda de Danielle.
Tu primera lectora!!!
te importaria poner la letra mas grande??? esk me estoy qdando ciega
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
te importaria poner la letra mas grande??? esk me estoy qdando ciega
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!!
sigue!!!
sigue!!!
y si, si puedes pon mas grande la letra.
sigue!!!
sigue!!!
y si, si puedes pon mas grande la letra.
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
sigue!!! sigue!!! sigue!!!
okis les voy a dejar otro cap...
Capítulo 4
—¡Atrápenlo! —gritó el capitán.
_______
se sobresaltó, y dos hombres entraron en el camarote y atraparon al
intruso. Ella los miró confundida, y vio cómo arrastraban al hombre por
la cubierta, a pesar de que luchaba por liberarse. Luego lo ataron al
mástil mayor y el primer oficial le arrancó la túnica.
El capitán Marivaux apareció ante _______, furioso.
—Es
lamentable que esto haya sucedido, mademoiselle (señorita). El conde de
Lambert se enfurecerá cuando se entere de que han estado a punto de
violarla.
_______ no miró al capitán, porque sus ojos no podían
apartarse del pobre hombre que esperaba su castigo. El primer oficial
se acercó al hombre con un látigo en la mano. El látigo era de cuero de
un metro de largo, con muchos nudos.
El capitán habló duramente a su
tripulación, pero _______ estaba demasiado perturbada como para
escuchar sus palabras. Luego el capitán Marivaux dio la señal y el
primer oficial hizo sonar el látigo en el aire dos veces y luego lo
aplicó con fuerza brutal a la espalda del hombre. Se vieron correr
gotas de sangre por la espalda temblorosa. Luego apareció otra marca
cuando el látigo volvió a bajar.
—¡No, por Dios! ¡Basta! —gritó _______.
—Hay que hacerlo, mademoiselle _______ (TA). La tripulación recibió advertencias, de manera que no es culpa suya.
Una
y otra vez el horrible instrumento cayó sobre la espalda del hombre,
cuya sangre salpicaba la cubierta y las ropas de quienes estaban cerca.
_______ corrió hacia la barandilla casi sin darse cuenta. Tal vez fue
cuando el hombre empezó a gritar, pero eso no duró mucho. Cuando
terminó de vomitar, todavía oía el horrible sonido del látigo que
azotaba la carne del hombre, y eso era todo lo que se oía.
Finalmente
terminó. Se le habían dado treinta latigazos, según le dijeron más
tarde, el hombre estaba medio muerto. ______ pensaba que ese hombre
sólo la había asustado, y que por eso le infligían este horrible
castigo que lo dejaría inútil durante el resto del viaje.
______
lloró esa noche, y vomitó tres veces más, siempre pensando en la
horrible escena. Un hombre había estado al borde de la muerte por haber
intentado violarla. ¡Violarla!
—¿Qué quiso decir el capitán,
Mayra, cuando dijo que el hombre estuvo a punto de violarme? —preguntó
_______ esa misma noche—. Sólo me miró, y por eso sufrió ese horrible
castigo.
Mayra, tendida en su camastro, miraba el techo del camarote. Estaba tan perturbada como _______ por lo sucedido ese día,
La miró con expresión preocupada.
—Habría
hecho algo más que eso si el capitán no hubiera llegado a tiempo. Yo
tengo la culpa, _______. No tendría que haberte dejado sola.
—¡Pero ese hombre no hizo nada, y ahora lo han arruinado para toda su vida por mí!
—Desobedeció
las órdenes y por eso fue azotado. Se advirtió a los hombres que no se
acercaran a ti, _______ pero él no escuchó la advertencia. Te habría
sometido si el capitán no te hubiera oído gritar —dijo Mayra en voz
baja.
—¿Entonces por qué dijo eso en lugar de decir que estuvo a punto de violarme?
—¿Tú querías que el hombre te tocara?
—Por supuesto que no —replicó _______.
—Bien, él no habría tenido en cuenta tus deseos. Te habría forzado contra tu voluntad, y eso es una violación.
_______
se recostó en la almohada, con un remolino en la mente. Entonces eso
era una violación. Hacer el amor con mujeres que no lo deseaban. ¡Qué
terrible! Pero de todas maneras, aún no sabía qué era hacer el amor.
¡Ah, qué estúpida era! ¿Cuándo aprendería? ¿Cuándo descubriría cómo era
hacer el amor? Cuando estuviese casada, se recordó a sí misma, y ello
sucedería muy pronto...
¿asi de grande quieren la letra?
bueno comenten.. chao!!
Capítulo 4
—¡Atrápenlo! —gritó el capitán.
_______
se sobresaltó, y dos hombres entraron en el camarote y atraparon al
intruso. Ella los miró confundida, y vio cómo arrastraban al hombre por
la cubierta, a pesar de que luchaba por liberarse. Luego lo ataron al
mástil mayor y el primer oficial le arrancó la túnica.
El capitán Marivaux apareció ante _______, furioso.
—Es
lamentable que esto haya sucedido, mademoiselle (señorita). El conde de
Lambert se enfurecerá cuando se entere de que han estado a punto de
violarla.
_______ no miró al capitán, porque sus ojos no podían
apartarse del pobre hombre que esperaba su castigo. El primer oficial
se acercó al hombre con un látigo en la mano. El látigo era de cuero de
un metro de largo, con muchos nudos.
El capitán habló duramente a su
tripulación, pero _______ estaba demasiado perturbada como para
escuchar sus palabras. Luego el capitán Marivaux dio la señal y el
primer oficial hizo sonar el látigo en el aire dos veces y luego lo
aplicó con fuerza brutal a la espalda del hombre. Se vieron correr
gotas de sangre por la espalda temblorosa. Luego apareció otra marca
cuando el látigo volvió a bajar.
—¡No, por Dios! ¡Basta! —gritó _______.
—Hay que hacerlo, mademoiselle _______ (TA). La tripulación recibió advertencias, de manera que no es culpa suya.
Una
y otra vez el horrible instrumento cayó sobre la espalda del hombre,
cuya sangre salpicaba la cubierta y las ropas de quienes estaban cerca.
_______ corrió hacia la barandilla casi sin darse cuenta. Tal vez fue
cuando el hombre empezó a gritar, pero eso no duró mucho. Cuando
terminó de vomitar, todavía oía el horrible sonido del látigo que
azotaba la carne del hombre, y eso era todo lo que se oía.
Finalmente
terminó. Se le habían dado treinta latigazos, según le dijeron más
tarde, el hombre estaba medio muerto. ______ pensaba que ese hombre
sólo la había asustado, y que por eso le infligían este horrible
castigo que lo dejaría inútil durante el resto del viaje.
______
lloró esa noche, y vomitó tres veces más, siempre pensando en la
horrible escena. Un hombre había estado al borde de la muerte por haber
intentado violarla. ¡Violarla!
—¿Qué quiso decir el capitán,
Mayra, cuando dijo que el hombre estuvo a punto de violarme? —preguntó
_______ esa misma noche—. Sólo me miró, y por eso sufrió ese horrible
castigo.
