Encuentros Sexuales (Nick Jonas y Tu)
NicolePretty26- Maquillista Profesional
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Bueno Chicas esta novela no es mia es de una chica llamada Alejandra del foro de Venuzuela.
Y Ella Me La Presto Para Ponerla Aqui.
Espero Que Les Guste.
xoxoxoox.
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Re: Encuentros Sexuales (Nick Jonas y Tu)
Encuentros sexuales
Capítulo I
“El principio”
Aquí estoy yo, (tu nombre y apellido) una chica de veintidós años, recién colegiada de la Harvard con especialidad en psicología del comportamiento, se ve muy largo el nombre pero solo es apariencia la mayoría de mis colegas no ejerce, se preguntaran el por qué, pues porque la mayoría salimos locos o por lo menos atraemos a los locos, les causara gracia pero es cierto y yo no soy la excepción del caso, pero si me diferencio en algo mi novio y sus hermanos son dueños de una multinacional de las telecomunicaciones así que conseguí trabajo en su empresa, no crean que fue solo porque él era el dueño, también me ayudo estar graduada en una universidad tan prestigiosa y el hecho de que me encantara tanto mi carrera, bueno luego les continuo contando sobre mi vida lo más importante es lo que estoy viviendo en este momento, voy camino a conocer a mis suegros y cuñados en los Ángeles, si ellos son de esas familias poco típicas que aun conservan esa característica moral de presentación, mi carrera también me ha servido para descifrar muchas cosas, por lo menos en este momento noto como mi novio esta que explota de los nervios, sus manos no paran de moverse entre el volante y la palanca de cambio aunque no sea necesario, debes en cuando lo tranquilizo un poco tomándosela pero es casi imposible –todo va a estar bien amor– me dice intentando controlarme, lo ven esa es otra señal, al pedírmelo a mí se intenta controlar a él mismo, así de complicado puede ser –lo sé cielo, todo va estar bien– me causa un poco de gracia ver como suda aun estando con el aire acondicionado encendido, mis amigas están al tanto de todo tanto Andrea como Alicia no estaban muy convencidas de que hiciera este viaje, pero por dios ¿Cómo posponerlo? Ya llevábamos juntos dos años de los cuales uno y medio él había estado pidiéndomelo, saben mi novio es un chico muy aplicado jamás me permitía trasnocharme antes de un examen, nunca me dejaba sola una noche de estudio y siempre estaba allí cuando lo necesitaba, inclusive espero nueve meses antes de tener nuestra primera intimidad, entonces ahora entienden porque no puedo negárselo, una de mis amigas, Alicia estudio también psicología pero con una rama diferente ella es un estilo general algo más complicado ya que ella debe tratar directamente con los afectados ella sin duda alguna está más loca que yo pero igual la quiero, luego viene mi otra amiga Andrea ella está estudiando Mercadotecnia, a diferencia de nosotras dos ella no se graduó en este año ya que es la menor del grupo, a ella le corresponde el año siguiente, es demasiado aplicada y muy responsable, su madre nos odia tanto a mí como a Alicia, también tengo que agregar a mi hermana Patricia que entro dos años después que yo y estudia administración su novio es un papacito un año mayor que yo, es beisbolista de las grandes ligas así que se podrán imaginar las piernas que tiene y me quedo corta en comparación a lo que mi hermana dice que le hace en la cama, mi novio ya tiene dos años de graduado lo conocí en una fiesta de fraternidad, si estaba un poco fuera de mis casillas y él fue quien me llevo hasta mi habitación en el campus, era la primera vez que tomaba alcohol y precisamente lo vengo a conocer a él, se podrá imaginar cómo me sentí al despertarme y verlo recostado en el sillón, si uno de los chicos más deseados y lindos de la universidad me había visto en pleno estado de ebriedad, que vergüenza me imaginaba que dirían las chicas cuando se dieran cuenta de quien había dormido en mi recamara aunque no precisamente conmigo, si fue así de terrible, no pude verle la cara hasta dos año después cuando coincidí con él en Derecho Mercantil, la peor materia que he visto en mi vida de hecho la aprobé gracias a él, allí fue que entendí que Dios lo había puesto en mi camino para rescatarme de todas las malas situaciones, él estudio ciencias políticas, se graduó un año después de comenzar nuestro noviazgo, se preguntaran que hace un graduado de esa carrera en Cambridge, Massachussetts, pero es que allí también tiene una sede su compañía así que le sirvió para comenzar a adentrarse en el negocio, uno de sus hermanos estudió en Yale y ya tiene un año de graduado, claro lleva ese año de mochilero por Latinoamérica, luego viene uno que se gradúo este mismo año al igual que yo en Oxford (universidad del reino unido) de ciencias políticas al igual que mi novio ¿ahora ven la presión de la situación? toda la familia se reunirá y yo estoy incluida en la celebración, según Alicia esto es una trampa para alarme hacia el compromiso total y yo comencé a sospecharlo también pero creo poder arriesgarme, además no existe hombre que pueda amarme más que él sin duda alguna.
Capítulo I
“El principio”
Aquí estoy yo, (tu nombre y apellido) una chica de veintidós años, recién colegiada de la Harvard con especialidad en psicología del comportamiento, se ve muy largo el nombre pero solo es apariencia la mayoría de mis colegas no ejerce, se preguntaran el por qué, pues porque la mayoría salimos locos o por lo menos atraemos a los locos, les causara gracia pero es cierto y yo no soy la excepción del caso, pero si me diferencio en algo mi novio y sus hermanos son dueños de una multinacional de las telecomunicaciones así que conseguí trabajo en su empresa, no crean que fue solo porque él era el dueño, también me ayudo estar graduada en una universidad tan prestigiosa y el hecho de que me encantara tanto mi carrera, bueno luego les continuo contando sobre mi vida lo más importante es lo que estoy viviendo en este momento, voy camino a conocer a mis suegros y cuñados en los Ángeles, si ellos son de esas familias poco típicas que aun conservan esa característica moral de presentación, mi carrera también me ha servido para descifrar muchas cosas, por lo menos en este momento noto como mi novio esta que explota de los nervios, sus manos no paran de moverse entre el volante y la palanca de cambio aunque no sea necesario, debes en cuando lo tranquilizo un poco tomándosela pero es casi imposible –todo va a estar bien amor– me dice intentando controlarme, lo ven esa es otra señal, al pedírmelo a mí se intenta controlar a él mismo, así de complicado puede ser –lo sé cielo, todo va estar bien– me causa un poco de gracia ver como suda aun estando con el aire acondicionado encendido, mis amigas están al tanto de todo tanto Andrea como Alicia no estaban muy convencidas de que hiciera este viaje, pero por dios ¿Cómo posponerlo? Ya llevábamos juntos dos años de los cuales uno y medio él había estado pidiéndomelo, saben mi novio es un chico muy aplicado jamás me permitía trasnocharme antes de un examen, nunca me dejaba sola una noche de estudio y siempre estaba allí cuando lo necesitaba, inclusive espero nueve meses antes de tener nuestra primera intimidad, entonces ahora entienden porque no puedo negárselo, una de mis amigas, Alicia estudio también psicología pero con una rama diferente ella es un estilo general algo más complicado ya que ella debe tratar directamente con los afectados ella sin duda alguna está más loca que yo pero igual la quiero, luego viene mi otra amiga Andrea ella está estudiando Mercadotecnia, a diferencia de nosotras dos ella no se graduó en este año ya que es la menor del grupo, a ella le corresponde el año siguiente, es demasiado aplicada y muy responsable, su madre nos odia tanto a mí como a Alicia, también tengo que agregar a mi hermana Patricia que entro dos años después que yo y estudia administración su novio es un papacito un año mayor que yo, es beisbolista de las grandes ligas así que se podrán imaginar las piernas que tiene y me quedo corta en comparación a lo que mi hermana dice que le hace en la cama, mi novio ya tiene dos años de graduado lo conocí en una fiesta de fraternidad, si estaba un poco fuera de mis casillas y él fue quien me llevo hasta mi habitación en el campus, era la primera vez que tomaba alcohol y precisamente lo vengo a conocer a él, se podrá imaginar cómo me sentí al despertarme y verlo recostado en el sillón, si uno de los chicos más deseados y lindos de la universidad me había visto en pleno estado de ebriedad, que vergüenza me imaginaba que dirían las chicas cuando se dieran cuenta de quien había dormido en mi recamara aunque no precisamente conmigo, si fue así de terrible, no pude verle la cara hasta dos año después cuando coincidí con él en Derecho Mercantil, la peor materia que he visto en mi vida de hecho la aprobé gracias a él, allí fue que entendí que Dios lo había puesto en mi camino para rescatarme de todas las malas situaciones, él estudio ciencias políticas, se graduó un año después de comenzar nuestro noviazgo, se preguntaran que hace un graduado de esa carrera en Cambridge, Massachussetts, pero es que allí también tiene una sede su compañía así que le sirvió para comenzar a adentrarse en el negocio, uno de sus hermanos estudió en Yale y ya tiene un año de graduado, claro lleva ese año de mochilero por Latinoamérica, luego viene uno que se gradúo este mismo año al igual que yo en Oxford (universidad del reino unido) de ciencias políticas al igual que mi novio ¿ahora ven la presión de la situación? toda la familia se reunirá y yo estoy incluida en la celebración, según Alicia esto es una trampa para alarme hacia el compromiso total y yo comencé a sospecharlo también pero creo poder arriesgarme, además no existe hombre que pueda amarme más que él sin duda alguna.
Capítulo II
“Mi historia”
Ahora es el momento de contrales mi historia, naci un siete de mayo en plena primavera, en New York, tal vez por eso me encantan las flores en especial las hortensias rosadas y las rosas blancas, mi madre ha atravesado cinco divorcios, mi hermana nació en el segundo y yo en el primero, pero tranquilas el más pobre era un magnate petrolero, mi padre la abandono por su secretaria cuando yo aun estaba en su vientre, tal vez por eso odia tanto a los hombres, no logre ver a mi padre hasta que entre a la universidad y sin embargo tuve que hacerlo los dos primeros años a escondidas, así de posesiva es mi madre pero sin duda alguna nos ama tanto a mí como a mi hermana, viví toda mi infancia y adolescencia o por lo menos parte de ella ya que siempre estaba en remodelación en una mansión ubicada en la 994 Fith Avenue que se encuentra justo al lado del Stanhope Hotel, frente al Metropolitan Museum of Art en el Central Park, el sector sin duda alguna más exclusivo de New York, la residencia de mi madre tiene seis espaciosas habitaciones, nueve baños, dos cocinas, tres jardines internos una piscina climatizada y muchas cosas más que tal vez desconozca ya que no la piso desde hace seis años cuando empecé mis estudios superiores, siempre me encontraba con mi madre pero diferentes lugares del mundo, mi madre siempre ha sido muy atentas con nosotras, en este tiempo mi madre le ha hecho aproximadamente tres remodelaciones a la casa, mi amiga Alicia vivía a dos casas de la mía por cierto su madre y la mía se odian a muerte ya que la madre de Alicia fue la primera esposa de mi padre, Alicia es hija del segundo matrimonio de su madre tal vez por eso nos llevamos también, estudie en el Constance Billard School en la 93rd Street y Madison Avenue, si un colegió elitista solo para mujeres que recibe solo doscientas chicas entre sus lujosos muros, obviamente Alicia asistía conmigo, mi primer novio resulto ser un chico de Brooklyn, si una persona de un estilo de vida muy diferente a la mía, pero a mí no me importaba, en verdad lo amaba pero a él si le importo y me dejo, allí es donde entra la influencia negativa de mi madre que no hizo más que intentar alejarlo de mi hasta que lo logro, pero en esto también me ayudo la psicología, he logrado entenderla y perdonarla, mis vacaciones venían firmadas por un estilo muy peculiar, cada verano conocíamos un sitio diferente, aunque no lo crean antes de comenzar la universidad no repetí ni un solo sitio cada verano, mi madre se encargaba de llevarnos a lugares diferentes cada año, lo que implicaba no poder estar con mis amigos pero si poder conocer diversas culturas así que una cosa compensaba la otra, mi infancia y adolescencia se baso en esto más que en otra cosa, la única amiga que conservo de esa época es Alicia mi eterna confidente y compañera de compras, al entrar a la Universidad todo cambio, ahí era otra chica mas y una simple, no me distinguía de las demás solo era yo y mi forma de actuar determinaba la manera en que me trataban, no busque de entrar a una fraternidad simplemente me dedique a experimentar esa increíble libertad que el campus me regalaba, luego de un año conocí a mi otra mejor amiga, Andrea, ella venia de Washington, una chica súper amigable que desde el primer día se hizo amiga tanto de Alicia como mía, desde ese momento nos volvimos inseparables, ella era la más cuerda así que debía lidiar constantemente con nuestros ataques de locura, un año después aparece mi novio, si esa noche de la que no recuerdo nada más que la inmensa vergüenza que sentí al levantarme, en el tercer año de universidad, o sea un año después del incidente fue cuando coincidimos y empezamos a salir, no era mi intención tener una relación constante en la universidad pero el logro conquistarme, se valió de llevarme los apuntes para verme todos los días, inclusive el desayuno me lo llevaba a la cama, él es uno de los chicos mas lindos de la universidad inclusive del mundo me atrevería a decir, es uno de los Magnates Jonas, el chico perfecto para cualquier mujer, aunque eso poco me importo, claro que lo ayudo ya que podía pagar un repartidor de flores diariamente, nunca se genero ningún tipo de problema entre nosotros inclusive dejo su fama de Casanova para enseriarse conmigo, aun no le revelo de donde vengo, o sea si sabe quiénes son mis familiares incluso conoce a mi hermana pero no le he dicho de que clase social soy, me ayude quitándole una letra a mi apellido ya que mi padre es uno de sus socios y mi apellido es reconocido en el mundo de los negocios gracias a él, es que saben el no es diferente a los otros chicos, nuevamente la psicología, a los hombres les encanta sentirse importantes y protectores y yo simplemente dejo que el crea que lo necesito es por eso que acepte el trabajo en la compañía, aunque gane lo equivalente a mi mesada poco me importa siempre y cuando lo vea feliz y confiado, si he logrado tenerle mucho cariño.