Mayra, tendida en su camastro, miraba el techo del camarote. Estaba tan perturbada como _______ por lo sucedido ese día,
La miró con expresión preocupada.
—Habría
hecho algo más que eso si el capitán no hubiera llegado a tiempo. Yo
tengo la culpa, _______. No tendría que haberte dejado sola.
—¡Pero ese hombre no hizo nada, y ahora lo han arruinado para toda su vida por mí!
—Desobedeció
las órdenes y por eso fue azotado. Se advirtió a los hombres que no se
acercaran a ti, _______ pero él no escuchó la advertencia. Te habría
sometido si el capitán no te hubiera oído gritar —dijo Mayra en voz
baja.
—¿Entonces por qué dijo eso en lugar de decir que estuvo a punto de violarme?
—¿Tú querías que el hombre te tocara?
—Por supuesto que no —replicó _______.
—Bien, él no habría tenido en cuenta tus deseos. Te habría forzado contra tu voluntad, y eso es una violación.
_______
se recostó en la almohada, con un remolino en la mente. Entonces eso
era una violación. Hacer el amor con mujeres que no lo deseaban. ¡Qué
terrible! Pero de todas maneras, aún no sabía qué era hacer el amor.
¡Ah, qué estúpida era! ¿Cuándo aprendería? ¿Cuándo descubriría cómo era
hacer el amor? Cuando estuviese casada, se recordó a sí misma, y ello
sucedería muy pronto...
¿asi de grande quieren la letra?
bueno comenten.. chao!!
siii asi muuucho mejor!!! y...
sigue!!!! sigue!!!
sigue!!!! sigue!!!
Capítulo 5
El
barco "Canción del Viento" avanzaba rápidamente por aguas más cálidas,
pero aún debía recorrer una gran distancia antes de llegar a Saint
Martin. El tiempo había cambiado considerablemente, y el viento ya no
era tan helado.
_______ sabía que podía esperar un clima tropical en
la pequeña isla de Saint Martin. El capitán Marivaux respondía a muchas
de sus preguntas cuando cenaba con ella. Supo que su futuro marido
poseía una gran plantación en la isla, y que había obtenido grandes
riquezas exportando algodón.
Después del horrible castigo sufrido
por el marinero azotado, no volvieron a ocurrir otros incidentes. Los
hombres de la tripulación tuvieron cuidado de no acercarse a ella
cuando le permitían salir a cubierta.
Después de un mes en el mar,
sufrieron otra tormenta, moderada al principio, lo cual permitió a
_______ volver a lavarse la cabeza. Pero apenas había terminado cuando
la tormenta adquirió más intensidad, y ella se vio obligada a volver a
la seguridad del camarote.
Parecía que se hubieran abierto los
cielos y que arrojaran su venganza solamente sobre este barco. La
tormenta continuó durante toda la noche, y los violentos movimientos
impidieron dormir a _______. Trató de pasearse por su camarote, pero
los vaivenes del barco la arrojaban contra las paredes. Por suerte,
todos los objetos de la habitación estaban bien sujetos, y volvió a
acostarse para sentirse más segura.
Sorprendentemente, Mayra se
había dormido, y _______ no sabía qué hacer, porque estaba muy
asustada. Estaba segura de que el "Canción del Viento' se hundiría y
que todos se ahogarían.
Pero en algún momento en mitad de la noche,
con las manos aferradas a los lados de la cama y su cabello todavía
húmedo colgando a un lado. Finalmente se durmió.
El mar estaba
sereno cuando se despertó a la mañana siguiente. Se regañó a sí misma
por asustarse tanto la noche anterior, y pensó que seguramente la
tormenta no había sido tan terrible. Mayra ya se había levantado y
vestido, y traía en un pequeño recipiente el agua fría para el lavado
matinal de ______.
—¿Has dormido bien, pequeña? —preguntó alegremente.
—No
—se quejó ________, y sacó sus piernas de la cama. Su cabello húmedo
caía sobre sus hombros, e hizo una mueca.—Mayra, por favor, pregunta al
capitán si puedo secarme el cabello en cubierta.
—No haré semejante cosa. No saldrás de aquí por la mañana —respondió Mayra con tono terminante.
—Si
el capitán me da permiso, lo haré. Sabes que mis cabellos son tan
largos que tardan mucho tiempo en secarse. Estoy a punto de resfriarme.
—En cubierta puede pasarte algo peor que resfriarte —replicó Mayra.
—Por favor, Mayra, haz lo que te pido.
—Lo haré, pero no me gusta la idea.
Mayra
salió del camarote, gruñendo, mientras cerró la puerta. _______ se puso
rápidamente un vestido de terciopelo color violeta oscuro que hacía un
marcado contraste con su cabello. Cuando volvió Mayra, llevó a _______
a la cubierta posterior del barco.
—Esto no me gusta señorita, de manera que date prisa —dijo Mayra con severidad. _______ rió.
—No creo que pueda hacer soplar más fuerte al viento, Mayra. Pero no llevará mucho tiempo.
Enfrentó la amplía extensión del mar para que el viento secara sus cabellos. Después de unos minutos volvió a hablar.
—¿Dónde está el capitán?
—En la galería. Me sorprende que te haya permitido salir a cubierta después de lo que sucedió con el pobre marinero.
_______ se volvió y vio al capitán que discutía con un hombre de la tripulación.
—¡Mira, _______, un barco! —gritó Mayra.
El
barco "Canción del Viento" avanzaba rápidamente por aguas más cálidas,
pero aún debía recorrer una gran distancia antes de llegar a Saint
Martin. El tiempo había cambiado considerablemente, y el viento ya no
era tan helado.
_______ sabía que podía esperar un clima tropical en
la pequeña isla de Saint Martin. El capitán Marivaux respondía a muchas
de sus preguntas cuando cenaba con ella. Supo que su futuro marido
poseía una gran plantación en la isla, y que había obtenido grandes
riquezas exportando algodón.
Después del horrible castigo sufrido
por el marinero azotado, no volvieron a ocurrir otros incidentes. Los
hombres de la tripulación tuvieron cuidado de no acercarse a ella
cuando le permitían salir a cubierta.
Después de un mes en el mar,
sufrieron otra tormenta, moderada al principio, lo cual permitió a
_______ volver a lavarse la cabeza. Pero apenas había terminado cuando
la tormenta adquirió más intensidad, y ella se vio obligada a volver a
la seguridad del camarote.
Parecía que se hubieran abierto los
cielos y que arrojaran su venganza solamente sobre este barco. La
tormenta continuó durante toda la noche, y los violentos movimientos
impidieron dormir a _______. Trató de pasearse por su camarote, pero
los vaivenes del barco la arrojaban contra las paredes. Por suerte,
todos los objetos de la habitación estaban bien sujetos, y volvió a
acostarse para sentirse más segura.
Sorprendentemente, Mayra se
había dormido, y _______ no sabía qué hacer, porque estaba muy
asustada. Estaba segura de que el "Canción del Viento' se hundiría y
que todos se ahogarían.
Pero en algún momento en mitad de la noche,
con las manos aferradas a los lados de la cama y su cabello todavía
húmedo colgando a un lado. Finalmente se durmió.