“Mi historia”
Ahora es el momento de contrales mi historia, naci un siete de mayo en plena primavera, en New York, tal vez por eso me encantan las flores en especial las hortensias rosadas y las rosas blancas, mi madre ha atravesado cinco divorcios, mi hermana nació en el segundo y yo en el primero, pero tranquilas el más pobre era un magnate petrolero, mi padre la abandono por su secretaria cuando yo aun estaba en su vientre, tal vez por eso odia tanto a los hombres, no logre ver a mi padre hasta que entre a la universidad y sin embargo tuve que hacerlo los dos primeros años a escondidas, así de posesiva es mi madre pero sin duda alguna nos ama tanto a mí como a mi hermana, viví toda mi infancia y adolescencia o por lo menos parte de ella ya que siempre estaba en remodelación en una mansión ubicada en la 994 Fith Avenue que se encuentra justo al lado del Stanhope Hotel, frente al Metropolitan Museum of Art en el Central Park, el sector sin duda alguna más exclusivo de New York, la residencia de mi madre tiene seis espaciosas habitaciones, nueve baños, dos cocinas, tres jardines internos una piscina climatizada y muchas cosas más que tal vez desconozca ya que no la piso desde hace seis años cuando empecé mis estudios superiores, siempre me encontraba con mi madre pero diferentes lugares del mundo, mi madre siempre ha sido muy atentas con nosotras, en este tiempo mi madre le ha hecho aproximadamente tres remodelaciones a la casa, mi amiga Alicia vivía a dos casas de la mía por cierto su madre y la mía se odian a muerte ya que la madre de Alicia fue la primera esposa de mi padre, Alicia es hija del segundo matrimonio de su madre tal vez por eso nos llevamos también, estudie en el Constance Billard School en la 93rd Street y Madison Avenue, si un colegió elitista solo para mujeres que recibe solo doscientas chicas entre sus lujosos muros, obviamente Alicia asistía conmigo, mi primer novio resulto ser un chico de Brooklyn, si una persona de un estilo de vida muy diferente a la mía, pero a mí no me importaba, en verdad lo amaba pero a él si le importo y me dejo, allí es donde entra la influencia negativa de mi madre que no hizo más que intentar alejarlo de mi hasta que lo logro, pero en esto también me ayudo la psicología, he logrado entenderla y perdonarla, mis vacaciones venían firmadas por un estilo muy peculiar, cada verano conocíamos un sitio diferente, aunque no lo crean antes de comenzar la universidad no repetí ni un solo sitio cada verano, mi madre se encargaba de llevarnos a lugares diferentes cada año, lo que implicaba no poder estar con mis amigos pero si poder conocer diversas culturas así que una cosa compensaba la otra, mi infancia y adolescencia se baso en esto más que en otra cosa, la única amiga que conservo de esa época es Alicia mi eterna confidente y compañera de compras, al entrar a la Universidad todo cambio, ahí era otra chica mas y una simple, no me distinguía de las demás solo era yo y mi forma de actuar determinaba la manera en que me trataban, no busque de entrar a una fraternidad simplemente me dedique a experimentar esa increíble libertad que el campus me regalaba, luego de un año conocí a mi otra mejor amiga, Andrea, ella venia de Washington, una chica súper amigable que desde el primer día se hizo amiga tanto de Alicia como mía, desde ese momento nos volvimos inseparables, ella era la más cuerda así que debía lidiar constantemente con nuestros ataques de locura, un año después aparece mi novio, si esa noche de la que no recuerdo nada más que la inmensa vergüenza que sentí al levantarme, en el tercer año de universidad, o sea un año después del incidente fue cuando coincidimos y empezamos a salir, no era mi intención tener una relación constante en la universidad pero el logro conquistarme, se valió de llevarme los apuntes para verme todos los días, inclusive el desayuno me lo llevaba a la cama, él es uno de los chicos mas lindos de la universidad inclusive del mundo me atrevería a decir, es uno de los Magnates Jonas, el chico perfecto para cualquier mujer, aunque eso poco me importo, claro que lo ayudo ya que podía pagar un repartidor de flores diariamente, nunca se genero ningún tipo de problema entre nosotros inclusive dejo su fama de Casanova para enseriarse conmigo, aun no le revelo de donde vengo, o sea si sabe quiénes son mis familiares incluso conoce a mi hermana pero no le he dicho de que clase social soy, me ayude quitándole una letra a mi apellido ya que mi padre es uno de sus socios y mi apellido es reconocido en el mundo de los negocios gracias a él, es que saben el no es diferente a los otros chicos, nuevamente la psicología, a los hombres les encanta sentirse importantes y protectores y yo simplemente dejo que el crea que lo necesito es por eso que acepte el trabajo en la compañía, aunque gane lo equivalente a mi mesada poco me importa siempre y cuando lo vea feliz y confiado, si he logrado tenerle mucho cariño.
Capítulo III
“El encuentro”
Ok, aquí estoy, ya mi novio le está dando vuelta al coche para abrirme la puerta, ahora entiendo lo que dice Alicia, no estoy lo suficientemente convencida de lo que estoy haciendo pero ya estoy aquí y debo enfrentarlo –ya estamos aquí amor– me dijo con una gran sonrisa, se la devolví inmediatamente, el hecho de que él no supiera mi estatus social no significaba que vendría como una cualquiera así que elegí un Dolce encantador
(http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=214&pos=33 )–Luces hermosa– me dijo al tomar mi mano para ayudarme a bajar –gracias cielo– le respondí y le di un pequeño beso, ahora si debo admitir mi nivel tan alto de nervios, la casa es muy linda sin duda alguna, al juzgar por el gran garaje reciben muchas visitas, mientras nos acercábamos mas a la entrada me di cuenta de algo, esto no era una simple reunión, se trataba de una fiesta, el ruido traspasaba las paredes de la casa, cada escalón que dirigía hacia la entrada principal estaba adornado por orquídeas, una hiedra hermosa forraba las columnas y el arco de la casa, sin duda alguna habían querido y logrado crear un hermoso estilo colonial, algo totalmente opuesto a lo que yo estaba acostumbrada, ahora si era el momento, me sostuve un poco de su brazo en espera de la sorpresa, ven que los psicólogos somos locos, el hecho de asimilar todas sus actitudes me daban escalofríos, tenia noventa por ciento de las características de querer pedirme matrimonio y no es que no lo quiera sino que no estoy preparada para casarme – ¡hola familia!– grito al terminar de abrir la puerta, el salón estaba lleno de gente que sin duda alguna debían ser familiares al juzgar por su reacción, todos se nos abalanzaron encima a darnos abrazos y besos –con que esta es la chica– decían varios al acercarse, estaba experimentando los síntomas del pre pánico, si la antesala a un verdadero ataque de pánico y es que nunca fui dada excesivo contacto corporal y menos con tanta gente –necesito ir al baño– le susurre –claro amor es la cuarta puerta a la derecha– a medida que caminaba tuve que resistir diferentes abrazos y besos – ¡ahaa!– solté todo e aire de golpe al entrar l cuarto de baño, sabía que tenía que respirar lentamente y sentarme o por lo menos eso es lo que enseñan en la universidad, tome mi celular y llame a Alicia:
– ¡no me lo vas a creer!–
– ¿Qué paso?–
– ¡Esto es una trampa!–
– ¿de qué me hablas?–
– ¡que esto no es una simple reunión, están todos aquí!–
–no tienes porque gritar tranquila–
– ¡Es que estoy a punto de tener un ataque de pánico!–
–tranquila, solo respira–
–ya lo intente y no es tan fácil como cuando lo enseñan–
–tranquila–
–de igual forma no estás segura–
–si estuvieras aquí te dieras cuenta del porque de mi reacción–
–bueno ya no puedes hacer nada, solo aléjate de él cuando estén solos–
–no es tan fácil–
–bueno entonces, dile que no y punto–
– ¿Qué te pasa?–
–si me estas llamando es porque no quieres aceptar su propuesta–
–no es eso es solo que no estoy segura–
–entonces no quieres–
–sabes, ya no me es productiva esta conversación, chao–
–bueno hablamos después, solo piensa lo que te dije, si no lo quieres no te cases–
–Bye– le colgué el teléfono, por eso es que los psicólogos no hablamos con un colega, nos terminan enredando más aun, golpeteo impertinente casi revienta la puerta, pero poco me importa, estoy en una crisis si pudiera me quedara aquí toda la noche – ¡será que se apura!– grita una voz masculina desde el otro lado de la puerta, su tono de voz expresaba impaciencia y hostigamiento, abrí la puerta de golpe pero me quede helada al ver sus ojos castaños y su penetrante mirada encontrándose con la mía –casi me hago encima–
–Pues yo no he terminado así que debes ir a otro tocador–
–Este es al que vine así que sal para poder ir que ya no aguanto–
–Hazte encima porque no he terminado– cuando intente cerrarle la puerta a ese grosero la detuvo y me hizo a un lado, nuestros cuerpos por una fracción de segundo rozaron pecho con pecho, no sé cómo describir esa sensación, pero fue algo extraño –bueno si quieres quédate yo igual pienso ir–
–Si eres grosero– simplemente se encogió de hombros al escucharme mientras se bajaba la cremallera del pantalón dándome la espalda, tardo un par de minutos, no sé porque me quede allí, solo lo hice, tal vez eso era mejor que salir a encontrarme con toda esa gente, de verdad él lo estaba disfrutando sus hombros estaban plenamente relajados y tenía una postura totalmente llena de confianza –listo– dijo luego de acomodarse –fue un placer compartir el baño contigo preciosa– y así como si nada salió del tocador, la rabia me había eliminado el pánico así que me retoque el poco maquillaje que llevaba y salí en dirección a la sala.
“El encuentro”
Ok, aquí estoy, ya mi novio le está dando vuelta al coche para abrirme la puerta, ahora entiendo lo que dice Alicia, no estoy lo suficientemente convencida de lo que estoy haciendo pero ya estoy aquí y debo enfrentarlo –ya estamos aquí amor– me dijo con una gran sonrisa, se la devolví inmediatamente, el hecho de que él no supiera mi estatus social no significaba que vendría como una cualquiera así que elegí un Dolce encantador
(http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=214&pos=33 )–Luces hermosa– me dijo al tomar mi mano para ayudarme a bajar –gracias cielo– le respondí y le di un pequeño beso, ahora si debo admitir mi nivel tan alto de nervios, la casa es muy linda sin duda alguna, al juzgar por el gran garaje reciben muchas visitas, mientras nos acercábamos mas a la entrada me di cuenta de algo, esto no era una simple reunión, se trataba de una fiesta, el ruido traspasaba las paredes de la casa, cada escalón que dirigía hacia la entrada principal estaba adornado por orquídeas, una hiedra hermosa forraba las columnas y el arco de la casa, sin duda alguna habían querido y logrado crear un hermoso estilo colonial, algo totalmente opuesto a lo que yo estaba acostumbrada, ahora si era el momento, me sostuve un poco de su brazo en espera de la sorpresa, ven que los psicólogos somos locos, el hecho de asimilar todas sus actitudes me daban escalofríos, tenia noventa por ciento de las características de querer pedirme matrimonio y no es que no lo quiera sino que no estoy preparada para casarme – ¡hola familia!– grito al terminar de abrir la puerta, el salón estaba lleno de gente que sin duda alguna debían ser familiares al juzgar por su reacción, todos se nos abalanzaron encima a darnos abrazos y besos –con que esta es la chica– decían varios al acercarse, estaba experimentando los síntomas del pre pánico, si la antesala a un verdadero ataque de pánico y es que nunca fui dada excesivo contacto corporal y menos con tanta gente –necesito ir al baño– le susurre –claro amor es la cuarta puerta a la derecha– a medida que caminaba tuve que resistir diferentes abrazos y besos – ¡ahaa!– solté todo e aire de golpe al entrar l cuarto de baño, sabía que tenía que respirar lentamente y sentarme o por lo menos eso es lo que enseñan en la universidad, tome mi celular y llame a Alicia:
– ¡no me lo vas a creer!–
– ¿Qué paso?–
– ¡Esto es una trampa!–
– ¿de qué me hablas?–
– ¡que esto no es una simple reunión, están todos aquí!–
–no tienes porque gritar tranquila–
– ¡Es que estoy a punto de tener un ataque de pánico!–
–tranquila, solo respira–
–ya lo intente y no es tan fácil como cuando lo enseñan–
–tranquila–
–de igual forma no estás segura–
–si estuvieras aquí te dieras cuenta del porque de mi reacción–
–bueno ya no puedes hacer nada, solo aléjate de él cuando estén solos–
–no es tan fácil–
–bueno entonces, dile que no y punto–
– ¿Qué te pasa?–
–si me estas llamando es porque no quieres aceptar su propuesta–
–no es eso es solo que no estoy segura–
–entonces no quieres–
–sabes, ya no me es productiva esta conversación, chao–
–bueno hablamos después, solo piensa lo que te dije, si no lo quieres no te cases–
–Bye– le colgué el teléfono, por eso es que los psicólogos no hablamos con un colega, nos terminan enredando más aun, golpeteo impertinente casi revienta la puerta, pero poco me importa, estoy en una crisis si pudiera me quedara aquí toda la noche – ¡será que se apura!– grita una voz masculina desde el otro lado de la puerta, su tono de voz expresaba impaciencia y hostigamiento, abrí la puerta de golpe pero me quede helada al ver sus ojos castaños y su penetrante mirada encontrándose con la mía –casi me hago encima–
–Pues yo no he terminado así que debes ir a otro tocador–
–Este es al que vine así que sal para poder ir que ya no aguanto–
–Hazte encima porque no he terminado– cuando intente cerrarle la puerta a ese grosero la detuvo y me hizo a un lado, nuestros cuerpos por una fracción de segundo rozaron pecho con pecho, no sé cómo describir esa sensación, pero fue algo extraño –bueno si quieres quédate yo igual pienso ir–
–Si eres grosero– simplemente se encogió de hombros al escucharme mientras se bajaba la cremallera del pantalón dándome la espalda, tardo un par de minutos, no sé porque me quede allí, solo lo hice, tal vez eso era mejor que salir a encontrarme con toda esa gente, de verdad él lo estaba disfrutando sus hombros estaban plenamente relajados y tenía una postura totalmente llena de confianza –listo– dijo luego de acomodarse –fue un placer compartir el baño contigo preciosa– y así como si nada salió del tocador, la rabia me había eliminado el pánico así que me retoque el poco maquillaje que llevaba y salí en dirección a la sala.
Bueno Espero Que Les Guste.
Ahhhh.... esta
interesante siguela
Primera LectOra....
interesante siguela
Primera LectOra....
- Código:
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Capítulo IV
“Incomodidades”
Inmediatamente mi novio me interceptó – ¿estás bien cielo?– me pregunto, seguro se había preocupado al notar que tardaba tanto en el tocador ya que no era ese estilo de mujer –si está todo bien cielo, solo estaba un poco nerviosa–
– ¿ya estás bien?–
–Si tranquilo–
– Bueno quiero que vengas a conocer a mi familia o por lo menos mi familia más directa– respire profundo mientras asentí con la cabeza, ahora si no tenía a donde escapar era el momento de asumir con responsabilidad las situaciones que yo mismo había generado –Mamá ella es (tun nombre) – rápidamente estudie su sonrisa, sus facciones expresaban felicidad, seguro no era muy común conocer a las novias de sus hijos, por la manera e intensidad como me abrazo denotaba ser una mujer muy amable y cariñosa –él es mi Papá–
– Mucho gusto– tomo mi mano muy gentilmente pero con determinación, lo que quiere decir que es un hombre amable pero que no duda ni un segundo en poner en su sitio las cosas cuando es necesario –él es mi hermano Joe–
–El mochilero–
–ese soy yo, mucho gusto cuñadita– me tomo desprevenida la confianza con que me abrazo –mi bro me ha hablado mucho de ti y no exagero con tu belleza–
–Gracias– sin duda alguna un chico muy energético y con mucha personalidad, obviamente era muy apuesto y relajado si no supiera su historia ignoraría el hecho de que es un egresado de Yale –y por último, mi hermano Nick, tengo otro pero está estudiando en Londres– allí estaba él sin duda quedo sorprendido al verme no se imaginaba que era yo a chica del baño, tenía sus manos en los bolsillos y sin más me dedico una forzada sonrisa –es un placer–
–Para nada el placer es mío, tiene una casa muy linda–
–Espero estés haciendo muy feliz a mi hijo mayor–
–Eso intento señora Denisse– me dedico una sonrisa, Nick no me quitaba la mirada de encima, claro después del espectáculo que dio en el tocador no es para menos, pero algo era extraño, no expresaba vergüenza con sus movimientos era algo mas como incomodidad, su mirada profunda se clavaba sobre mi directamente y no me lo ocultaba, en varias ocasiones pude notar como esperaba encontrar su mirada con la mía, en un par de ocasiones intente romper el hielo pero me ignoraba, la situación me hacía sentir incomoda nunca había tenido problemas al respecto –cielo ¿tengo algo en la cara, mal aliento o algo?– Kevin me miro un poco extrañado ante mi pregunto pero igual respondió –no mi vida estas bien– me dio un pequeño beso y siguió charlando con sus amigos ¿de qué se trataba esto? En dado caso era yo quien debía ignorarlo ya que él fue el grosero, Nick expresaba tanta seguridad cuando hablaba con los demás, se veía tan amable y jovial pero a mi simplemente me ignoraba, sentada estudiándolo note lo atractivo que era, sus rulos castaños ligeramente desordenados su cálida sonrisa y su hermoso cuerpo cubierto por un traje negro, sin duda alguna los tres hermanos eran hermosos pero cada uno en su estilo, no iba a permitir que esta situación me siguiera intrigando así que me acerque a él –hola ¿Cómo estás?–
–Bien, gracias– me respondió cortante, pero eso no me haría perder la paciencia – ¿Por qué no me diriges la palabra?– volteo a verme con una sonrisa de hostigamiento –porque no quiero– ahora si me irrito –eres un grosero– le dije antes de darle la espalda, y dirigirme junto a mi novio quien me esperaba para cenar todos juntos, otra característica peculiar de esta familia, muy pocas reuniones en estos días vienen acompañadas de una cena, simplemente tienen carácter de coctel y listo, al sentarme en la mesa noté como Joe y Nick discutían a un lado, aunque para los demás se podía tratar de una simple platica yo podía determinar las características de una discusión y esa definitivamente lo era, luego me percate a nombre de quien estaba reservado el puesto a mi lado, era para Nick, ahora si este tipo debe estar loco, no es para tanto fue un simple incidente, cada persona tomo asiento al ver como los mesoneros entraban con las bandejas en mano, Kevin se sentó a mi lado y Joe tomo el puesto de Nick, ahora si estoy ofendida y créanme no es para menos, Nick no probo bocado alguno, Kevin como era costumbre tomo comida de mi plato en varias ocasiones y además poco me importaba ya que no tenía nada de hambre, la situación con mi cuñado me había quitado el apetito –te amo– me dijo Kevin dándome un beso en la mejilla –yo también te amo– me sentí un poco extraña al decírselo pero no tenía ganas de pensar en ello en este momento –cuéntame Nick ¿te vas a venir a vivir a Los Ángeles?– dije rompiendo el hielo de la mesa, ahora si no podía ignorarme al frente de todos, si no me dejaba estudiarlo en privado lo obligaría a hacerlo en público –no lo sé– dijo sin subir la mirada del plato de comida intacto que tenia –y que piensas hacer entonces–
–nada ya veré–
–De alguna sucursal de la compañía se encargara– dijo Kevin interviniendo –si seguro lo hará amor, y dime ¿te gusto Oxford?–
–Si me gusto bastante y ahora dime tú ¿piensas casarte con mi hermano?– Kevin se ahogo al escucharlo, este tipo se las trae pensé al notar cómo me respondía y lograba callarme así como si nada descubrió mi punto débil –eso lo decidirán luego, me alegra que estés aquí cuñadita– dijo Joe interviniendo, me había sacado del juego en un solo movimiento era mas ágil de lo que imaginaba, lo peor es que se llenaba de su victoria con una gran sonrisa.