El mar estaba
sereno cuando se despertó a la mañana siguiente. Se regañó a sí misma
por asustarse tanto la noche anterior, y pensó que seguramente la
tormenta no había sido tan terrible. Mayra ya se había levantado y
vestido, y traía en un pequeño recipiente el agua fría para el lavado
matinal de ______.
—¿Has dormido bien, pequeña? —preguntó alegremente.
—No
—se quejó ________, y sacó sus piernas de la cama. Su cabello húmedo
caía sobre sus hombros, e hizo una mueca.—Mayra, por favor, pregunta al
capitán si puedo secarme el cabello en cubierta.
—No haré semejante cosa. No saldrás de aquí por la mañana —respondió Mayra con tono terminante.
—Si
el capitán me da permiso, lo haré. Sabes que mis cabellos son tan
largos que tardan mucho tiempo en secarse. Estoy a punto de resfriarme.
—En cubierta puede pasarte algo peor que resfriarte —replicó Mayra.
—Por favor, Mayra, haz lo que te pido.
—Lo haré, pero no me gusta la idea.
Mayra
salió del camarote, gruñendo, mientras cerró la puerta. _______ se puso
rápidamente un vestido de terciopelo color violeta oscuro que hacía un
marcado contraste con su cabello. Cuando volvió Mayra, llevó a _______
a la cubierta posterior del barco.
—Esto no me gusta señorita, de manera que date prisa —dijo Mayra con severidad. _______ rió.
—No creo que pueda hacer soplar más fuerte al viento, Mayra. Pero no llevará mucho tiempo.
Enfrentó la amplía extensión del mar para que el viento secara sus cabellos. Después de unos minutos volvió a hablar.
—¿Dónde está el capitán?
—En la galería. Me sorprende que te haya permitido salir a cubierta después de lo que sucedió con el pobre marinero.
_______ se volvió y vio al capitán que discutía con un hombre de la tripulación.
—¡Mira, _______, un barco! —gritó Mayra.
siguela siguela siguela siguela!!!
siguela siguela siguela siguela!!!
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siguela siguela siguela siguela!!!siguela siguela siguela siguela!!!
siguela siguela siguela siguela!!!
siguela siguela siguela siguela!!!
siguela siguela siguela siguela!!!siguela siguela siguela siguela!!!
siguela!
y si puedes la letra mas grande porque me marea
jeje
bye
y si puedes la letra mas grande porque me marea
jeje
bye
Capítulo 6
— ¡Capitán! La muchacha de la que le hablé debe estar escondida en la bodega o en uno de los camarotes.
—¡Al diablo, no tenemos mucho tiempo! Busquen en todo el barco, pero rápido.
_______ temblaba de miedo, y deseaba morir.
—¿Por qué, por qué no nos habrá dado un arma el capitán? —susurró, retorciéndose las manos.
—No
esperaba que perdiéramos la batalla —respondió Mayra en voz baja—. Pero
no te preocupes, _______. Diré al jefe que puede obtener una gran
fortuna si te entrega sana y salva al conde de Lambert. El conde
seguramente pagará lo que le pidan. Es francés y un hombre honorable.
—¡Pero son piratas, Mayra! —gritó _______—. ¡Nos matarán!
—No,
pequeña. No nos matarán sin razón, y no demuestres que estás asustada
cuando nos encuentren. Finge que no sabes inglés. Yo hablaré por ti. Y,
por Dios, no pierdas los estribos con estos hombres —advirtió Mayra—,
si lo haces, pensarán que no eres una dama bien educada y rica.
—Estoy demasiado asustada corno para enojarme.
—Bien, Ahora debernos rezar porque su voracidad de riqueza sea más poderosa que su lujuria.
—No comprendo, Mayra.
—No importa, ma chérie —replicó Mayra, pero su voz traicionaba su preocupación—. Recuerda que no debes decir nada.
La risa y el ruido se hicieron más fuertes cuando los hombres se acercaron a la puerta del camarote.
—No está en la bodega, capitán, y los otros camarotes están vacíos.
—Echen abajo la última puerta —replicó una voz profunda muy cerca del camarote, y los golpes comenzaron de inmediato.
—¡Dios mío!
—Ahora, cállate —dijo rápidamente Mayra—. ¡Recuerda que no debes hablar en inglés.
_______
estaba aterrorizada. Estaba segura de que ese día moriría, y Mayra no
podría hacer nada por impedirlo. Unos momentos después, la puerta
cedió, y _______ gritó al ver a los hombres barbudos y sonrientes.
—¡Dios mío, qué hermosas son las francesitas! —dijo un marinero de baja estatura con un parche sobre un ojo.
—Sí, compañero, hoy daría cualquier cosa por ser el capitán.
—¿Dónde está su Capitán? —Preguntó Mayra.
—Pronto lo verás, mujer —dijo uno de los hombres, conduciéndolas fuera de la cabina.
_______
evitó mirar los cadáveres de la tripulación de "Canción del Viento,, al
cruzar la cubierta y pasar al otro barco. Mayra iba junto a ella,
rodeándole la cintura con un brazo para protegerla.
El barco pirata
era de tres mástiles, y aproximadamente del mismo tamaño que "Canción
del Viento", pero los hombres de la tripulación parecían salvajes.
Dejaron la tarea que estaban realizando y miraron fijamente a _______.
Algunos no usaban camisa otros sólo camisetas cortas para cubrir el
torso desnudo, y todos iban descalzos.
—Exijo ver a su capitán —dijo Mayra al hombre que las había llevado al barco pirata.
Otro hombre saltó desde la cubierta de "Canción del Viento' y las saludó.
—De manera que hablas inglés —dijo—. Bien, al menos ahora sabremos quién eres.
Era
un hombre muy corpulento, y _______ se sentía pequeña y frágil junto a
él. Estaba acostumbrada a ver hombres de su propia estatura o más bajos
que ella.
Pero este hombre medía por lo menos un metro ochenta. No
era grueso, pero sí muy musculoso, y esto se veía claramente en sus
brazos desnudos. Su cabello oscuro era mas largo de lo normal. Pero la
expresión de su rostro y le daba un aspecto siniestro, peligroso.
_______ se estremeció, pero no volvió la mirada.
—Bien, ¿qué has descubierto, Joseph?
El que había hablado era el hombre de voz profunda, que parecía estar al mando de los demás. Saltó a cubierta tras ellos.
—Hablan inglés, Nick; al menos la vieja.
Nicholas
se había situado detrás de _______, y ella se volvió para mirarlo. Lo
que vio la asustó, este hombre igual de alto que el otro. Estaba a
pocos centímetros de ella y _______ tenía que levantar la cabeza para
ver su rostro. Sus ojos eran de un increíble color miel, y una larga y
delgada cicatriz comenzaba en la mitad de la mejilla derecha y llegaba
hasta una corta barba.
_______ miró unos momentos la cicatriz, y los
músculos se pusieron tensos y sus ojos helados. La tomó por un brazo,
causándole dolor, y la obligó a caminar por la cubierta.
—¡Monsieur (Señor), espere —gritó Mayra—. ¿Dónde la lleva?