“Incomodidades”
Inmediatamente mi novio me interceptó – ¿estás bien cielo?– me pregunto, seguro se había preocupado al notar que tardaba tanto en el tocador ya que no era ese estilo de mujer –si está todo bien cielo, solo estaba un poco nerviosa–
– ¿ya estás bien?–
–Si tranquilo–
– Bueno quiero que vengas a conocer a mi familia o por lo menos mi familia más directa– respire profundo mientras asentí con la cabeza, ahora si no tenía a donde escapar era el momento de asumir con responsabilidad las situaciones que yo mismo había generado –Mamá ella es (tun nombre) – rápidamente estudie su sonrisa, sus facciones expresaban felicidad, seguro no era muy común conocer a las novias de sus hijos, por la manera e intensidad como me abrazo denotaba ser una mujer muy amable y cariñosa –él es mi Papá–
– Mucho gusto– tomo mi mano muy gentilmente pero con determinación, lo que quiere decir que es un hombre amable pero que no duda ni un segundo en poner en su sitio las cosas cuando es necesario –él es mi hermano Joe–
–El mochilero–
–ese soy yo, mucho gusto cuñadita– me tomo desprevenida la confianza con que me abrazo –mi bro me ha hablado mucho de ti y no exagero con tu belleza–
–Gracias– sin duda alguna un chico muy energético y con mucha personalidad, obviamente era muy apuesto y relajado si no supiera su historia ignoraría el hecho de que es un egresado de Yale –y por último, mi hermano Nick, tengo otro pero está estudiando en Londres– allí estaba él sin duda quedo sorprendido al verme no se imaginaba que era yo a chica del baño, tenía sus manos en los bolsillos y sin más me dedico una forzada sonrisa –es un placer–
–Para nada el placer es mío, tiene una casa muy linda–
–Espero estés haciendo muy feliz a mi hijo mayor–
–Eso intento señora Denisse– me dedico una sonrisa, Nick no me quitaba la mirada de encima, claro después del espectáculo que dio en el tocador no es para menos, pero algo era extraño, no expresaba vergüenza con sus movimientos era algo mas como incomodidad, su mirada profunda se clavaba sobre mi directamente y no me lo ocultaba, en varias ocasiones pude notar como esperaba encontrar su mirada con la mía, en un par de ocasiones intente romper el hielo pero me ignoraba, la situación me hacía sentir incomoda nunca había tenido problemas al respecto –cielo ¿tengo algo en la cara, mal aliento o algo?– Kevin me miro un poco extrañado ante mi pregunto pero igual respondió –no mi vida estas bien– me dio un pequeño beso y siguió charlando con sus amigos ¿de qué se trataba esto? En dado caso era yo quien debía ignorarlo ya que él fue el grosero, Nick expresaba tanta seguridad cuando hablaba con los demás, se veía tan amable y jovial pero a mi simplemente me ignoraba, sentada estudiándolo note lo atractivo que era, sus rulos castaños ligeramente desordenados su cálida sonrisa y su hermoso cuerpo cubierto por un traje negro, sin duda alguna los tres hermanos eran hermosos pero cada uno en su estilo, no iba a permitir que esta situación me siguiera intrigando así que me acerque a él –hola ¿Cómo estás?–
–Bien, gracias– me respondió cortante, pero eso no me haría perder la paciencia – ¿Por qué no me diriges la palabra?– volteo a verme con una sonrisa de hostigamiento –porque no quiero– ahora si me irrito –eres un grosero– le dije antes de darle la espalda, y dirigirme junto a mi novio quien me esperaba para cenar todos juntos, otra característica peculiar de esta familia, muy pocas reuniones en estos días vienen acompañadas de una cena, simplemente tienen carácter de coctel y listo, al sentarme en la mesa noté como Joe y Nick discutían a un lado, aunque para los demás se podía tratar de una simple platica yo podía determinar las características de una discusión y esa definitivamente lo era, luego me percate a nombre de quien estaba reservado el puesto a mi lado, era para Nick, ahora si este tipo debe estar loco, no es para tanto fue un simple incidente, cada persona tomo asiento al ver como los mesoneros entraban con las bandejas en mano, Kevin se sentó a mi lado y Joe tomo el puesto de Nick, ahora si estoy ofendida y créanme no es para menos, Nick no probo bocado alguno, Kevin como era costumbre tomo comida de mi plato en varias ocasiones y además poco me importaba ya que no tenía nada de hambre, la situación con mi cuñado me había quitado el apetito –te amo– me dijo Kevin dándome un beso en la mejilla –yo también te amo– me sentí un poco extraña al decírselo pero no tenía ganas de pensar en ello en este momento –cuéntame Nick ¿te vas a venir a vivir a Los Ángeles?– dije rompiendo el hielo de la mesa, ahora si no podía ignorarme al frente de todos, si no me dejaba estudiarlo en privado lo obligaría a hacerlo en público –no lo sé– dijo sin subir la mirada del plato de comida intacto que tenia –y que piensas hacer entonces–
–nada ya veré–
–De alguna sucursal de la compañía se encargara– dijo Kevin interviniendo –si seguro lo hará amor, y dime ¿te gusto Oxford?–
–Si me gusto bastante y ahora dime tú ¿piensas casarte con mi hermano?– Kevin se ahogo al escucharlo, este tipo se las trae pensé al notar cómo me respondía y lograba callarme así como si nada descubrió mi punto débil –eso lo decidirán luego, me alegra que estés aquí cuñadita– dijo Joe interviniendo, me había sacado del juego en un solo movimiento era mas ágil de lo que imaginaba, lo peor es que se llenaba de su victoria con una gran sonrisa.
Allí estaba yo en la piscina de la casa de mis suegros, el día era hermoso, de esos pocos que se ven de donde vengo, olvidando todas las obligaciones que se me atribuían en la universidad, sentía los rayos del sol atravesar el agua y tostarme ligeramente la piel, mi olfato podía captar esa combinación de olores que caracterizaban a un Estado en que los días de sol predominan, podía cerrar los ojos y dejar inundar mi rostro con aquella brisa cálida del verano, sentí como unas manos rodeaban mi cintura desnuda desde la espalda, sus manos se sentían tan frías como la nieve, tal vez por el agua pero me proporcionaban el calor que yo necesitaba, deje caer mi espalda sobre su pecho mientras el besaba mi cuello, sus manos se posaron lentamente sobre mis senos masajeándolos suavemente, gire mi cuerpo para encontrarme de frente con sus labios tiernos y carnosos, pero tan divino que sin duda alguna eran descendientes directos de la fruta prohibida del edén, un placer tan exquisito no podía ser de otro carácter sino prohibido, mi cuerpo se arqueo en sus brazos para amoldarse perfectamente al suyo, enrede mis manos en su castaña y sedosa cabellera, rodee sus caderas con mis piernas, en un solo movimiento de deshizo de las dos partes que conformaban mi bañador, podía sentir la potencia de su excitación aun a través de su short de baño, sentir su espalda perfectamente trabajada, sus fuertes e imponentes brazos me hacían perder los estribos –aquí voy– me dijo antes de penetrarme, me costó un poco recibirlo por completo –tranquila, relájate– me decía constantemente para tranquilizarme, pero eso no era lo que quería así que le di otro beso apasionado para obligarlo a continuar, sus removimientos aumentaban de ritmo, podía sentir como cada uno de sus músculos se contraía y expandían simétricamente para llenarme de placer, su intensa mirada nunca se separo de la mía, tal vez eso era el afrodisiaco mas grande, esa mirada que sin pronunciar palabra describía todo lo que sentía o quería, había logrado descubrir que se podía sudar bajo el agua, cuando ya nuestros músculos no nos permitían continuar, nos estremecimos en los brazos el uno del otro, sus labios absorbieron los míos inmediatamente, como si se tratara de algo que fuera a acabarse en cualquier momento, algo que sin poder hacer nada llegaría a su final, habíamos logrado conquistar la cima del clímax –eres maravillosa–
–tu también lo eres Nick– me beso nuevamente, Nick había logrado llenarme completamente, de repente escuche como unos gritos se hacía cada vez más fuertes, una sonrisa no se desaparecía de su rostro a medida que se acercaban a nosotros –nos vemos luego linda, volveré por ti– me dijo
– ¡Tn________! ¡tn________!– allí fue cuando abrí los ojos y me percate de lo que había sucedido, acababa de tener un sueño intimo con Nick, un sueño intimo con el hermano de mi novio y futuro prometido – ¿Qué pasa?– le pregunté a Kevin aun un poco aturdida –tenias una pesadilla, estabas gritando ¿estás bien?–
–si estoy bien, tranquilo, vuelve a dormir–
– ¿estás segura? Podemos platicarlo si lo deseas– y ¿qué le diría? Que acababa de tener relaciones con un hombre diferente a él en mis sueños y que ese hombre era nada más y nada menos que su hermano
–Si estoy segura, ya duérmete– le dije antes de darle un pequeño beso para tranquilizarlo y se volviera a dormir, ahora había algo que estaba claro ese sueño podría calificarse como todo menos como una pesadilla.
–tu también lo eres Nick– me beso nuevamente, Nick había logrado llenarme completamente, de repente escuche como unos gritos se hacía cada vez más fuertes, una sonrisa no se desaparecía de su rostro a medida que se acercaban a nosotros –nos vemos luego linda, volveré por ti– me dijo
– ¡Tn________! ¡tn________!– allí fue cuando abrí los ojos y me percate de lo que había sucedido, acababa de tener un sueño intimo con Nick, un sueño intimo con el hermano de mi novio y futuro prometido – ¿Qué pasa?– le pregunté a Kevin aun un poco aturdida –tenias una pesadilla, estabas gritando ¿estás bien?–
–si estoy bien, tranquilo, vuelve a dormir–
– ¿estás segura? Podemos platicarlo si lo deseas– y ¿qué le diría? Que acababa de tener relaciones con un hombre diferente a él en mis sueños y que ese hombre era nada más y nada menos que su hermano
–Si estoy segura, ya duérmete– le dije antes de darle un pequeño beso para tranquilizarlo y se volviera a dormir, ahora había algo que estaba claro ese sueño podría calificarse como todo menos como una pesadilla.
Capítulo VI
“Evasiones”
Baje las escaleras mas dormida que despierta, después de que Kevin me despertó no pude pegar un ojo en lo que resto de noche, la mañana era calurosa y soleada, aun bajo la protección de los altos y anchos techos de la mansión se podía sentir el calor abrazador, Denisse ya se encontraba en la cocina, otro comportamiento ejemplar, como toda una ama de casa preparaba el desayuno sin ayuda alguna, no tenia recuerdo alguno de de mi madre atravesando la entrada de su lujosa y sofisticada cocina, Denisse me recibió con una gran sonrisa al percatarse de mi presencia –falta poco para el desayuno hija– examine toda la cocina y note que había logrado preparar todo un banquete y su rostro o cuerpo no expresaba cansancio o desagrado, todo lo contraria parecía agradarle – ¿todo lo ha preparado usted?– afloro una sonrisa en su rostro –si– respondió orgullosa y debía estarlo yo quedo agotada con un simple sándwich
–Es lo que se aprende luego de criar cuatro varones–
–tiene razón, yo no me creo capaz de resistirlo–
–créeme hija podrás hacerlo, además la familias de hoy no tiene tantos chicos–
–si eso es cierto ¿en qué puedo ayudarla?–
–bueno ya todo está listo, pero puedes ayudar con la mesa ¿te parece?–
–claro, sería un honor colaborar– le respondí y con toda disposición tome la vajilla que me indico, mientras acomodaba todo no pude evitar pensar e intentar analizar el sueño que tuve la noche anterior ¿De qué se trataba? Estaba clara en que Nick es atractivo pero de allí a soñar con él es mucho sin contar que es el hermano de mi novio, estaba inmersa en mis pensamientos tratando de recordar una cátedra de la universidad o un libro que me hubiera leído que describiera mi actitud, pero no podía recordar nada, abrí la puerta que separa el comedor de la cocina un poco distraída cuando por accidente choque con alguien, logre escuchar rugir su pecho ante el impacto –lo siento no…– al subir la mirada me encontré con la suya, Nick estaba parao a muy pocos centímetros de mi, podía sentir su respiración chocar contra mi frente, su mirada era igual de intensa y penetrante que en el sueño, lo reflejos de Nick actuaron inmediatamente para sostener en el aire los objetos que traía en mis manos –lo siento– dije mientras continuaba mi camino rápidamente en dirección a Denisse, evadiéndolo directamente –hija ¿Qué sucede? Estas colorada ¿te sientes bien?–
–Si estoy bien– le respondí mientras me llevaba un vaso de agua entero a la garganta – ¿me das un poco?– me pregunto Nick acercándose a mí con los ojos sigilosos, como si estuviera queriendo comprobar algo, como si supiera algo
–Claro– le serví rápidamente para evitar que mis manos revelaran el estado de mis nervios –voy a buscar a Kevin– dije ya cuando estaba saliendo de la cocina, me recosté de una pared para intentar retomar el aliento y el control de mi cuerpo que estaba echo un mar de nervios –hola amor– dijo Kevin mientras bajaba las escaleras –hola cielo– le respondí con una sonrisa – ¿estás bien? estas sonrojada– de nuevo la misma pregunta –si estoy bien, solo tengo calor–
–A bueno, vamos a comer– me dijo mientras tomaba mi mano
–Debo ir a buscar a Joe– le dije intentando evitar entrar a la misma habitación en donde se encontraba Nick –tranquila cuñadita aquí estoy– dijo él incorporándose a la conversación, ¡magnifico! ¿Por qué no aparece un ataque de pánico cuando lo necesito? Ya sin poder dar una excusa más me dirigí junto a Kevin y Joe al comedor, Nick se sentó al frente mío, no me atreví a cruzar mi mirada con la de él en ningún momento, todos estaban muy animados, el señor Paul había salido temprano así que solo éramos nosotros cinco, todos comían excepto Nick y yo, yo por razones obvias pero no sabía porque Nick no lo hacía, podía sentir su mirada clavada sobre mi pero no me atrevía a verificarlo –bueno estuvo todo delicioso, fue un placer compartir con ustedes…Kevin voy a cambiarme– dije mientras me levantaba de la mesa, necesitaba salir de esa habitación lo antes posible, antes de ser yo la que necesitara un psicólogo –tn_________ espera el postre– al escuchar su voz quede helada, mis músculos no respondían –tranquilo no tengo apetito, pero gracias Nick–
–Insisto, los postres de mi madre son divinos–
–Es cierto amor–
–Seguro que lo son, pero podre probarlos en otro momento–
–Claro que lo harás– intervino Denisse sacándome de la situación
–El postre de tn_______ es mío– dijo Joe inmediatamente provocando que todos riéramos, salir de ahí me provoco un alivio enorme.