El hombre se volvió y sonrió.
—A mi camarote, madame (señora), para hablar con ella. ¿Tiene algo que objetar?
—¡Por supuesto!
—¡Bien, no me interesa! —dijo el hombre brevemente, y siguió arrastrando a _______.
—Monsieur, ella no habla inglés —gritó Mayra.
Esto provocó risas en la tripulación, y el hombre volvió a detenerse.
— ¡Capitán! La muchacha de la que le hablé debe estar escondida en la bodega o en uno de los camarotes.
—¡Al diablo, no tenemos mucho tiempo! Busquen en todo el barco, pero rápido.
_______ temblaba de miedo, y deseaba morir.
—¿Por qué, por qué no nos habrá dado un arma el capitán? —susurró, retorciéndose las manos.
—No
esperaba que perdiéramos la batalla —respondió Mayra en voz baja—. Pero
no te preocupes, _______. Diré al jefe que puede obtener una gran
fortuna si te entrega sana y salva al conde de Lambert. El conde
seguramente pagará lo que le pidan. Es francés y un hombre honorable.
—¡Pero son piratas, Mayra! —gritó _______—. ¡Nos matarán!
—No,
pequeña. No nos matarán sin razón, y no demuestres que estás asustada
cuando nos encuentren. Finge que no sabes inglés. Yo hablaré por ti. Y,
por Dios, no pierdas los estribos con estos hombres —advirtió Mayra—,
si lo haces, pensarán que no eres una dama bien educada y rica.
—Estoy demasiado asustada corno para enojarme.
—Bien, Ahora debernos rezar porque su voracidad de riqueza sea más poderosa que su lujuria.
—No comprendo, Mayra.
—No importa, ma chérie —replicó Mayra, pero su voz traicionaba su preocupación—. Recuerda que no debes decir nada.
La risa y el ruido se hicieron más fuertes cuando los hombres se acercaron a la puerta del camarote.
—No está en la bodega, capitán, y los otros camarotes están vacíos.
—Echen abajo la última puerta —replicó una voz profunda muy cerca del camarote, y los golpes comenzaron de inmediato.
—¡Dios mío!
—Ahora, cállate —dijo rápidamente Mayra—. ¡Recuerda que no debes hablar en inglés.
_______
estaba aterrorizada. Estaba segura de que ese día moriría, y Mayra no
podría hacer nada por impedirlo. Unos momentos después, la puerta
cedió, y _______ gritó al ver a los hombres barbudos y sonrientes.
—¡Dios mío, qué hermosas son las francesitas! —dijo un marinero de baja estatura con un parche sobre un ojo.
—Sí, compañero, hoy daría cualquier cosa por ser el capitán.
—¿Dónde está su Capitán? —Preguntó Mayra.
—Pronto lo verás, mujer —dijo uno de los hombres, conduciéndolas fuera de la cabina.
_______
evitó mirar los cadáveres de la tripulación de "Canción del Viento,, al
cruzar la cubierta y pasar al otro barco. Mayra iba junto a ella,
rodeándole la cintura con un brazo para protegerla.
El barco pirata
era de tres mástiles, y aproximadamente del mismo tamaño que "Canción
del Viento", pero los hombres de la tripulación parecían salvajes.
Dejaron la tarea que estaban realizando y miraron fijamente a _______.
Algunos no usaban camisa otros sólo camisetas cortas para cubrir el
torso desnudo, y todos iban descalzos.
—Exijo ver a su capitán —dijo Mayra al hombre que las había llevado al barco pirata.
Otro hombre saltó desde la cubierta de "Canción del Viento' y las saludó.
—De manera que hablas inglés —dijo—. Bien, al menos ahora sabremos quién eres.
Era
un hombre muy corpulento, y _______ se sentía pequeña y frágil junto a
él. Estaba acostumbrada a ver hombres de su propia estatura o más bajos
que ella.
Pero este hombre medía por lo menos un metro ochenta. No
era grueso, pero sí muy musculoso, y esto se veía claramente en sus
brazos desnudos. Su cabello oscuro era mas largo de lo normal. Pero la
expresión de su rostro y le daba un aspecto siniestro, peligroso.
_______ se estremeció, pero no volvió la mirada.
—Bien, ¿qué has descubierto, Joseph?
El que había hablado era el hombre de voz profunda, que parecía estar al mando de los demás. Saltó a cubierta tras ellos.
—Hablan inglés, Nick; al menos la vieja.
Nicholas
se había situado detrás de _______, y ella se volvió para mirarlo. Lo
que vio la asustó, este hombre igual de alto que el otro. Estaba a
pocos centímetros de ella y _______ tenía que levantar la cabeza para
ver su rostro. Sus ojos eran de un increíble color miel, y una larga y
delgada cicatriz comenzaba en la mitad de la mejilla derecha y llegaba
hasta una corta barba.
_______ miró unos momentos la cicatriz, y los
músculos se pusieron tensos y sus ojos helados. La tomó por un brazo,
causándole dolor, y la obligó a caminar por la cubierta.
—¡Monsieur (Señor), espere —gritó Mayra—. ¿Dónde la lleva?
El hombre se volvió y sonrió.
—A mi camarote, madame (señora), para hablar con ella. ¿Tiene algo que objetar?
—¡Por supuesto!
—¡Bien, no me interesa! —dijo el hombre brevemente, y siguió arrastrando a _______.
—Monsieur, ella no habla inglés —gritó Mayra.
Esto provocó risas en la tripulación, y el hombre volvió a detenerse.
me encanto!
sigue!
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sigue!!!
sigue!!!
oki les voy a dejar otro cap...
pero dvv les esta gustando la nove?
—¿Cómo hará para decirle lo que debe hacer, capitán?
—Para lo que piensa hacer el capitán, no se necesitan palabras.
Hubo
más risas, que obviamente molestaron al capitán, porque apretó todavía
más el brazo de _______. Ella gritó de dolor, y él la soltó de
inmediato.
—¡Malditos sean! —gritó a su tripulación—. Ya se han
divertido bastante por hoy. Vuelvan a sus obligaciones y sigamos
adelante. —Luego se volvió hacia _______—. Lamento si la he lastimado,
mademoiselle.
Ella no había esperado una disculpa de este
capitán pirata. ¿Sería tan peligroso como parecía? Lo miró con
curiosidad, pero no habló.
—¡Al diablo! —dijo él, furioso, y se volvió hacia el otro hombre corpulento—. Joseph, trae a esa mujer aquí.
Mayra se acercó a ellos sin ayuda, muy asustada.
—¡No le haga daño, capitán!
El capitán miro sorprendido a Mayra, y luego, de pronto, estalló en una carcajada.
—¿Me está dando órdenes, madame (Señora)?
—No puedo permitir que la lastime, monsieur.
Joseph volvió a reír, pero el capitán le dedicó una mirada asesina, y luego volvió a centrar su atención en Mayra.
—¿Es usted su madre?
—No, pero fui su niñera, y también la niñera de su madre. También cuidaré a sus hijos —replicó Mayra orgullosamente.
—¿Espera un hijo ahora?
—¡Monsieur! No puede usted preguntar...