“Evasiones”
Baje las escaleras mas dormida que despierta, después de que Kevin me despertó no pude pegar un ojo en lo que resto de noche, la mañana era calurosa y soleada, aun bajo la protección de los altos y anchos techos de la mansión se podía sentir el calor abrazador, Denisse ya se encontraba en la cocina, otro comportamiento ejemplar, como toda una ama de casa preparaba el desayuno sin ayuda alguna, no tenia recuerdo alguno de de mi madre atravesando la entrada de su lujosa y sofisticada cocina, Denisse me recibió con una gran sonrisa al percatarse de mi presencia –falta poco para el desayuno hija– examine toda la cocina y note que había logrado preparar todo un banquete y su rostro o cuerpo no expresaba cansancio o desagrado, todo lo contraria parecía agradarle – ¿todo lo ha preparado usted?– afloro una sonrisa en su rostro –si– respondió orgullosa y debía estarlo yo quedo agotada con un simple sándwich
–Es lo que se aprende luego de criar cuatro varones–
–tiene razón, yo no me creo capaz de resistirlo–
–créeme hija podrás hacerlo, además la familias de hoy no tiene tantos chicos–
–si eso es cierto ¿en qué puedo ayudarla?–
–bueno ya todo está listo, pero puedes ayudar con la mesa ¿te parece?–
–claro, sería un honor colaborar– le respondí y con toda disposición tome la vajilla que me indico, mientras acomodaba todo no pude evitar pensar e intentar analizar el sueño que tuve la noche anterior ¿De qué se trataba? Estaba clara en que Nick es atractivo pero de allí a soñar con él es mucho sin contar que es el hermano de mi novio, estaba inmersa en mis pensamientos tratando de recordar una cátedra de la universidad o un libro que me hubiera leído que describiera mi actitud, pero no podía recordar nada, abrí la puerta que separa el comedor de la cocina un poco distraída cuando por accidente choque con alguien, logre escuchar rugir su pecho ante el impacto –lo siento no…– al subir la mirada me encontré con la suya, Nick estaba parao a muy pocos centímetros de mi, podía sentir su respiración chocar contra mi frente, su mirada era igual de intensa y penetrante que en el sueño, lo reflejos de Nick actuaron inmediatamente para sostener en el aire los objetos que traía en mis manos –lo siento– dije mientras continuaba mi camino rápidamente en dirección a Denisse, evadiéndolo directamente –hija ¿Qué sucede? Estas colorada ¿te sientes bien?–
–Si estoy bien– le respondí mientras me llevaba un vaso de agua entero a la garganta – ¿me das un poco?– me pregunto Nick acercándose a mí con los ojos sigilosos, como si estuviera queriendo comprobar algo, como si supiera algo
–Claro– le serví rápidamente para evitar que mis manos revelaran el estado de mis nervios –voy a buscar a Kevin– dije ya cuando estaba saliendo de la cocina, me recosté de una pared para intentar retomar el aliento y el control de mi cuerpo que estaba echo un mar de nervios –hola amor– dijo Kevin mientras bajaba las escaleras –hola cielo– le respondí con una sonrisa – ¿estás bien? estas sonrojada– de nuevo la misma pregunta –si estoy bien, solo tengo calor–
–A bueno, vamos a comer– me dijo mientras tomaba mi mano
–Debo ir a buscar a Joe– le dije intentando evitar entrar a la misma habitación en donde se encontraba Nick –tranquila cuñadita aquí estoy– dijo él incorporándose a la conversación, ¡magnifico! ¿Por qué no aparece un ataque de pánico cuando lo necesito? Ya sin poder dar una excusa más me dirigí junto a Kevin y Joe al comedor, Nick se sentó al frente mío, no me atreví a cruzar mi mirada con la de él en ningún momento, todos estaban muy animados, el señor Paul había salido temprano así que solo éramos nosotros cinco, todos comían excepto Nick y yo, yo por razones obvias pero no sabía porque Nick no lo hacía, podía sentir su mirada clavada sobre mi pero no me atrevía a verificarlo –bueno estuvo todo delicioso, fue un placer compartir con ustedes…Kevin voy a cambiarme– dije mientras me levantaba de la mesa, necesitaba salir de esa habitación lo antes posible, antes de ser yo la que necesitara un psicólogo –tn_________ espera el postre– al escuchar su voz quede helada, mis músculos no respondían –tranquilo no tengo apetito, pero gracias Nick–
–Insisto, los postres de mi madre son divinos–
–Es cierto amor–
–Seguro que lo son, pero podre probarlos en otro momento–
–Claro que lo harás– intervino Denisse sacándome de la situación
–El postre de tn_______ es mío– dijo Joe inmediatamente provocando que todos riéramos, salir de ahí me provoco un alivio enorme.
Capítulo VII
“El coche”
Mientras me cambiaba de vestimenta pude pensar con cabeza fría en la situación del desayuno ¿Qué hizo que Nick me hablara precisamente en ese momento? Ahora si entendía, Nick era más suspicaz de lo que creía, se había dado cuenta de que lo evadía y se había aprovechado de la situación para hacerme sentir incomoda, pero la pregunta real era ¿Por qué lo había hecho? ¿Qué ganaba incomodándome? Baje las escaleras ya lista para salir con mi novio ( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=168&pos=43 ) –ya estoy lista cielo– le dije a Kevin al verlo esperando en el living –estas hermosa pero debemos esperar a Joe y a Nick– debí haber pensado en eso, seguro vendría ya conocía la manera de incomodarme pero se llevaría una sorpresa –ya estamos listos– dijo Joe entrando junto a Nick a la habitación
–Estas muy linda cuñadita– me dijo Joe
–Gracias– le dedique una sonrisa, pude notar como Nick me veía completamente, subía y bajaba su mirada constantemente, también pude evaluar su reacción al notar que no le desvié la mirada, entrecerró los ojos al encontrar su mirada con la mía directamente, eso era señal de que reestructuraba un plan o una situación, salimos en dos coches separados, Nick iba en su deportivo y Kevin llevaría su camioneta –amor voy a ir con tu hermano– note como Nick se quedaba en el sitio, eso tampoco se lo esperaba y yo tampoco, fue puro instinto fue algo así como un reflejo, no sabía porque había dicho eso pero sería una buena idea, allí no podría escapara de mis preguntas – ¿estás segura?– me pregunto Kevin –completamente, no lo he conocido lo suficiente–
–Tiene razón, ¡me la cuidas!– le grito Kevin a Nick después de darme un beso, el auto de Nick era muy al estilo Ingles, un deportivo negro descapotable, los asientos despedían ese olor a cuero verdadero, sin duda alguna un auto muy exclusivo, gire mi cuerpo para poder verlo al rostro y así evaluar sus gestos
–Entonces ¿vas a ejercer tu carrera?– era un poco estúpida la pregunta pero con algo debía comenzar, voltio su rostro sorprendido, una vez más logre sorprenderlo, no se esperaba una pregunta tan simple –aun no lo sé– me dijo encogiéndose de hombros, por un momento me vi perdida en su hermosa y enrulada cabellera sus fuertes manos posadas de una manera tan segura al volante – ¿y tú? ¿Piensas ejercer tu carrera?–
–Claro que si–
– ¿De dónde eres?–
–Nueva York–
– ¿De qué parte?–
–Central Park–
–Un sector muy opulento– ¡mierda! Pensé al notar como había cometido mi primer error –si un poco, pero no tanto–
–Estas mintiéndome–
–Claro que no–
–Tú eres psicóloga y yo Politólogo, yo sé leer también las expresiones de la gente y tú estás mintiendo, además yo he ido y se te nota la clase social–
–Pues te estás equivocando, pero no voy a discutir por eso ¿Por qué no te agrado?–
– ¿Por qué me evadías esta mañana?–
–yo te pregunte esta primero–
–y yo no te pienso responder hasta que tú me respondas–
–Pues no lo voy a hacer porque no es justo– se encogió de hombros al escucharme y prendió el equipo de sonido a todo volumen, el aire golpeaba su cabello de una manera tan hermosa que me aturdía – ¡¿Qué haces?!– grito al ver que tomaba el CD que escuchaba y lo sacaba del equipo –no me gusta ese grupo–
– ¡es mi coche y oigo lo que se me da la gana en él!–
–Pues lo siento– le dije antes de aventarlo por la ventanilla, sus ojos brillaron de furia –ya llegamos– le dije al ver que Kevin se detenía la frente de nosotros –te salvas porque eres la novia de mi hermano– Nick azotó la puerto del coche con fuerza al bajarse – ¿Qué sucedió?– me pregunto Joe al ver que Nick entraba al centro comercial furioso –tú hermano es muy delicado– le respondí como si nada mientras tomaba la mano de Kevin.
“El coche”
Mientras me cambiaba de vestimenta pude pensar con cabeza fría en la situación del desayuno ¿Qué hizo que Nick me hablara precisamente en ese momento? Ahora si entendía, Nick era más suspicaz de lo que creía, se había dado cuenta de que lo evadía y se había aprovechado de la situación para hacerme sentir incomoda, pero la pregunta real era ¿Por qué lo había hecho? ¿Qué ganaba incomodándome? Baje las escaleras ya lista para salir con mi novio ( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=168&pos=43 ) –ya estoy lista cielo– le dije a Kevin al verlo esperando en el living –estas hermosa pero debemos esperar a Joe y a Nick– debí haber pensado en eso, seguro vendría ya conocía la manera de incomodarme pero se llevaría una sorpresa –ya estamos listos– dijo Joe entrando junto a Nick a la habitación
–Estas muy linda cuñadita– me dijo Joe
–Gracias– le dedique una sonrisa, pude notar como Nick me veía completamente, subía y bajaba su mirada constantemente, también pude evaluar su reacción al notar que no le desvié la mirada, entrecerró los ojos al encontrar su mirada con la mía directamente, eso era señal de que reestructuraba un plan o una situación, salimos en dos coches separados, Nick iba en su deportivo y Kevin llevaría su camioneta –amor voy a ir con tu hermano– note como Nick se quedaba en el sitio, eso tampoco se lo esperaba y yo tampoco, fue puro instinto fue algo así como un reflejo, no sabía porque había dicho eso pero sería una buena idea, allí no podría escapara de mis preguntas – ¿estás segura?– me pregunto Kevin –completamente, no lo he conocido lo suficiente–
–Tiene razón, ¡me la cuidas!– le grito Kevin a Nick después de darme un beso, el auto de Nick era muy al estilo Ingles, un deportivo negro descapotable, los asientos despedían ese olor a cuero verdadero, sin duda alguna un auto muy exclusivo, gire mi cuerpo para poder verlo al rostro y así evaluar sus gestos
–Entonces ¿vas a ejercer tu carrera?– era un poco estúpida la pregunta pero con algo debía comenzar, voltio su rostro sorprendido, una vez más logre sorprenderlo, no se esperaba una pregunta tan simple –aun no lo sé– me dijo encogiéndose de hombros, por un momento me vi perdida en su hermosa y enrulada cabellera sus fuertes manos posadas de una manera tan segura al volante – ¿y tú? ¿Piensas ejercer tu carrera?–
–Claro que si–
– ¿De dónde eres?–
–Nueva York–
– ¿De qué parte?–
–Central Park–
–Un sector muy opulento– ¡mierda! Pensé al notar como había cometido mi primer error –si un poco, pero no tanto–
–Estas mintiéndome–
–Claro que no–
–Tú eres psicóloga y yo Politólogo, yo sé leer también las expresiones de la gente y tú estás mintiendo, además yo he ido y se te nota la clase social–
–Pues te estás equivocando, pero no voy a discutir por eso ¿Por qué no te agrado?–
– ¿Por qué me evadías esta mañana?–
–yo te pregunte esta primero–
–y yo no te pienso responder hasta que tú me respondas–
–Pues no lo voy a hacer porque no es justo– se encogió de hombros al escucharme y prendió el equipo de sonido a todo volumen, el aire golpeaba su cabello de una manera tan hermosa que me aturdía – ¡¿Qué haces?!– grito al ver que tomaba el CD que escuchaba y lo sacaba del equipo –no me gusta ese grupo–
– ¡es mi coche y oigo lo que se me da la gana en él!–
–Pues lo siento– le dije antes de aventarlo por la ventanilla, sus ojos brillaron de furia –ya llegamos– le dije al ver que Kevin se detenía la frente de nosotros –te salvas porque eres la novia de mi hermano– Nick azotó la puerto del coche con fuerza al bajarse – ¿Qué sucedió?– me pregunto Joe al ver que Nick entraba al centro comercial furioso –tú hermano es muy delicado– le respondí como si nada mientras tomaba la mano de Kevin.