—¡Al diablo, respóndeme, mujer! —dijo el capitán interrumpiéndola bruscamente.
—No, no espera un hijo.
La preocupación del capitán pareció disminuir con esta respuesta.
—Ahora, dime, ¿Por qué hablas inglés y ella no?
—Yo... nací en Inglaterra. Fui a Francia cuando era niña con mis Padres —respondió Mayra sinceramente.
—¿Ella no habla inglés en absoluto?
—No, capitán.
El hombre suspiró y observó a _______, que los miraba todo el tiempo.
—¿Quién es ella?
—Mademoiselle _______ _______(TA.
—¿Y dónde la llevaban?
—Á Saint Martin, a casarse con el conde de Lambert — replicó rápidamente Mayra.
—Y la fortuna que hemos encontrado en su navío... ¿era su dote?
—Sí.
El capitán sonrió perezosamente, mostrando sus blancos dientes
—Su familia debe ser muy rica. ¿Y su prometido es también un hombre muy rico?
—Sí, pagará bien si ustedes la llevan a Saint Martin sana y salva... sin daños.
Él rió al oír esta última frase.
—Estoy
seguro, pero tendré que pensarlo. —Se volvió hacia Joseph.—Lleva a la
niñera a tu camarote Y enciérrala allí. La mademoiselle vendrá conmigo.
Se
llevaron a Mayra arrastrándola; ella gritaba y daba puntapiés para
liberarse, y de pronto _______ tuvo un miedo horrible. No podía dejar
de pensar en las historias que había oído en el convento. ¿No sería
preferible una muerte rápida? Miró la barandilla del barco. No estaba
tan lejos, y podría arrojarse a las frías aguas azules...
—Ah, no, _______ _______(TA), todavía no, de ninguna manera — dijo el capitán, como si leyera sus pensamientos.
La
tomó de un brazo y la llevó a su camarote. En la pequeña habitación
desordenada, el capitán obligó a _______ a sentarse en una silla junto
a una larga mesa. Llenó dos vasos con un vino tinto seco, le entregó
uno, y se sentó también. Obviamente la larga mesa servía de escritorio,
porque estaba cubierta de cartas e instrumentos náuticos.
Se apoyó
en el respaldo de su asiento y la miró en silencio. Ella miraba
nerviosamente los ojos miel de él, y sentía que sus mejillas enrojecían
bajo su mirada.
—Mis hombres piensan que eres una belleza,
_______ —dijo él distraídamente—. Pero no entiendo cómo se dan cuenta
con todo ese polvo negro que cubre tu cara.
Instintivamente _______ trató de limpiarse la cara. Pero al ver su mano limpia, se dio cuenta de que había caído en una trampa.
—De manera que entiendes inglés. Eso pensaba. ¿Por qué mintió tu criada?
_______Vaciló antes de contestar.
—Ella... no quería que yo hablara con usted. Creo que tenía miedo de que yo me enfadara.
—¿Y te enfadarás?
—No veo razones para ello.
El capitán rió.
—¿También mentía la vieja con respecto a tu matrimonio?
—No.
—¿Entonces realmente el conde de Lambert es un hombre rico?
—Sí, muy rico, capitán —replicó _______, que ahora se sentía un poco más tranquila.
Ese
hombre no parecía un peligroso como ella pensaba. Tenía que admitir que
era apuesto, y parecía joven, aunque su barba dorada le hacía aparentar
más edad.
—Se hará usted rico si me lleva a mi prometido —dijo ______.
—No
tengo duda —replicó él de inmediato—. Pero su dote por sí sola me ha
convertido en un hombre rico, y no me gusta llevar mujeres en mi barco.
—Entonces, ¿qué hará usted conmigo, monsieur, arrojarme al mar... después de violarme? —preguntó sarcásticamente _______.
—Exactamente.
Ella lo miró, estupefacta. Esperaba una negativa, pero, ahora ¿qué podía decir?
pero dvv les esta gustando la nove?
—¿Cómo hará para decirle lo que debe hacer, capitán?
—Para lo que piensa hacer el capitán, no se necesitan palabras.
Hubo
más risas, que obviamente molestaron al capitán, porque apretó todavía
más el brazo de _______. Ella gritó de dolor, y él la soltó de
inmediato.
—¡Malditos sean! —gritó a su tripulación—. Ya se han
divertido bastante por hoy. Vuelvan a sus obligaciones y sigamos
adelante. —Luego se volvió hacia _______—. Lamento si la he lastimado,
mademoiselle.
Ella no había esperado una disculpa de este
capitán pirata. ¿Sería tan peligroso como parecía? Lo miró con
curiosidad, pero no habló.
—¡Al diablo! —dijo él, furioso, y se volvió hacia el otro hombre corpulento—. Joseph, trae a esa mujer aquí.
Mayra se acercó a ellos sin ayuda, muy asustada.
—¡No le haga daño, capitán!
El capitán miro sorprendido a Mayra, y luego, de pronto, estalló en una carcajada.
—¿Me está dando órdenes, madame (Señora)?
—No puedo permitir que la lastime, monsieur.
Joseph volvió a reír, pero el capitán le dedicó una mirada asesina, y luego volvió a centrar su atención en Mayra.
—¿Es usted su madre?
—No, pero fui su niñera, y también la niñera de su madre. También cuidaré a sus hijos —replicó Mayra orgullosamente.
—¿Espera un hijo ahora?
—¡Monsieur! No puede usted preguntar...
—¡Al diablo, respóndeme, mujer! —dijo el capitán interrumpiéndola bruscamente.
—No, no espera un hijo.
La preocupación del capitán pareció disminuir con esta respuesta.
—Ahora, dime, ¿Por qué hablas inglés y ella no?
—Yo... nací en Inglaterra. Fui a Francia cuando era niña con mis Padres —respondió Mayra sinceramente.
—¿Ella no habla inglés en absoluto?
—No, capitán.
El hombre suspiró y observó a _______, que los miraba todo el tiempo.
—¿Quién es ella?
—Mademoiselle _______ _______(TA.
—¿Y dónde la llevaban?
—Á Saint Martin, a casarse con el conde de Lambert — replicó rápidamente Mayra.
—Y la fortuna que hemos encontrado en su navío... ¿era su dote?
—Sí.
El capitán sonrió perezosamente, mostrando sus blancos dientes
—Su familia debe ser muy rica. ¿Y su prometido es también un hombre muy rico?
—Sí, pagará bien si ustedes la llevan a Saint Martin sana y salva... sin daños.
Él rió al oír esta última frase.
—Estoy
seguro, pero tendré que pensarlo. —Se volvió hacia Joseph.—Lleva a la
niñera a tu camarote Y enciérrala allí. La mademoiselle vendrá conmigo.
Se
llevaron a Mayra arrastrándola; ella gritaba y daba puntapiés para
liberarse, y de pronto _______ tuvo un miedo horrible. No podía dejar
de pensar en las historias que había oído en el convento. ¿No sería
preferible una muerte rápida? Miró la barandilla del barco. No estaba
tan lejos, y podría arrojarse a las frías aguas azules...
—Ah, no, _______ _______(TA), todavía no, de ninguna manera — dijo el capitán, como si leyera sus pensamientos.
La
tomó de un brazo y la llevó a su camarote. En la pequeña habitación
desordenada, el capitán obligó a _______ a sentarse en una silla junto
a una larga mesa. Llenó dos vasos con un vino tinto seco, le entregó
uno, y se sentó también. Obviamente la larga mesa servía de escritorio,
porque estaba cubierta de cartas e instrumentos náuticos.
Se apoyó
en el respaldo de su asiento y la miró en silencio. Ella miraba
nerviosamente los ojos miel de él, y sentía que sus mejillas enrojecían
bajo su mirada.
—Mis hombres piensan que eres una belleza,
_______ —dijo él distraídamente—. Pero no entiendo cómo se dan cuenta
con todo ese polvo negro que cubre tu cara.
Instintivamente _______ trató de limpiarse la cara. Pero al ver su mano limpia, se dio cuenta de que había caído en una trampa.
—De manera que entiendes inglés. Eso pensaba. ¿Por qué mintió tu criada?
_______Vaciló antes de contestar.
—Ella... no quería que yo hablara con usted. Creo que tenía miedo de que yo me enfadara.
—¿Y te enfadarás?
—No veo razones para ello.
El capitán rió.
—¿También mentía la vieja con respecto a tu matrimonio?
—No.
—¿Entonces realmente el conde de Lambert es un hombre rico?
—Sí, muy rico, capitán —replicó _______, que ahora se sentía un poco más tranquila.
Ese
hombre no parecía un peligroso como ella pensaba. Tenía que admitir que
era apuesto, y parecía joven, aunque su barba dorada le hacía aparentar
más edad.
—Se hará usted rico si me lleva a mi prometido —dijo ______.
—No
tengo duda —replicó él de inmediato—. Pero su dote por sí sola me ha
convertido en un hombre rico, y no me gusta llevar mujeres en mi barco.
—Entonces, ¿qué hará usted conmigo, monsieur, arrojarme al mar... después de violarme? —preguntó sarcásticamente _______.
—Exactamente.
Ella lo miró, estupefacta. Esperaba una negativa, pero, ahora ¿qué podía decir?
A MI SI!!!!
ME E-N-C-A-N-T-A!!!!
L-A- A-M-O!!!!!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
ME E-N-C-A-N-T-A!!!!
L-A- A-M-O!!!!!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
SIGUE!!
siguela siguela siguela corre corre!!!!
Soy nueva lectora, siguela plis!!!
SIGUE!!!
SIGUE!!!
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SIGUE!!!
Capítulo 7
—¿Es... es esa su intención? —preguntó con temor.
El miró su vaso de vino por un momento, como si considerara la pregunta. Luego la miró, con expresión divertida.
—Quítate la ropa.
—¿Qué? —susurró ________.
—Quiero hacer el amor contigo, _______ _______(TA), y luego te llevaré a tu prometido. De manera que quítate la ropa. No me gustaría tener que violarte y podría lastimarte en el acto.
—¡Non, monsieur, non (No señor, no)! ¡El conde de Lambert no me aceptará si estoy deshonrada.
—Le aseguro que sí, mademoiselle, la aceptará, Y pagará un alto precio por ello. Él la ha visto, ¿verdad?
—Sí, pero...
—Entonces no hay nada más que decir. Tu falta de virginidad no le importará mucho.
—¡No! —replicó ella—. No iré a él deshonrada. Avergonzaría a mi familia. ¡No lo haré!
—Creo que no tienes opción. Pero estoy seguro de que el conde ocultará el hecho de que no eres virgen en tu noche de bodas —comentó el capitán con calma.
—¡No, no puede hacerme esto! —gritó _______, con sus ojos verdes llenos de miedo.
—Te repito, _______, que haré el amor contigo. Nada te salvará de eso. Pero no quiero forzarte. No me gustan las violaciones.
—¡Pero es una violación, monsieur, porque yo no deseo hacer el amor con usted!
—Llámalo como quieras, siempre que no te pelees conmigo.
—Usted... ¡debe estar loco! No puede esperar que me someta, que le permita ... ¡no! —gritó, sintiendo que su miedo era reemplazado por la furia—. Lucharé con todas mis fuerzas.
—Lleguemos a un acuerdo, mademoiselle. Además de ti y de tu criada, hemos traído algunos otros prisioneros a bordo, incluido el capitán del barco francés.
—¿Para divertirse?
—Mis hombres son despiadados. Les complace matar lentamente a un hombre. Primero le cortan las orejas, luego los dedos, luego los pies... ¿Es necesario que continúe?
_______ se sentía enferma.
—Y usted... ¿Usted lo permite?
—¿Por qué no?
Palideció ante esta respuesta. Seguramente él también participaba del juego. ¡Mon Dieu!
—Usted habló... de... un trato —dijo débilmente ______.
—Que te sometas para salvar las vidas de esos hombres. Serás mía te opongas a ello o no. No aceptaré que te niegues. Pero perdonaré las vidas a los prisioneros y los liberaré en el próximo puerto con una condición: que no te resistas. —Hizo una pausa y sonrió—. Ya has perdido, _______, porque serás mía independientemente de lo que decidas. Pero los prisioneros pueden ganar. Vivirán y no serán dañados si aceptas. Quiero tu respuesta ahora.
—¡Usted no tiene piedad! —jadeó _______—. ¿Por qué quiere violarme?
—Me sorprendes. Eres un premio que vale la pena ganar, y te deseo —dijo.
—¡Pero yo no lo deseo a usted!
—Te diré, _______, que eres la única razón por la que capturé tu barco. Generalmente sólo ataco los navíos españoles. Mi vigía te vio en cubierta y me describió tu belleza. Deberías estar agradecida, ya que no pienso compartirte con mi tripulación. Pero, basta, ¡quiero tu respuesta!
—Usted no me deja opción —replicó lentamente _______, sintiéndose completamente desvalida por primera vez en su vida—. Debo salvar las vidas de esos hombres.
—¿No ofrecerás resistencia?
—No, monsieur, no me resistiré.
—Bien. Has tomado una buena decisión. Estoy seguro de que los prisioneros te estarán muy agradecidos. Diré a los hombres que no los molesten. Entretanto, quiero que te quites la ropa y esperes en mi cama.
—¿Es... es esa su intención? —preguntó con temor.
El miró su vaso de vino por un momento, como si considerara la pregunta. Luego la miró, con expresión divertida.
—Quítate la ropa.
—¿Qué? —susurró ________.
—Quiero hacer el amor contigo, _______ _______(TA), y luego te llevaré a tu prometido. De manera que quítate la ropa. No me gustaría tener que violarte y podría lastimarte en el acto.
—¡Non, monsieur, non (No señor, no)! ¡El conde de Lambert no me aceptará si estoy deshonrada.
—Le aseguro que sí, mademoiselle, la aceptará, Y pagará un alto precio por ello. Él la ha visto, ¿verdad?
—Sí, pero...
—Entonces no hay nada más que decir. Tu falta de virginidad no le importará mucho.