Capítulo VIII
“Interacciones”
Pasamos toda la tarde comprando, Nick no paro con nosotros en ningún momento, debo admitir que me quemaba la curiosidad ¿Qué estaría haciendo? ¿Con quien lo estaría haciendo? ya mañana se acaba el fin de semana, tendría que irme y no había logrado descubrir nada sobre aquel hombre que se metía en mis sueños, Alicia y Andrea ya estaban al tanto de mi situación, ambas me pidieron que me alejara se él y sin duda estaban en lo cierto ya que era el hermano de mi novio pero era algo más profundo que eso, no se trataba de la atracción que sentía por su cuerpo, todo giraba en torno a su actitud, su forma de actuar y pensar, nunca me había sido tan difícil congeniar y estudiar a una persona ¿En qué me estaba metiendo? ¿Seré capaz de salir luego? Kevin se portaba igual que siempre conmigo era todo un caballero, no pensaba hacerle daño ya que ni siquiera pensaba en dejarlo, solo quería conocer la manera de pensar de Nicholas Jonas, Joe nos acompaño toda la tarde hasta que se encontró con una vieja “amiga” y decidió irse con ella, él era todo lo contrario a Nick, era más fácil de interpretar, tal vez por eso no me perturbaba en lo absoluto, nos fuimos a la casa después de recorrer todas las tiendas, subí a nuestra habitación para acomodar las maletas para nuestra partida –amor voy a llevar a mi madre a cenar ¿quieres venir?– me dijo luego Kevin
–Amor creo que debes pasar un tiempo a solas con tu madre–
– ¿Segura?–
–Absolutamente– se despidió de mi y salió de la habitación, no quería quedarme sola pero Kevin debía dedicarle aunque sea una sola noche toda su atención a su madre, al pasar veinte minutos la casa estaba completamente sola, solo yo me encontraba en esa mansión al entrar la noche y no era algo que me agradara, baje las escaleras en busca de algo para comer –hola– me dijo alguien a mi espalda provocando que dejara caer lo que tenía en las manos al suelo –gracias Nick por asustarme– me agache a recoger lo que había derramado –déjame ayudarte– por una mínima fracción de segundo sus dedos chocaron con los míos y nuestras miradas se encontraron intensamente –no te preocupes, yo puedo sola– le dije cuando recupere la cordura – ¿siempre eres tan testaruda?–pregunto ignorando mi comentario –eso dicen– soltó una carcajada –pobre de mi hermano– aun se reía, su sonrisa tan monumentalmente hermosa me irritaba –eres aun más linda cuando te molestas– esta actitud si la conocía, Nick me estaba cortejando –Nick ya basta–
–No he dicho nada–
–sabes que si– le dije al levantarme y dirigirme al estante de lavado –voy a subir– le comenté al terminar de ordenar todo, al dirigirme hacia la entrada de la cocina su mano me detuvo, se sentía tal cual lo había soñado, eran manos fuertes pero delicadas –deberías comer algo– para cuando me dijo esto nuestras miradas estaban plenamente compenetradas, era muy fácil perderse en sus ojos castaños –tranquilo, Kevin me traerá algo– pude notar como sus ojos atravesaban un periodo se incomodidad –acompáñame a comer, no me gusta hacerlo solo– me lo pidió de la manera más cordial y amable existente
–Solo sé preparara panqueques–le dije aceptando su invitación –eso es más que suficiente para mí– me respondió con una gran sonrisa, Nick se encargaba de pasarme los implementos mientras yo cocinaba y preparaba las cosas
– ¿Crees que sean suficientes seis?–
–Para mí solo si, pero al juzgar por el olor podría llegar a ocho o nueve–
–no puede ser ¿en serio?–
– ¿Qué pasa?–
–Comes como un troglodita, dije seis para los dos– sus mejillas se coloraron inmediatamente –tranquilo, te llevarías bien con el novio de mi hermana, él se come ocho también, solo come mis panqueques cuando la visita en el campus, a Patricia le da un poco de celos– vi como aparecía de nuevo esa mirada entrecerrada
– ¿tienes hermana?–
–si una, es dos años menor que yo, va a la misma universidad–
–tus padres deben estar orgullosos ¿viven en Nueva York?–
–Nuestra madre si, el padre de ella vive en Washington y mi padre en Londres, somos una familia un poco complicada–
–En estos tiempos eso es normal, muy pocas familias mantienen su estructura–
–Muy bien Nick, podrías ser psicólogo–
–Solo si tú me enseñas como– de nuevo esa mirada tan intensa se entrelazaba con la mía –Pruébalas– le dije mientras le llevaba con mi tenedor un pedazo a su boca, evitando así caer en el tema, Nick me pidió otro pedazo, saboreo un poco, volvió a pedirme otro –esta divino, tu hermana tiene razón de estar celosa, incluso me comería más de ocho– los dos nos reímos, Nick estaba actuando de una manera diferente, inclusive una manera que me gustaba.
“Interacciones”
Pasamos toda la tarde comprando, Nick no paro con nosotros en ningún momento, debo admitir que me quemaba la curiosidad ¿Qué estaría haciendo? ¿Con quien lo estaría haciendo? ya mañana se acaba el fin de semana, tendría que irme y no había logrado descubrir nada sobre aquel hombre que se metía en mis sueños, Alicia y Andrea ya estaban al tanto de mi situación, ambas me pidieron que me alejara se él y sin duda estaban en lo cierto ya que era el hermano de mi novio pero era algo más profundo que eso, no se trataba de la atracción que sentía por su cuerpo, todo giraba en torno a su actitud, su forma de actuar y pensar, nunca me había sido tan difícil congeniar y estudiar a una persona ¿En qué me estaba metiendo? ¿Seré capaz de salir luego? Kevin se portaba igual que siempre conmigo era todo un caballero, no pensaba hacerle daño ya que ni siquiera pensaba en dejarlo, solo quería conocer la manera de pensar de Nicholas Jonas, Joe nos acompaño toda la tarde hasta que se encontró con una vieja “amiga” y decidió irse con ella, él era todo lo contrario a Nick, era más fácil de interpretar, tal vez por eso no me perturbaba en lo absoluto, nos fuimos a la casa después de recorrer todas las tiendas, subí a nuestra habitación para acomodar las maletas para nuestra partida –amor voy a llevar a mi madre a cenar ¿quieres venir?– me dijo luego Kevin
–Amor creo que debes pasar un tiempo a solas con tu madre–
– ¿Segura?–
–Absolutamente– se despidió de mi y salió de la habitación, no quería quedarme sola pero Kevin debía dedicarle aunque sea una sola noche toda su atención a su madre, al pasar veinte minutos la casa estaba completamente sola, solo yo me encontraba en esa mansión al entrar la noche y no era algo que me agradara, baje las escaleras en busca de algo para comer –hola– me dijo alguien a mi espalda provocando que dejara caer lo que tenía en las manos al suelo –gracias Nick por asustarme– me agache a recoger lo que había derramado –déjame ayudarte– por una mínima fracción de segundo sus dedos chocaron con los míos y nuestras miradas se encontraron intensamente –no te preocupes, yo puedo sola– le dije cuando recupere la cordura – ¿siempre eres tan testaruda?–pregunto ignorando mi comentario –eso dicen– soltó una carcajada –pobre de mi hermano– aun se reía, su sonrisa tan monumentalmente hermosa me irritaba –eres aun más linda cuando te molestas– esta actitud si la conocía, Nick me estaba cortejando –Nick ya basta–
–No he dicho nada–
–sabes que si– le dije al levantarme y dirigirme al estante de lavado –voy a subir– le comenté al terminar de ordenar todo, al dirigirme hacia la entrada de la cocina su mano me detuvo, se sentía tal cual lo había soñado, eran manos fuertes pero delicadas –deberías comer algo– para cuando me dijo esto nuestras miradas estaban plenamente compenetradas, era muy fácil perderse en sus ojos castaños –tranquilo, Kevin me traerá algo– pude notar como sus ojos atravesaban un periodo se incomodidad –acompáñame a comer, no me gusta hacerlo solo– me lo pidió de la manera más cordial y amable existente
–Solo sé preparara panqueques–le dije aceptando su invitación –eso es más que suficiente para mí– me respondió con una gran sonrisa, Nick se encargaba de pasarme los implementos mientras yo cocinaba y preparaba las cosas
– ¿Crees que sean suficientes seis?–
–Para mí solo si, pero al juzgar por el olor podría llegar a ocho o nueve–
–no puede ser ¿en serio?–
– ¿Qué pasa?–
–Comes como un troglodita, dije seis para los dos– sus mejillas se coloraron inmediatamente –tranquilo, te llevarías bien con el novio de mi hermana, él se come ocho también, solo come mis panqueques cuando la visita en el campus, a Patricia le da un poco de celos– vi como aparecía de nuevo esa mirada entrecerrada
– ¿tienes hermana?–
–si una, es dos años menor que yo, va a la misma universidad–
–tus padres deben estar orgullosos ¿viven en Nueva York?–
–Nuestra madre si, el padre de ella vive en Washington y mi padre en Londres, somos una familia un poco complicada–
–En estos tiempos eso es normal, muy pocas familias mantienen su estructura–
–Muy bien Nick, podrías ser psicólogo–
–Solo si tú me enseñas como– de nuevo esa mirada tan intensa se entrelazaba con la mía –Pruébalas– le dije mientras le llevaba con mi tenedor un pedazo a su boca, evitando así caer en el tema, Nick me pidió otro pedazo, saboreo un poco, volvió a pedirme otro –esta divino, tu hermana tiene razón de estar celosa, incluso me comería más de ocho– los dos nos reímos, Nick estaba actuando de una manera diferente, inclusive una manera que me gustaba.
Capítulo IX
“Verdades”
Allí estaba con Nick a pocos centímetros de mi, sin saber porque las manos comenzaron a temblarme, miento claro que sabia él porque pero no quería admitirlo, tenerlo así de cerca me ponía sumamente nerviosa, pequeños relámpagos del sueño anterior me venían a la mente y sin pensarlo ya deseaba probar sus labios, se levanto de la mesa en dirección al refrigerador – ¿quieres helado?– me pregunto –si, por favor–
– ¿de qué sabor?–
–Solo me gusta el mantecado–
– ¿Por qué?–
–No lo sé, solo me gusta ese– Nick sirvió helado para los dos, pero complico todo al hacerlo –entonces comeremos solo mantecado– dijo al poner solo un envase en la mesa, si solo sirvió un postre y esperaba que lo compartiéramos, no se que tramaba o que pretendía hacer, pero lo que fuera estaba haciendo que me confundiera – ¿A dónde vas?– me pregunto al ver que me levantaba de la silla –te falto una cucharilla–
–No hace falta– tomo la pequeña cucharilla de postres entre sus grandes dedos y la dirigió hacia mis labios, fue un movimiento tan limpio y seductor que no pude resistirme, así pasamos los próximos diez minutos el se encargaba de darnos a ambos el postre
– ¿Cuál es tu comida preferida tn_______?–
–Creo que no tengo ninguna, pero me encanta la comida cantonesa–
–Es muy buena, me gusta bastante, tal vez un día podremos ir a un restaurante cantones–
–Claro que podremos–
–Veo que te gusta mucho la coca cola dietética– le dije al notar que ya se había tomado dos latas
–Sí, es mi bebida favorita–
–A mí también me gusta, pero prefiero los batidos naturales–
– ¿Alguno en especial?–
–Sí, el de fresa–
–Dime ¿Por qué me estuviste evitando esta mañana?–
–Nick, ya te dije que no te pienso responder hasta que me respondas mi pregunta–
– ¿vas a seguir con eso?
–Claro–
–Podrías repetirme la pregunta– me dijo haciéndose en desentendido
– ¿Por qué te desagrado?
–No puedo responderte eso simplemente si me agradas– me levante de la silla molesta al ver que no había hecho más que tomarme el pelo, pero me detuvo de nuevo sosteniendo mi mano con la suya –espera–
– ¿me vas a responder?–
–Solo si prometes que te quedas–
–Lo prometo– para cuando dije esto ya se encontraba de pie arrinconándome contra uno de los estantes, se acerco tanto que su pecho rozaba el mío, sus dos manos tomaban las mías a la altura de mis caderas –te odie porque nunca desee tanto a una mujer que no puedo tener– me dejo fría ante su respuesta, ahora veo lo que me quiso dar a entender Alicia no se trataba de mi comportamiento sino del de él, y claro las señales estaban ahí, es por eso que tan repentinamente me odiaba, claro para el existía una barrera muy grande, su hermano, Kevin estaba de por medio ¿Cómo no vi todo esto? –siempre tuve todas las mujeres que quise cuando yo lo disponía pero contigo es diferente…eres la novia de mi hermano– las últimas palabras provocaron un rugido en su pecho, salieron con dificultad de su garganta, como si se tratara de algo difícil de tragar o en este caso asimilar, sus labios estaban sobre mi cabello, sentía como le olía, hasta que perdí la razón del momento cuando sentí sus labios tocar mi mejilla –Nick, ya basta– dije casi en un susurro ininteligible, sus labios fueron moviéndose lentamente alrededor de mi rostro hasta llegar a mi cuello, rodio mi cuello con una de sus manos para tener un mejor agarre y en ese preciso momento me beso, fue un beso dulce, tierno y lento, mientras su mano dirigía mi cuello la otra aferraba mi cintura contra su cuerpo, no había exagerado en mi sueño, sus besos eran deliciosos, pero definitivamente prohibidos -Nick ya basta– le dije en el momento en que desvió su boca hasta mi cuello para dejarme respirar –lo sé, lo sé, solo regálame un beso más– y sin esperar mi respuesta me dio otro un beso un poco más apasionado esos que sirven de despedida, o que por lo menos se utilizan en esos momentos.
“Verdades”
Allí estaba con Nick a pocos centímetros de mi, sin saber porque las manos comenzaron a temblarme, miento claro que sabia él porque pero no quería admitirlo, tenerlo así de cerca me ponía sumamente nerviosa, pequeños relámpagos del sueño anterior me venían a la mente y sin pensarlo ya deseaba probar sus labios, se levanto de la mesa en dirección al refrigerador – ¿quieres helado?– me pregunto –si, por favor–
– ¿de qué sabor?–
–Solo me gusta el mantecado–
– ¿Por qué?–
–No lo sé, solo me gusta ese– Nick sirvió helado para los dos, pero complico todo al hacerlo –entonces comeremos solo mantecado– dijo al poner solo un envase en la mesa, si solo sirvió un postre y esperaba que lo compartiéramos, no se que tramaba o que pretendía hacer, pero lo que fuera estaba haciendo que me confundiera – ¿A dónde vas?– me pregunto al ver que me levantaba de la silla –te falto una cucharilla–
–No hace falta– tomo la pequeña cucharilla de postres entre sus grandes dedos y la dirigió hacia mis labios, fue un movimiento tan limpio y seductor que no pude resistirme, así pasamos los próximos diez minutos el se encargaba de darnos a ambos el postre
– ¿Cuál es tu comida preferida tn_______?–
–Creo que no tengo ninguna, pero me encanta la comida cantonesa–
–Es muy buena, me gusta bastante, tal vez un día podremos ir a un restaurante cantones–
–Claro que podremos–
–Veo que te gusta mucho la coca cola dietética– le dije al notar que ya se había tomado dos latas
–Sí, es mi bebida favorita–
–A mí también me gusta, pero prefiero los batidos naturales–
– ¿Alguno en especial?–
–Sí, el de fresa–
–Dime ¿Por qué me estuviste evitando esta mañana?–
–Nick, ya te dije que no te pienso responder hasta que me respondas mi pregunta–
– ¿vas a seguir con eso?
–Claro–
–Podrías repetirme la pregunta– me dijo haciéndose en desentendido
– ¿Por qué te desagrado?
–No puedo responderte eso simplemente si me agradas– me levante de la silla molesta al ver que no había hecho más que tomarme el pelo, pero me detuvo de nuevo sosteniendo mi mano con la suya –espera–
– ¿me vas a responder?–
–Solo si prometes que te quedas–
–Lo prometo– para cuando dije esto ya se encontraba de pie arrinconándome contra uno de los estantes, se acerco tanto que su pecho rozaba el mío, sus dos manos tomaban las mías a la altura de mis caderas –te odie porque nunca desee tanto a una mujer que no puedo tener– me dejo fría ante su respuesta, ahora veo lo que me quiso dar a entender Alicia no se trataba de mi comportamiento sino del de él, y claro las señales estaban ahí, es por eso que tan repentinamente me odiaba, claro para el existía una barrera muy grande, su hermano, Kevin estaba de por medio ¿Cómo no vi todo esto? –siempre tuve todas las mujeres que quise cuando yo lo disponía pero contigo es diferente…eres la novia de mi hermano– las últimas palabras provocaron un rugido en su pecho, salieron con dificultad de su garganta, como si se tratara de algo difícil de tragar o en este caso asimilar, sus labios estaban sobre mi cabello, sentía como le olía, hasta que perdí la razón del momento cuando sentí sus labios tocar mi mejilla –Nick, ya basta– dije casi en un susurro ininteligible, sus labios fueron moviéndose lentamente alrededor de mi rostro hasta llegar a mi cuello, rodio mi cuello con una de sus manos para tener un mejor agarre y en ese preciso momento me beso, fue un beso dulce, tierno y lento, mientras su mano dirigía mi cuello la otra aferraba mi cintura contra su cuerpo, no había exagerado en mi sueño, sus besos eran deliciosos, pero definitivamente prohibidos -Nick ya basta– le dije en el momento en que desvió su boca hasta mi cuello para dejarme respirar –lo sé, lo sé, solo regálame un beso más– y sin esperar mi respuesta me dio otro un beso un poco más apasionado esos que sirven de despedida, o que por lo menos se utilizan en esos momentos.
Capítulo X
“Confusión”
Sus cálidas manos sosteniéndome me hacían perder la voluntad de detenerlo, sus labios que me estaban dejando sin aliento no se separaban de los míos por miedo a no tenerlos de nuevo, luego de unir todas mis fuerza y recordar todo este tiempo con Kevin, logre separarme de él, definitivamente no podía hacerle eso a mi novio, sin decir palabra alguna me separe y subí corriendo las escaleras, justo antes de salir de la cocina nuestras miradas volvieron a cruzarse sus ojos expresaban deseo y desesperación mientras mi cuerpo me decía que si y mi mente me ordenaba que no y en este momento es a mi mente a quien le debo sumisión, ya estando en mi habitación cerré la puerta con llave por miedo a que viniera, no tanto por lo que él podría hacerme sino por lo que yo quería hacerle, un golpeteo en la puerta me alarmo –¿Quién es?– pregunte deseando que no se tratara de Nick –soy yo amor ¿Por qué trancas con seguro?– dijo Kevin al otro lado de la puerta corrí rápidamente a abrirle y abalanzarme en sus brazos –hazme tuya– le pedí apenas rozaron nuestros labios, necesitaba demostrarme a mi misma que todo era una confusión y que sin duda alguna amaba a mi novio, sus labios respondieron a mi solicitud dándome ese beso al que ya estaba acostumbrada, ese beso que por todo este tiempo me complació, tenía en mis brazos al hombre que siempre me ayudo, con el que siempre he podido contar, el hombre a quien sin duda alguna le debía mi amor, nuestros cuerpos se dejaron llevar en un mar de emociones, tanto Kevin como yo nos debíamos esta noche y nuestros cuerpos se estaban cobrando con intereses, sus labios recorrían cada centímetro de mi anatomía mientras cada partícula lo solicitaba, ya estando en la cama desnudos, todo fue más sencillo pero igual de intenso, Kevin era un hombre muy corriente pero a la vez apasionado, su manera de amar era diferente a la de otros hombres, él no buscaba tanto lo sexual sino mas lo sentimental, claro le interesaba pero no en la misma intensidad que a los demás, a él le bastaba con apoyarme y estar ahí cuando lo necesitara y entonces yo lo recompensaba cada noche a la hora de irnos a la cama, sin duda alguna era un amante y un hombre excepcional, el hombre por el que cualquier mujer daría la vida y yo no era la excepción de la regla, me quede dormida envuelta en sus brazos, esta vez no fue el calor quien me despertó sino la alarma del despertador –es hora de despertarnos dormilón– le susurre a Kevin quien me respondió con un pequeño beso luego de estirarse, me corrí hacia un lado de la cama para me levantarme, Kevin se dirigió directo al baño mientras yo me colocaba una bata y terminaba de arreglar las cosas para el regreso a casa, al salir Kevin ya listo me dedique a arreglarme, tarde un poco en la duche evitando salir y encontrarme con ese calor abrazador ¡como amo Nueva York! Pensé en ese momento, al salir de la ducha ya Kevin había terminado de empacar incluso había bajado las maletas que estaban listas, solo quedaba la mia en la habitación, la cerré y baje al ya estar lista
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=189&pos=10 ) Kevin me esperaba junto a Paul y Denisse en la puerta de la casa – ¿ya esta lista la maleta?–
–Ya está listo cielo– en ese preciso momento Nick y Joe estaban entrando al living, Kevin te dio un pequeño beso y subió corriendo las escaleras – ¡Wow! Cuñadita cada día me sorprendes mas, si dejas a mi hermano algún día avísame– dijo Joe riéndose –cuenta so eso Joe– logre ver como Nick le lanzaba una mirada de poco amigos a Joe, sin duda alguna una mirada de celos
–Estas muy linda tn_______ – dijo el Señor Paul
–Muchas gracias– Kevin bajo con el equipaje en mano, justo antes de salir Denisse y Paul lo llamaron a un lado dejándonos a Joe, Nick y a mi solos, para mi mala fortuna Joe recibió una llamada y se alejo de nosotros –estas muy hermosa–
–Gracias Nick, tu también estas bien–
–Sobre lo de anoche….–
–No tienes nada que decir, no creo que sea el momento de discutirlo, ni siquiera sé si hay algo que discutir–
–Necesito hablarte por favor– Nick ya se estaba acercando cada vez a mí, haciéndome perder la concentración pero Joe entro en el momento preciso, todos se despidieron de nosotros en la entrada hasta que Kevin puso el coche en marcha.
“Confusión”
Sus cálidas manos sosteniéndome me hacían perder la voluntad de detenerlo, sus labios que me estaban dejando sin aliento no se separaban de los míos por miedo a no tenerlos de nuevo, luego de unir todas mis fuerza y recordar todo este tiempo con Kevin, logre separarme de él, definitivamente no podía hacerle eso a mi novio, sin decir palabra alguna me separe y subí corriendo las escaleras, justo antes de salir de la cocina nuestras miradas volvieron a cruzarse sus ojos expresaban deseo y desesperación mientras mi cuerpo me decía que si y mi mente me ordenaba que no y en este momento es a mi mente a quien le debo sumisión, ya estando en mi habitación cerré la puerta con llave por miedo a que viniera, no tanto por lo que él podría hacerme sino por lo que yo quería hacerle, un golpeteo en la puerta me alarmo –¿Quién es?– pregunte deseando que no se tratara de Nick –soy yo amor ¿Por qué trancas con seguro?– dijo Kevin al otro lado de la puerta corrí rápidamente a abrirle y abalanzarme en sus brazos –hazme tuya– le pedí apenas rozaron nuestros labios, necesitaba demostrarme a mi misma que todo era una confusión y que sin duda alguna amaba a mi novio, sus labios respondieron a mi solicitud dándome ese beso al que ya estaba acostumbrada, ese beso que por todo este tiempo me complació, tenía en mis brazos al hombre que siempre me ayudo, con el que siempre he podido contar, el hombre a quien sin duda alguna le debía mi amor, nuestros cuerpos se dejaron llevar en un mar de emociones, tanto Kevin como yo nos debíamos esta noche y nuestros cuerpos se estaban cobrando con intereses, sus labios recorrían cada centímetro de mi anatomía mientras cada partícula lo solicitaba, ya estando en la cama desnudos, todo fue más sencillo pero igual de intenso, Kevin era un hombre muy corriente pero a la vez apasionado, su manera de amar era diferente a la de otros hombres, él no buscaba tanto lo sexual sino mas lo sentimental, claro le interesaba pero no en la misma intensidad que a los demás, a él le bastaba con apoyarme y estar ahí cuando lo necesitara y entonces yo lo recompensaba cada noche a la hora de irnos a la cama, sin duda alguna era un amante y un hombre excepcional, el hombre por el que cualquier mujer daría la vida y yo no era la excepción de la regla, me quede dormida envuelta en sus brazos, esta vez no fue el calor quien me despertó sino la alarma del despertador –es hora de despertarnos dormilón– le susurre a Kevin quien me respondió con un pequeño beso luego de estirarse, me corrí hacia un lado de la cama para me levantarme, Kevin se dirigió directo al baño mientras yo me colocaba una bata y terminaba de arreglar las cosas para el regreso a casa, al salir Kevin ya listo me dedique a arreglarme, tarde un poco en la duche evitando salir y encontrarme con ese calor abrazador ¡como amo Nueva York! Pensé en ese momento, al salir de la ducha ya Kevin había terminado de empacar incluso había bajado las maletas que estaban listas, solo quedaba la mia en la habitación, la cerré y baje al ya estar lista
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=189&pos=10 ) Kevin me esperaba junto a Paul y Denisse en la puerta de la casa – ¿ya esta lista la maleta?–
–Ya está listo cielo– en ese preciso momento Nick y Joe estaban entrando al living, Kevin te dio un pequeño beso y subió corriendo las escaleras – ¡Wow! Cuñadita cada día me sorprendes mas, si dejas a mi hermano algún día avísame– dijo Joe riéndose –cuenta so eso Joe– logre ver como Nick le lanzaba una mirada de poco amigos a Joe, sin duda alguna una mirada de celos
–Estas muy linda tn_______ – dijo el Señor Paul
–Muchas gracias– Kevin bajo con el equipaje en mano, justo antes de salir Denisse y Paul lo llamaron a un lado dejándonos a Joe, Nick y a mi solos, para mi mala fortuna Joe recibió una llamada y se alejo de nosotros –estas muy hermosa–
–Gracias Nick, tu también estas bien–
–Sobre lo de anoche….–
–No tienes nada que decir, no creo que sea el momento de discutirlo, ni siquiera sé si hay algo que discutir–
–Necesito hablarte por favor– Nick ya se estaba acercando cada vez a mí, haciéndome perder la concentración pero Joe entro en el momento preciso, todos se despidieron de nosotros en la entrada hasta que Kevin puso el coche en marcha.
Capítulo XI
“Retorno a casa”
Kevin tan transparente como el agua, sus manos volvían a estar agitadas, así que envolví con una de las mías su mano derecha para intentar calmarlo –amor, ¿sabes a donde vamos?–
–A casa cielo, ¿Por qué?–
–Entonces debo decirte que nuestro nuevo hogar se encuentra en Nueva York– volteé mi rostro para ver el suyo y así poder determinar si hablaba con la verdad –no estoy entendiendo– le dije luego sin quitar mi mirada de su rostro intentando entender lo que decía –Bueno que ya compre un departamento muy lindo en Nueva York y que esperaba que lo compartieras conmigo– sus mejillas estaban rojas y comenzaba a transpirar nuevamente, aunque tratara disimularlo estaba nervioso –bueno, no sé qué decirte, me estas tomando fuera de sintonía, creí que regresaríamos a Harvard, aun tengo cosas en la facultad–
–No te preocupes por eso, con una llamada mando a alguien a buscarlas–
–Con eso no me tranquilizas, no habíamos planeado nada aun–
–Lo sé, pero no pensaba poner ni un solo pie nuevamente en ese lugar, lo único que me ataba ahí eras tú, cielo, además podre conocer la casa de tus padres–
–Mis padres no viven juntos y mi madre no te agradaría–
–Eso no lo sabes– no pude pronunciar otra palabra, este viaje había resultado más complicado de lo que imaginaba sin duda alguna todo se había tratado de una trampa, todo se había retardado demasiado –Kevin no puedo mudarme contigo– sus ojos se abrieron como platos e inmediatamente comenzó a transpirar aun mas –no entiendo ¿estamos terminando? No quise presionarte–
–Kevin no estamos terminando– un gesto de labio afloro desde sus labios que se relajaron
–Entonces no entiendo nada–
–No estoy lista para tomar una decisión así, aunque ya llevamos tiempo juntos no creo poder compartir un departamento contigo, me parece que te estás precipitando–
–Yo no lo creo, desde el primer día que te vi en esa fiesta supe que eras la mujer a la que amaría, sabes algo, no te he pedido matrimonio porque esperaba que pasáramos un par de años viviendo juntos pero si es necesario podría pedírtelo ahora mismo, de ida podemos pararnos en una joyería–
–Pues ni se te ocurra porque sería muy poco romántico y por habérmelo adelantado te diría que no, lo que intento decirte es que no quiero que tomemos una decisión que nos haga arrepentirnos luego–
–Tn_________ te amo y no me arrepentiría de despertarme cada día viendo tu hermoso rostro, desayunar contigo cada mañana– esto sí que era una trampa, Alicia había tenido razón, inclusive Patricia (mi hermana) lo había advertido, Kevin había planeado este viaje para enseriarse completamente conmigo y yo no tenía manera de escaparme o tal vez no quería escaparme, que pasaría si estuviese dudando del hombre que estaba destinado para mi, que sucedería si lo dejo ir, ahora me daba cuenta de que me estaba convenciendo a mi misma y que sin duda alguna me mudaría con Kevin pero no sería en este preciso momento –lo siento Kevin, no quiero que terminemos pero no puedo mudarme contigo, no quiero hacerte eso–
–Si eso es lo que deseas lo acepto pero no intentes culparme yo estoy seguro de lo que quiero y eso es mudarme contigo–
– ¿crees poder seguir conmigo después de esto?–
–Sin duda alguna, te amo y aunque no vivamos juntos seguiremos siendo novios, si me decepciona un poco pero puedo soportarlo si estas a mi lado–
–Entonces podrá soportarlo porque no podrás librarte aun de esta loquita que te conseguiste, además quiero prometerte algo–
– ¿Qué será?–
–Pues que en seis meses me mudare contigo, si compartiendo el entorno laboral no logramos odiarnos te prometo que me mudare contigo, creo que es tiempo suficiente–
–Eso me alegra mucho, además no puedes odiarme porque yo seré tu jefe así que deberás mantenerme contento– una amplia sonrisa dibujaba su rostro, tome sus mejilla con mis dos manos y le di un pequeño beso en los labios, una vez más Kevin me demostraba la clase de hombre que era si hubiese estado yo en su lugar me hubiera lanzado por la puerta aun con el coche en marcha, ahora debía recapacitar toda la situación iba camino a Nueva York, no tenia departamento todavía lo cual no era tan importante tomando en cuenta que allí se encontraba mi madre, no sabía cómo lidiar con el hecho de que todo mi entorno social estaría ligado directamente a Kevin, ahorita acaba de librarme de un mínimo embrollo comparado a lo que se me avecinaba de lo que no tenia duda es de que dirigía a casa, mi nueva pero vieja casa.
“Retorno a casa”
Kevin tan transparente como el agua, sus manos volvían a estar agitadas, así que envolví con una de las mías su mano derecha para intentar calmarlo –amor, ¿sabes a donde vamos?–
–A casa cielo, ¿Por qué?–
–Entonces debo decirte que nuestro nuevo hogar se encuentra en Nueva York– volteé mi rostro para ver el suyo y así poder determinar si hablaba con la verdad –no estoy entendiendo– le dije luego sin quitar mi mirada de su rostro intentando entender lo que decía –Bueno que ya compre un departamento muy lindo en Nueva York y que esperaba que lo compartieras conmigo– sus mejillas estaban rojas y comenzaba a transpirar nuevamente, aunque tratara disimularlo estaba nervioso –bueno, no sé qué decirte, me estas tomando fuera de sintonía, creí que regresaríamos a Harvard, aun tengo cosas en la facultad–
–No te preocupes por eso, con una llamada mando a alguien a buscarlas–
–Con eso no me tranquilizas, no habíamos planeado nada aun–
–Lo sé, pero no pensaba poner ni un solo pie nuevamente en ese lugar, lo único que me ataba ahí eras tú, cielo, además podre conocer la casa de tus padres–
–Mis padres no viven juntos y mi madre no te agradaría–
–Eso no lo sabes– no pude pronunciar otra palabra, este viaje había resultado más complicado de lo que imaginaba sin duda alguna todo se había tratado de una trampa, todo se había retardado demasiado –Kevin no puedo mudarme contigo– sus ojos se abrieron como platos e inmediatamente comenzó a transpirar aun mas –no entiendo ¿estamos terminando? No quise presionarte–
–Kevin no estamos terminando– un gesto de labio afloro desde sus labios que se relajaron
–Entonces no entiendo nada–
–No estoy lista para tomar una decisión así, aunque ya llevamos tiempo juntos no creo poder compartir un departamento contigo, me parece que te estás precipitando–
–Yo no lo creo, desde el primer día que te vi en esa fiesta supe que eras la mujer a la que amaría, sabes algo, no te he pedido matrimonio porque esperaba que pasáramos un par de años viviendo juntos pero si es necesario podría pedírtelo ahora mismo, de ida podemos pararnos en una joyería–
–Pues ni se te ocurra porque sería muy poco romántico y por habérmelo adelantado te diría que no, lo que intento decirte es que no quiero que tomemos una decisión que nos haga arrepentirnos luego–
–Tn_________ te amo y no me arrepentiría de despertarme cada día viendo tu hermoso rostro, desayunar contigo cada mañana– esto sí que era una trampa, Alicia había tenido razón, inclusive Patricia (mi hermana) lo había advertido, Kevin había planeado este viaje para enseriarse completamente conmigo y yo no tenía manera de escaparme o tal vez no quería escaparme, que pasaría si estuviese dudando del hombre que estaba destinado para mi, que sucedería si lo dejo ir, ahora me daba cuenta de que me estaba convenciendo a mi misma y que sin duda alguna me mudaría con Kevin pero no sería en este preciso momento –lo siento Kevin, no quiero que terminemos pero no puedo mudarme contigo, no quiero hacerte eso–
–Si eso es lo que deseas lo acepto pero no intentes culparme yo estoy seguro de lo que quiero y eso es mudarme contigo–
– ¿crees poder seguir conmigo después de esto?–
–Sin duda alguna, te amo y aunque no vivamos juntos seguiremos siendo novios, si me decepciona un poco pero puedo soportarlo si estas a mi lado–
–Entonces podrá soportarlo porque no podrás librarte aun de esta loquita que te conseguiste, además quiero prometerte algo–
– ¿Qué será?–
–Pues que en seis meses me mudare contigo, si compartiendo el entorno laboral no logramos odiarnos te prometo que me mudare contigo, creo que es tiempo suficiente–
–Eso me alegra mucho, además no puedes odiarme porque yo seré tu jefe así que deberás mantenerme contento– una amplia sonrisa dibujaba su rostro, tome sus mejilla con mis dos manos y le di un pequeño beso en los labios, una vez más Kevin me demostraba la clase de hombre que era si hubiese estado yo en su lugar me hubiera lanzado por la puerta aun con el coche en marcha, ahora debía recapacitar toda la situación iba camino a Nueva York, no tenia departamento todavía lo cual no era tan importante tomando en cuenta que allí se encontraba mi madre, no sabía cómo lidiar con el hecho de que todo mi entorno social estaría ligado directamente a Kevin, ahorita acaba de librarme de un mínimo embrollo comparado a lo que se me avecinaba de lo que no tenia duda es de que dirigía a casa, mi nueva pero vieja casa.