—¡No! —replicó ella—. No iré a él deshonrada. Avergonzaría a mi familia. ¡No lo haré!
—Creo que no tienes opción. Pero estoy seguro de que el conde ocultará el hecho de que no eres virgen en tu noche de bodas —comentó el capitán con calma.
—¡No, no puede hacerme esto! —gritó _______, con sus ojos verdes llenos de miedo.
—Te repito, _______, que haré el amor contigo. Nada te salvará de eso. Pero no quiero forzarte. No me gustan las violaciones.
—¡Pero es una violación, monsieur, porque yo no deseo hacer el amor con usted!
—Llámalo como quieras, siempre que no te pelees conmigo.
—Usted... ¡debe estar loco! No puede esperar que me someta, que le permita ... ¡no! —gritó, sintiendo que su miedo era reemplazado por la furia—. Lucharé con todas mis fuerzas.
—Lleguemos a un acuerdo, mademoiselle. Además de ti y de tu criada, hemos traído algunos otros prisioneros a bordo, incluido el capitán del barco francés.
—¿Para divertirse?
—Mis hombres son despiadados. Les complace matar lentamente a un hombre. Primero le cortan las orejas, luego los dedos, luego los pies... ¿Es necesario que continúe?
_______ se sentía enferma.
—Y usted... ¿Usted lo permite?
—¿Por qué no?
Palideció ante esta respuesta. Seguramente él también participaba del juego. ¡Mon Dieu!
—Usted habló... de... un trato —dijo débilmente ______.
—Que te sometas para salvar las vidas de esos hombres. Serás mía te opongas a ello o no. No aceptaré que te niegues. Pero perdonaré las vidas a los prisioneros y los liberaré en el próximo puerto con una condición: que no te resistas. —Hizo una pausa y sonrió—. Ya has perdido, _______, porque serás mía independientemente de lo que decidas. Pero los prisioneros pueden ganar. Vivirán y no serán dañados si aceptas. Quiero tu respuesta ahora.
—¡Usted no tiene piedad! —jadeó _______—. ¿Por qué quiere violarme?
—Me sorprendes. Eres un premio que vale la pena ganar, y te deseo —dijo.
—¡Pero yo no lo deseo a usted!
—Te diré, _______, que eres la única razón por la que capturé tu barco. Generalmente sólo ataco los navíos españoles. Mi vigía te vio en cubierta y me describió tu belleza. Deberías estar agradecida, ya que no pienso compartirte con mi tripulación. Pero, basta, ¡quiero tu respuesta!
—Usted no me deja opción —replicó lentamente _______, sintiéndose completamente desvalida por primera vez en su vida—. Debo salvar las vidas de esos hombres.
—¿No ofrecerás resistencia?
—No, monsieur, no me resistiré.
—Bien. Has tomado una buena decisión. Estoy seguro de que los prisioneros te estarán muy agradecidos. Diré a los hombres que no los molesten. Entretanto, quiero que te quites la ropa y esperes en mi cama.
Salió y cerró la puerta tras él. No había escapatoria. _______ ya no
podía hacer nada, y ni siquiera tendría la satisfacción de luchar
contra él.
Sin ganas, y muy lentamente, comenzó a desvestirse.
Finalmente sabría qué era hacer el amor... o qué era una violación, en
todo caso. Bien al menos al someterse salvaría las vidas de algunos
franceses. Pensaba eso para ayudarse a soportar lo que vendría.
Cuando
el capitán volvió al camarote, ______ aún tenía puestas sus prendas
interiores. El cerró la puerta, y la miró con el ceño fruncido.
—No has cambiado de idea, ¿verdad? —preguntó bruscamente.
—No, ¿y usted?
Entonces él rió, y atravesó la cabina para pararse ante ella. Ella se sentía pequeña y desvalida ante ese hombre tan corpulento.
—No,
pequeña. Nada puede hacerme cambiar de idea. —Tomó la masa de los
cabellos de la muchacha en sus manos y los acarició, sintiendo su
textura suave y sedosa. Luego dejó caer los cabellos sobre los hombros
de ________.
—Quítate la ropa, ________. No puedo esperar mucho.
—Le odio, monsieur —dijo ella con los dientes apretados.
El volvió a reír.
—Aunque
la palabra monsieur suena hermosa en tus labios, preferiría que me
llamaras Nick. Ahora, termina tu vino, _______, porque eso puede
ayudar. Nunca he estado antes con una virgen, pero dicen que la primera
vez es doloroso.
—Se necesitarían dos barriles de vino para lo que usted va a hacer, monsieur Nicholas.
—¡Llámame
Nick, nada más! Y no juegues con mi paciencia, _______. Esto sucederá
de todas maneras, pero aún puedo cambiar de idea con respecto a los
prisioneros. Bebe el vino y luego quítate toda la ropa sin hacer más
comentarios.
________ ya no podía seguir demorándose. Bebió el
vino, le volvió la espalda, y se quitó lentamente la ropa que aún le
quedaba puesta. Cubrió su cuerpo con sus cabellos rojos que le llegaban
hasta la cintura, y se volvió para mirarlo.
Nick no tomó el gesto
como un desafío, sólo como una manifestación de modestia, pero ni
siquiera permitió eso. Separó los cabellos y se regocijó mirando el
cuerpo esbelto durante un rato. Luego tomó el rostro de la muchacha en
sus manos y la besó tiernamente.
_______ no esperaba esto. ¿Por qué la besaba? ¿Por qué no terminaba de una vez?
Los
labios de él separaron los de ella, buscando, exigiendo una respuesta.
Ella quería apretarlos , pero a él no le gustaría esa resistencia.
________ tenía que pensar en los pobres cautivos y nada más. Tenía que
permitirle que hiciera con ella lo que quisiese.
Los brazos de él la
rodearon y apretaron su cuerpo desnudo contra él, y su boca se volvió
más exigente, más dura, aunque sin lastimarla. Y de pronto ella sintió
una sensación extraña, algo que nunca había experimentado antes. Era
una sensación rara, como si realmente sintiera fluir la sangre en sus
venas. Era una sensación excitante, y la hizo relajarse contra él y
aceptar de buena gana sus besos, y olvidar que estaba desnuda en los
brazos de un desconocido.
Luego él dejó de besarla y la levantó en
sus poderosos brazos. Ella se endureció mientras él la llevaba a la
cama y la colocaba allí con suavidad. El se quitó las ropas con lenta
deliberación, sin apartar sus ojos de ella en ningún momento. Ella a su
vez no podía dejar de mirarlo, aunque lo deseaba. Cuando por fin él
quedó desnudo, ______ miró con asombro su cuerpo delgado y musculoso;
los hombros anchos pero no tanto y las caderas estrechas, las piernas
largas y firmes.
Nick se acercó a ella y se acostó a su lado en la
estrecha cama. La miró a la cara durante largo rato y luego acarició
sus pechos. Esperaba la reacción de la muchacha, que llegó de
inmediato, mientras sus ojos se agrandaban por la confusión.
Rió suavemente y cerró una mano sobre uno de los pechos, oprimiéndole suavemente.
—¿Esperabas que lo hiciera rápidamente?