Capítulo XII
“El regreso”
De qué servía haber ocultado parte de mi identidad si regresaría al único lugar donde se podía revelar, mi familia, mis conocidos, mi mundo, estaba claro lo mucho que extrañaba las largas noches del invierno citadino, los paseos alrededor del Central Park, las tiendas y esa sensación que solo este ambiente puede dar –nos quedaremos en el Palace mientras tanto amor– me dijo Kevin al estacionar en el lujosos hotel a unas cuantas cuadras de la casa de mi madre, todo el lujo al que me habían acostumbrado en mi infancia reaparecía, los hermosos y decorados muros de la recepción del hotel me llenaba de recuerdos, aquí era donde pasábamos el tiempo de remodelación o separación de mi madre, ya estando en la habitación Kevin debía ausentarse ya era hora de que retomara de nuevo su deber como Director de las industrias Jonas, me duche y cambie para estar acorde al lugar en donde me encontraba, ya no sentía ese calor abrazador tostarme la piel, ya estando lista
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=169&pos=27 )
Me dirigí en dirección a la casa de mi madre ya era hora de que yo fuera quien la visitara, caminar por las calles de la ciudad me llenaban de aun mas recuerdos, no pude evitar entrar a un par de tiendas que conseguí en el camino, me sentía nuevamente en el hogar, estaba entrando en mi territorio, me regale una taza de té en el café que daba vuelta al parque, extrañaba eso que no se sentía en mas ningún lado, podía ver todas las personas caminando a mi lado, los coches andando, este era el único lugar de la gran manzana en el que el trafico no era pesado, una cuadra se encontraba mi casa, retome mi marcha en dirección hacia ella, a medida que caminaba más natural me sentía, este era el lugar en donde quería hacer mi vida, ahora entendía lo que significaba mi ausencia, simplemente fue un descanso un ataque de rebeldía que necesitaba para darme cuenta de todo –¡No puede ser! ¡¿Eres tú, tn______?!–
–Si Melissa ¿como estas?– Melissa era una ex compañera de preparatoria su familia también era una de las más pudientes de Nueva York
– ¿Cuándo volviste?–
–Recién estoy llegando–
–No puedo creerlo, vamos a tomarnos algo, acompáñame–
–No puedo lo siento, quede en verme con mi madre–
– ¿en dónde te estás quedando?–
–En el Palace–
–Prométeme que nos veremos–
–Seguro lo haremos– me despedí rápidamente, aunque mi madre no sabía que había llegado no quería tomarme nada con Melissa, ella era una mujer envidiosa o por lo menos lo era en la preparatoria, totalmente desubicada y al juzgar por su tono de voz y manera de caminar y gesticular aun lo era, aunque no me gusta criticar a las personas me agrada que este gorda ahora si no tenia vuelta atrás, en menos de media hora todas mis antiguas amistades sabrían de mi llegada, cada club social comenzarían a mandar las invitaciones para así intentar ganarse el favor de mi padre y el de mi madre, ahora estaba decretado mi regreso.
Ya estaba en la entrada de la casa de mi madre, por fuera seguía teniendo el mismo porte pero por dentro debía estar totalmente cambiada, aun conservaba en el jardín frontal las rosas y los geranios que eran el orgullo de mi madre, ellos era lo único por lo que ella sería capaz de ensuciarse las manos con lodo, toque el timbre y espere a que abrieran –Señora tn_____ no la esperábamos– dijo Ely la pequeña ama de llaves, desde que recordaba ella había estado trabajando en la casa, al poner un pie adentro me di cuenta de la magnitud de los cambios, la casa estaba completamente irreconocible, siempre había estado acostumbrada a las remodelaciones pero ahora era extremo, la casa era otra –¡hija ¿Cómo estás?! No sabes cuánto me alegra que hayas venido– me dijo mi madre abrazándome fuertemente, a pesar de todos sus defectos nos amaba demasiado, tanto a mí como a Patricia –hola mamá, también me agrada verte– le dije con el mismo entusiasmo
– ¿en donde están tus maletas?–
–Están en el hotel–
–Si no quieres matarme de un infarto dime que te estás quedando en el Palace–
–Así es, allí me estoy quedando–
–Aunque debías quedarte aquí conmigo–
–La casa esta hermosa mamá– y era cierto, todo estaba perfectamente decorado, cada mueble y adorno hacia juego perfectamente con el otro
–Gracias, trabajaron en ella ocho o nueve diseñadores europeos, quedo fabulosa–
–Mamá me vengo a vivir a la ciudad– tardo un minuto en reaccionar, tal vez no debí habérselo dicho tan rápidamente pero no podía aguantarlo más, debía decírselo y salir de eso de una buena vez
–Pues me encanta la idea, entonces tenemos mucho que hacer, Ely tráenos un té–
–A que te refieres con mucho que hacer–
–Hija debemos hacer una fiesta para anunciar tu regreso–
–Mamá e eso quería hablarte, no quiero fiestas, no voy a presentarme nuevamente a la sociedad, de hecho quería decirte que empezare a trabajar en la compañía d Kevin–
–Ah, veo que no le has dicho toda la verdad a ese muchacho, ¿Cómo harás cuando comience a tener reuniones? Tú más que nadie sabes que el éxito de los negocios en esta ciudad se basa en la vida social y a ti todos te conocen, no podrás ocultar todo por mucho tiempo–
–Ya veré como resolverlo en el momento, por ahora quiero mantenerme bajo perfil, por favor–
–Bueno todo sea por mi hija, lo único que te digo es que te voy a quitar algunas tarjetas de crédito–
– ¿Por qué?–
–Porque llevas cinco años comportándote como clase media pero gastas como millonaria, vi las facturas del mes pasado y solo en tres vestidos te gastaste una fortuna– dijo mientras reía
–mamá esa es mi debilidad y lo sabes–
–Tranquila hija, no te voy a quitar nada, de hecho gastas poco comparado a lo que yo gastaba a tu edad…pero ahora quiero que me cuentes sobre ese viaje a la casa de tus suegros– comencé a contrale todo, mi madre era una persona muy especial, sin duda alguna no era una madre normal ya que demostraba su cariño con dinero en vez de un te quiero, pero así la habían criado y esa era la forma que conocía, sus esposos la premiaban de la misma manera así que ya seria perder el tiempo intentar cambiarla, y yo no quería hacerlo la quería tal cual era, no me la imaginaba de una manera diferente, le conté claro exceptuando lo sucedido con Nick, ella siempre que quería sabia comprenderme pero tenía sus límites así pase mi tarde antes de que mi teléfono sonara.
“El regreso”
De qué servía haber ocultado parte de mi identidad si regresaría al único lugar donde se podía revelar, mi familia, mis conocidos, mi mundo, estaba claro lo mucho que extrañaba las largas noches del invierno citadino, los paseos alrededor del Central Park, las tiendas y esa sensación que solo este ambiente puede dar –nos quedaremos en el Palace mientras tanto amor– me dijo Kevin al estacionar en el lujosos hotel a unas cuantas cuadras de la casa de mi madre, todo el lujo al que me habían acostumbrado en mi infancia reaparecía, los hermosos y decorados muros de la recepción del hotel me llenaba de recuerdos, aquí era donde pasábamos el tiempo de remodelación o separación de mi madre, ya estando en la habitación Kevin debía ausentarse ya era hora de que retomara de nuevo su deber como Director de las industrias Jonas, me duche y cambie para estar acorde al lugar en donde me encontraba, ya no sentía ese calor abrazador tostarme la piel, ya estando lista
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=169&pos=27 )
Me dirigí en dirección a la casa de mi madre ya era hora de que yo fuera quien la visitara, caminar por las calles de la ciudad me llenaban de aun mas recuerdos, no pude evitar entrar a un par de tiendas que conseguí en el camino, me sentía nuevamente en el hogar, estaba entrando en mi territorio, me regale una taza de té en el café que daba vuelta al parque, extrañaba eso que no se sentía en mas ningún lado, podía ver todas las personas caminando a mi lado, los coches andando, este era el único lugar de la gran manzana en el que el trafico no era pesado, una cuadra se encontraba mi casa, retome mi marcha en dirección hacia ella, a medida que caminaba más natural me sentía, este era el lugar en donde quería hacer mi vida, ahora entendía lo que significaba mi ausencia, simplemente fue un descanso un ataque de rebeldía que necesitaba para darme cuenta de todo –¡No puede ser! ¡¿Eres tú, tn______?!–
–Si Melissa ¿como estas?– Melissa era una ex compañera de preparatoria su familia también era una de las más pudientes de Nueva York
– ¿Cuándo volviste?–
–Recién estoy llegando–
–No puedo creerlo, vamos a tomarnos algo, acompáñame–
–No puedo lo siento, quede en verme con mi madre–
– ¿en dónde te estás quedando?–
–En el Palace–
–Prométeme que nos veremos–
–Seguro lo haremos– me despedí rápidamente, aunque mi madre no sabía que había llegado no quería tomarme nada con Melissa, ella era una mujer envidiosa o por lo menos lo era en la preparatoria, totalmente desubicada y al juzgar por su tono de voz y manera de caminar y gesticular aun lo era, aunque no me gusta criticar a las personas me agrada que este gorda ahora si no tenia vuelta atrás, en menos de media hora todas mis antiguas amistades sabrían de mi llegada, cada club social comenzarían a mandar las invitaciones para así intentar ganarse el favor de mi padre y el de mi madre, ahora estaba decretado mi regreso.
Ya estaba en la entrada de la casa de mi madre, por fuera seguía teniendo el mismo porte pero por dentro debía estar totalmente cambiada, aun conservaba en el jardín frontal las rosas y los geranios que eran el orgullo de mi madre, ellos era lo único por lo que ella sería capaz de ensuciarse las manos con lodo, toque el timbre y espere a que abrieran –Señora tn_____ no la esperábamos– dijo Ely la pequeña ama de llaves, desde que recordaba ella había estado trabajando en la casa, al poner un pie adentro me di cuenta de la magnitud de los cambios, la casa estaba completamente irreconocible, siempre había estado acostumbrada a las remodelaciones pero ahora era extremo, la casa era otra –¡hija ¿Cómo estás?! No sabes cuánto me alegra que hayas venido– me dijo mi madre abrazándome fuertemente, a pesar de todos sus defectos nos amaba demasiado, tanto a mí como a Patricia –hola mamá, también me agrada verte– le dije con el mismo entusiasmo
– ¿en donde están tus maletas?–
–Están en el hotel–
–Si no quieres matarme de un infarto dime que te estás quedando en el Palace–
–Así es, allí me estoy quedando–
–Aunque debías quedarte aquí conmigo–
–La casa esta hermosa mamá– y era cierto, todo estaba perfectamente decorado, cada mueble y adorno hacia juego perfectamente con el otro
–Gracias, trabajaron en ella ocho o nueve diseñadores europeos, quedo fabulosa–
–Mamá me vengo a vivir a la ciudad– tardo un minuto en reaccionar, tal vez no debí habérselo dicho tan rápidamente pero no podía aguantarlo más, debía decírselo y salir de eso de una buena vez
–Pues me encanta la idea, entonces tenemos mucho que hacer, Ely tráenos un té–
–A que te refieres con mucho que hacer–
–Hija debemos hacer una fiesta para anunciar tu regreso–
–Mamá e eso quería hablarte, no quiero fiestas, no voy a presentarme nuevamente a la sociedad, de hecho quería decirte que empezare a trabajar en la compañía d Kevin–
–Ah, veo que no le has dicho toda la verdad a ese muchacho, ¿Cómo harás cuando comience a tener reuniones? Tú más que nadie sabes que el éxito de los negocios en esta ciudad se basa en la vida social y a ti todos te conocen, no podrás ocultar todo por mucho tiempo–
–Ya veré como resolverlo en el momento, por ahora quiero mantenerme bajo perfil, por favor–
–Bueno todo sea por mi hija, lo único que te digo es que te voy a quitar algunas tarjetas de crédito–
– ¿Por qué?–
–Porque llevas cinco años comportándote como clase media pero gastas como millonaria, vi las facturas del mes pasado y solo en tres vestidos te gastaste una fortuna– dijo mientras reía
–mamá esa es mi debilidad y lo sabes–
–Tranquila hija, no te voy a quitar nada, de hecho gastas poco comparado a lo que yo gastaba a tu edad…pero ahora quiero que me cuentes sobre ese viaje a la casa de tus suegros– comencé a contrale todo, mi madre era una persona muy especial, sin duda alguna no era una madre normal ya que demostraba su cariño con dinero en vez de un te quiero, pero así la habían criado y esa era la forma que conocía, sus esposos la premiaban de la misma manera así que ya seria perder el tiempo intentar cambiarla, y yo no quería hacerlo la quería tal cual era, no me la imaginaba de una manera diferente, le conté claro exceptuando lo sucedido con Nick, ella siempre que quería sabia comprenderme pero tenía sus límites así pase mi tarde antes de que mi teléfono sonara.
Capítulo XIII
“Casualidades”
Salí de la casa de mi madre en dirección al hotel para encontrarme con Kevin quien me había llamado hace unos diez minutos, esta vez no camine permitiéndole al chofer de mi madre que me llevara, al detenerse el coche me cuide de que Kevin no estuviera cerca de la entrada, me baje rápidamente en dirección a la recepción del hotel –Señorita tiene un mensaje del señor Jonas– me dijo el recepcionista, la nota decía textualmente “no podre llegar, espero me perdones, el hombre que te ama, Kevin” sin duda se le había presentado algo importante ya que muy pocas veces me había plantado así que decidí no darle importancia y me dirigí a un restaurante que me encantaba a una manzana del hotel, para mi facilidad el chofer aun no se había ido así que le pedí que me llevara a mi destino.