—Sí. Ay, por favor, Nick, no me hagas esto. Te lo pido una vez más, ¡por favor ahórrame esta vergüenza! —rogó ella inútilmente.
—No, pequeña, es demasiado tarde para eso.
—¡Entonces que sea rápido! —exclamó ella.
Los
ojos de él se entrecerraron con furia. Entonces se colocó sobre ella, y
su gran peso la aplastó en el suave colchón. Penetró en ella con
rapidez, provocándole un intenso dolor. Ella gritó y hundió sus uñas en
la espalda de él, pero el dolor desapareció tan rápido como había
venido.
El se movía dentro de ella, con lentitud al principio, luego
más rápido, mucho más rápido, y en realidad a _______ le gustaba. Se
relajó y disfrutó con vergüenza la sensación de sentirlo dentro de
ella. Pero luego él se movió por última vez y se desplomó completamente
aplastándola con su cuerpo.
________no sabía qué hacer. ¿Eso era
todo? Admitía que había sido placentero después del dolor inicial, pero
si hacer el amor era simplemente eso, podía prescindir de ello. ¿Dónde
estaba el placer extremo que podía hacer que un hombre se arriesgara a
morir? Tal vez sólo el hombre experimentaba placer al hacer el amor.
—Lo siento, _______. No quise ser tan rápido, pero hablas demasiado. La próxima vez, será mejor para ti.(p17)
Última edición por karla_jonas el Dom Nov 29, 2009 8:00 pm, editado 1 vez
podía hacer nada, y ni siquiera tendría la satisfacción de luchar
contra él.
Sin ganas, y muy lentamente, comenzó a desvestirse.
Finalmente sabría qué era hacer el amor... o qué era una violación, en
todo caso. Bien al menos al someterse salvaría las vidas de algunos
franceses. Pensaba eso para ayudarse a soportar lo que vendría.
Cuando
el capitán volvió al camarote, ______ aún tenía puestas sus prendas
interiores. El cerró la puerta, y la miró con el ceño fruncido.
—No has cambiado de idea, ¿verdad? —preguntó bruscamente.
—No, ¿y usted?
Entonces él rió, y atravesó la cabina para pararse ante ella. Ella se sentía pequeña y desvalida ante ese hombre tan corpulento.
—No,
pequeña. Nada puede hacerme cambiar de idea. —Tomó la masa de los
cabellos de la muchacha en sus manos y los acarició, sintiendo su
textura suave y sedosa. Luego dejó caer los cabellos sobre los hombros
de ________.
—Quítate la ropa, ________. No puedo esperar mucho.
—Le odio, monsieur —dijo ella con los dientes apretados.
El volvió a reír.
—Aunque
la palabra monsieur suena hermosa en tus labios, preferiría que me
llamaras Nick. Ahora, termina tu vino, _______, porque eso puede
ayudar. Nunca he estado antes con una virgen, pero dicen que la primera
vez es doloroso.
—Se necesitarían dos barriles de vino para lo que usted va a hacer, monsieur Nicholas.
—¡Llámame
Nick, nada más! Y no juegues con mi paciencia, _______. Esto sucederá
de todas maneras, pero aún puedo cambiar de idea con respecto a los
prisioneros. Bebe el vino y luego quítate toda la ropa sin hacer más
comentarios.
________ ya no podía seguir demorándose. Bebió el
vino, le volvió la espalda, y se quitó lentamente la ropa que aún le
quedaba puesta. Cubrió su cuerpo con sus cabellos rojos que le llegaban
hasta la cintura, y se volvió para mirarlo.
Nick no tomó el gesto
como un desafío, sólo como una manifestación de modestia, pero ni
siquiera permitió eso. Separó los cabellos y se regocijó mirando el
cuerpo esbelto durante un rato. Luego tomó el rostro de la muchacha en
sus manos y la besó tiernamente.
_______ no esperaba esto. ¿Por qué la besaba? ¿Por qué no terminaba de una vez?
Los
labios de él separaron los de ella, buscando, exigiendo una respuesta.
Ella quería apretarlos , pero a él no le gustaría esa resistencia.
________ tenía que pensar en los pobres cautivos y nada más. Tenía que
permitirle que hiciera con ella lo que quisiese.
Los brazos de él la
rodearon y apretaron su cuerpo desnudo contra él, y su boca se volvió
más exigente, más dura, aunque sin lastimarla. Y de pronto ella sintió
una sensación extraña, algo que nunca había experimentado antes. Era
una sensación rara, como si realmente sintiera fluir la sangre en sus
venas. Era una sensación excitante, y la hizo relajarse contra él y
aceptar de buena gana sus besos, y olvidar que estaba desnuda en los
brazos de un desconocido.
Luego él dejó de besarla y la levantó en
sus poderosos brazos. Ella se endureció mientras él la llevaba a la
cama y la colocaba allí con suavidad. El se quitó las ropas con lenta
deliberación, sin apartar sus ojos de ella en ningún momento. Ella a su
vez no podía dejar de mirarlo, aunque lo deseaba. Cuando por fin él
quedó desnudo, ______ miró con asombro su cuerpo delgado y musculoso;
los hombros anchos pero no tanto y las caderas estrechas, las piernas
largas y firmes.
Nick se acercó a ella y se acostó a su lado en la
estrecha cama. La miró a la cara durante largo rato y luego acarició
sus pechos. Esperaba la reacción de la muchacha, que llegó de
inmediato, mientras sus ojos se agrandaban por la confusión.
Rió suavemente y cerró una mano sobre uno de los pechos, oprimiéndole suavemente.
—¿Esperabas que lo hiciera rápidamente?
—Sí. Ay, por favor, Nick, no me hagas esto. Te lo pido una vez más, ¡por favor ahórrame esta vergüenza! —rogó ella inútilmente.
—No, pequeña, es demasiado tarde para eso.
—¡Entonces que sea rápido! —exclamó ella.
Los
ojos de él se entrecerraron con furia. Entonces se colocó sobre ella, y
su gran peso la aplastó en el suave colchón. Penetró en ella con
rapidez, provocándole un intenso dolor. Ella gritó y hundió sus uñas en
la espalda de él, pero el dolor desapareció tan rápido como había
venido.
El se movía dentro de ella, con lentitud al principio, luego
más rápido, mucho más rápido, y en realidad a _______ le gustaba. Se
relajó y disfrutó con vergüenza la sensación de sentirlo dentro de
ella. Pero luego él se movió por última vez y se desplomó completamente
aplastándola con su cuerpo.
________no sabía qué hacer. ¿Eso era
todo? Admitía que había sido placentero después del dolor inicial, pero
si hacer el amor era simplemente eso, podía prescindir de ello. ¿Dónde
estaba el placer extremo que podía hacer que un hombre se arriesgara a
morir? Tal vez sólo el hombre experimentaba placer al hacer el amor.
—Lo siento, _______. No quise ser tan rápido, pero hablas demasiado. La próxima vez, será mejor para ti.(p17)
Última edición por karla_jonas el Dom Nov 29, 2009 8:00 pm, editado 1 vez
♫comenten!!♪
sigueeee!!!!!!!!!!!!!!