– ¿Está sola?– me pregunto el mesonero pero cuando estaba por responderle la voz de un caballero me interrumpió –no, no lo está– dijo a mis espaldas –espero me disculpe, señor– dijo el mesonero mientras nos guiaba a la mesa que nos correspondía, Nick colocó su mano en el medio de mi espalda mientras me seguía ¿Qué hacia aquí? ¿Cómo me había conseguido? ¿Cómo sabia que estaría aquí? Era lo que me preguntaba a medida de que atravesábamos los pasillos del lujoso restaurante, su perfume dilataba mis sentidos, casi podía sentir su suave mano traspasar la tela de mi vestido y tocar mi espalda, su estilo era elegante pero relajado, a pesar de que estaba vestido de traje dejaba libre un par de botones de su pecho haciéndolo ver de la edad que tenia, sin duda alguna todo un seductor en acción, cada mujer en el salón desviaba su mirada hacia él a medida que pasaba pero yo sentía que su mirada no se desviaba de mi espalda, nos sentamos en una mesa para dos que se encontraba en el área de la terraza del restaurante, ya por la hora se podían ver las luces e la ciudad brillar entre la oscura noche
–Entonces tn_______ ¿Qué te trae por aquí?–
–Es una pregunta un tanto simple para ti Nick, pues vengo a cenar–
–Entonces mal interpretaste mi pregunta preciosa, no pregunte por el restaurante, pregunte por la ciudad– me respondió mientras llenaba dos copas con vino tinto
–Estoy visitando a mi familia y también he venido a resolver algunos asuntos y tu ¿a qué has venido?–
–Pues a encontrarme contigo– al escucharlo casi me ahogo con el vino, incluso tuve que llevarme una servilleta a la boca
– ¿A qué te refieres?– una gran sonrisa dibujo su rostro
–A que tanto tú como yo vamos a trabajar para mi hermano en el nuevo proyecto de la compañía, Kevin me ha asignado contigo–
–Me alegra que ya decidieras lo que piensas hacer con tu vida–
–Si he decidido estar junto a ti– sus ojos estaban clavados sobre los míos y en este momento no podía desviar la mirada ya que le demostrarías debilidad, pero nuevamente estaba notando las señales de cortejo en sus palabras
– ¿Qué estás haciendo Nick?– bajo la cabeza y luego se apoyo completamente en el espaldar de la silla –tienes razón, no sé que estoy haciendo, nos vemos en la oficina– me dijo antes de levantarse de la mesa, mis manos casi actuaron sin mi permiso y justo cuando pasaba a mi lado lo detuve, Nick bajo su mirada encontrándola con la mía –no te vayas, no me gusta comer sola– le pedí sin saber porque lo había hecho –pues entonces no comerás sola preciosa– tomo mi mano y la beso lentamente con sus labios en señal de caballerosidad, reincorporándose así a la mesa, aun sin soltar mi mano –creo que me debes algo– me dijo mientras sus dedos jugaban con los míos y sus ojos estaban clavados en mi mano –no recuerdo deberte nada–
–Yo te respondí una pregunta con la condición de que tú me respondieras una, me debes mi respuesta– retire mi mano suavemente de la suya para llevarme un trago de vino a la garganta, no podía contrale que lo había estado evitando por haber tenido un sueño intimo con él –pues porque tu no me tratabas bien y me hacías sentir mal– si mentí ¿pero que esperaban que hiciera?
–Eso es mentira–
–No lo es–
–Pues tanto tú como yo sabemos que si lo es, así que tienes que decirme la verdad como yo lo hice contigo–
–Tuve un sueño contigo– sus ojos se abrieron sin quitarlos en mi rostro, luego se entrecerraron –fue un sueño de esos ¿cierto?–
–No te entiendo– en ese preciso momento me llenaba de vergüenza ¿Cómo pudo darse cuenta? Soltó una pequeña sonrisa
–eso es normal, no tienes de que avergonzarte, toma un poco de agua te ayudara a rebajar el color de tus mejillas– me dijo al tomar nuevamente mi mano, no podía resistirme, su tacto era suave y delicado me encantada sentir su mano tocando la mía, se sentían en sus dedos las pequeñas durezas masculinas pero él las hacía sentir tan suaves como la seda
– ¿Puedes responderme otra pregunta?–
–Si dime– le dije aunque piensen que es una locura conociendo al personaje era capaz de decirle cualquier cosa antes de seguir con el tema de conversación anterior
– ¿quién te trajo al restaurante?–
–El chofer de mi madre– frunció los labios al oírme – ¿te estás quedando con ella?–
–No me estoy quedando con Kevin en el hotel– pude notar como apretó un poco mas mi mano y su mandíbula se tensaba para luego relajarse y volver a comenzar su juego con mis dedos, no dijo más nada en toda la velada solo se limito a comer y hacer una que otro comentario superfluo, ya estando en la entrada me pregunto – ¿El chofer de tu madre te llevara?–
–Si ha estado aquí esperándome–
–Pues dile que se vaya, quiero ser yo quien te lleve–
–No creo que sea conveniente Nick–
–No te estoy pidiendo opinión– le hizo una señal al chofer quien se fue inmediatamente, no comenzaría a discutir por eso ya que algo dentro de mí quería que él me llevara
– ¿Dónde está tu coche?–
–Lo he dejado en casa–
–estás loco, el hotel queda a una manzana de acá–
–Me encantara caminar esa manzana contigo– no hicimos más que bromear todo el camino exceptuando el momento en que tomo mi mano –Regálame eso– me dijo cuando intente impedírselo, ahora si estaba mas que confundida, no sabía qué hacer o como actuar ante esta situación, ni siquiera sabía que estaba sintiendo al llegar al hotel se acerco a mí para besar mi mejilla, sus labios chocaron lentamente contra ella incluso pude escuchar como absorbía mas aire de lo que necesitaba como si intentara oler mi fragancia –yo también tuve un sueño así contigo– me susurro antes de despedirse con una gran sonrisa, ahora si entendía todo, Nick acababa de dejarme totalmente fuera del sitio.
“Casualidades”
Salí de la casa de mi madre en dirección al hotel para encontrarme con Kevin quien me había llamado hace unos diez minutos, esta vez no camine permitiéndole al chofer de mi madre que me llevara, al detenerse el coche me cuide de que Kevin no estuviera cerca de la entrada, me baje rápidamente en dirección a la recepción del hotel –Señorita tiene un mensaje del señor Jonas– me dijo el recepcionista, la nota decía textualmente “no podre llegar, espero me perdones, el hombre que te ama, Kevin” sin duda se le había presentado algo importante ya que muy pocas veces me había plantado así que decidí no darle importancia y me dirigí a un restaurante que me encantaba a una manzana del hotel, para mi facilidad el chofer aun no se había ido así que le pedí que me llevara a mi destino.
– ¿Está sola?– me pregunto el mesonero pero cuando estaba por responderle la voz de un caballero me interrumpió –no, no lo está– dijo a mis espaldas –espero me disculpe, señor– dijo el mesonero mientras nos guiaba a la mesa que nos correspondía, Nick colocó su mano en el medio de mi espalda mientras me seguía ¿Qué hacia aquí? ¿Cómo me había conseguido? ¿Cómo sabia que estaría aquí? Era lo que me preguntaba a medida de que atravesábamos los pasillos del lujoso restaurante, su perfume dilataba mis sentidos, casi podía sentir su suave mano traspasar la tela de mi vestido y tocar mi espalda, su estilo era elegante pero relajado, a pesar de que estaba vestido de traje dejaba libre un par de botones de su pecho haciéndolo ver de la edad que tenia, sin duda alguna todo un seductor en acción, cada mujer en el salón desviaba su mirada hacia él a medida que pasaba pero yo sentía que su mirada no se desviaba de mi espalda, nos sentamos en una mesa para dos que se encontraba en el área de la terraza del restaurante, ya por la hora se podían ver las luces e la ciudad brillar entre la oscura noche
–Entonces tn_______ ¿Qué te trae por aquí?–
–Es una pregunta un tanto simple para ti Nick, pues vengo a cenar–
–Entonces mal interpretaste mi pregunta preciosa, no pregunte por el restaurante, pregunte por la ciudad– me respondió mientras llenaba dos copas con vino tinto
–Estoy visitando a mi familia y también he venido a resolver algunos asuntos y tu ¿a qué has venido?–
–Pues a encontrarme contigo– al escucharlo casi me ahogo con el vino, incluso tuve que llevarme una servilleta a la boca
– ¿A qué te refieres?– una gran sonrisa dibujo su rostro
–A que tanto tú como yo vamos a trabajar para mi hermano en el nuevo proyecto de la compañía, Kevin me ha asignado contigo–
–Me alegra que ya decidieras lo que piensas hacer con tu vida–
–Si he decidido estar junto a ti– sus ojos estaban clavados sobre los míos y en este momento no podía desviar la mirada ya que le demostrarías debilidad, pero nuevamente estaba notando las señales de cortejo en sus palabras
– ¿Qué estás haciendo Nick?– bajo la cabeza y luego se apoyo completamente en el espaldar de la silla –tienes razón, no sé que estoy haciendo, nos vemos en la oficina– me dijo antes de levantarse de la mesa, mis manos casi actuaron sin mi permiso y justo cuando pasaba a mi lado lo detuve, Nick bajo su mirada encontrándola con la mía –no te vayas, no me gusta comer sola– le pedí sin saber porque lo había hecho –pues entonces no comerás sola preciosa– tomo mi mano y la beso lentamente con sus labios en señal de caballerosidad, reincorporándose así a la mesa, aun sin soltar mi mano –creo que me debes algo– me dijo mientras sus dedos jugaban con los míos y sus ojos estaban clavados en mi mano –no recuerdo deberte nada–
–Yo te respondí una pregunta con la condición de que tú me respondieras una, me debes mi respuesta– retire mi mano suavemente de la suya para llevarme un trago de vino a la garganta, no podía contrale que lo había estado evitando por haber tenido un sueño intimo con él –pues porque tu no me tratabas bien y me hacías sentir mal– si mentí ¿pero que esperaban que hiciera?
–Eso es mentira–
–No lo es–
–Pues tanto tú como yo sabemos que si lo es, así que tienes que decirme la verdad como yo lo hice contigo–
–Tuve un sueño contigo– sus ojos se abrieron sin quitarlos en mi rostro, luego se entrecerraron –fue un sueño de esos ¿cierto?–
–No te entiendo– en ese preciso momento me llenaba de vergüenza ¿Cómo pudo darse cuenta? Soltó una pequeña sonrisa
–eso es normal, no tienes de que avergonzarte, toma un poco de agua te ayudara a rebajar el color de tus mejillas– me dijo al tomar nuevamente mi mano, no podía resistirme, su tacto era suave y delicado me encantada sentir su mano tocando la mía, se sentían en sus dedos las pequeñas durezas masculinas pero él las hacía sentir tan suaves como la seda
– ¿Puedes responderme otra pregunta?–
–Si dime– le dije aunque piensen que es una locura conociendo al personaje era capaz de decirle cualquier cosa antes de seguir con el tema de conversación anterior
– ¿quién te trajo al restaurante?–
–El chofer de mi madre– frunció los labios al oírme – ¿te estás quedando con ella?–
–No me estoy quedando con Kevin en el hotel– pude notar como apretó un poco mas mi mano y su mandíbula se tensaba para luego relajarse y volver a comenzar su juego con mis dedos, no dijo más nada en toda la velada solo se limito a comer y hacer una que otro comentario superfluo, ya estando en la entrada me pregunto – ¿El chofer de tu madre te llevara?–
–Si ha estado aquí esperándome–
–Pues dile que se vaya, quiero ser yo quien te lleve–
–No creo que sea conveniente Nick–
–No te estoy pidiendo opinión– le hizo una señal al chofer quien se fue inmediatamente, no comenzaría a discutir por eso ya que algo dentro de mí quería que él me llevara
– ¿Dónde está tu coche?–
–Lo he dejado en casa–
–estás loco, el hotel queda a una manzana de acá–
–Me encantara caminar esa manzana contigo– no hicimos más que bromear todo el camino exceptuando el momento en que tomo mi mano –Regálame eso– me dijo cuando intente impedírselo, ahora si estaba mas que confundida, no sabía qué hacer o como actuar ante esta situación, ni siquiera sabía que estaba sintiendo al llegar al hotel se acerco a mí para besar mi mejilla, sus labios chocaron lentamente contra ella incluso pude escuchar como absorbía mas aire de lo que necesitaba como si intentara oler mi fragancia –yo también tuve un sueño así contigo– me susurro antes de despedirse con una gran sonrisa, ahora si entendía todo, Nick acababa de dejarme totalmente fuera del sitio.
Bueno espero que le allan gustado los caps.
Y ESPERO QUE COMENTEN.
Y ESPERO QUE COMENTEN.
siguelaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!
quiero seguir la nove pero ustedes como que no quieren.
QUIEREN QUE LAS CANCELE LAS 3 NOVES DIGANME.
QUE LAS CANCELO HACI DE RAPIDO.
QUIEREN QUE LAS CANCELE LAS 3 NOVES DIGANME.
QUE LAS CANCELO HACI DE RAPIDO.
porfa no lo hagas solo siguellaaaaaa!!!!!
Hay siguela porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa..! me quede con ganas :S
Capítulo XIV
“Engaño”
Me quede ahí parada sin palabras mientras lo veía alejarse lentamente de la plaza del hotel ¿Por qué me había confesado eso? Y lo peor es que me sentía bien de que lo hubiese hecho, si, para aumentar mi culpa me sentía de una manera extraña, una parte de mi se alegraba profundamente de que Nick me deseara tanto como yo a él, el frio ayudo a mi cuerpo a reaccionar obligándome a entrar al hotel –el Señor Jonas la espera en el bar– me dijo el recepcionista momentos antes de abordar el ascensor –ok gracias– le respondí mientras me desviaba de mi camino para conseguirme con Kevin quien me esperaba sentado con toda la elegancia que lo caracterizaba en una mesa VIP del ya lujosos y exclusivo bar –hola amor– le dije saludándolo con un pequeño beso en los labios –¿Cómo estas preciosa?–
–Bien ¿y tú?–
–Agotado, lamento haberte dejado plantada–
–Tranquilo, debes haber tenido tus buenas razones–
–ven siéntate aquí, a mi lado– me dijo mientras hacia un espacio en su asiento, yo no podía negréamele así que me levante de mi asiento y me dirigí al de él, acurrucándome en su pecho – ¿Qué tal te fue con mi hermano?– me pregunto al ya estar acomodada, por segunda vez en esta noche me ahogaba –no entiendo– le dije intentando hacerme la desentendida, tal vez había visto algo, o quizás sospechaba algo que aunque en mis pensamientos ocurriera no tenía nada que ver con la vida real, ni siquiera pensaba hacer ralaes mis fantasías si es que así podrían denominarse –Pues que Nick me mando un memo diciéndome que no me preocupara si llegabas tarde porque estarías cenando con él–
–Ah, sí fuimos a ese restaurante que me encanta, tu hermano me hizo una excelente compañía–
–Entonces le debo un trago, de alguna tengo que agradecerle el gesto–
–Inclusive me trajo hasta acá–
–Entonces debo agradecérselo lo antes posible– me dijo mientras pegaba sus labios en mi frente, Nick me había sorprendido nuevamente, pero también lo había descubierto, no se trato de una coincidencia Nick había tramado todo, inclusive le había escrito a Kevin para poder estar más tiempo a mi lado, lo peor de todo es que no me molestaba su actitud, me agradaba estar a su lado, aunque antes los ojos de los demás se tratara de una persona reservada conmigo se comportaba diferente inclusive podría verlo como una persona alegre, luego de un par de whiskys mi novio decidió irse a la recamara y no tenía ninguna queja al respecto tanto él como yo estábamos agotados, hoy había caminado con zapatos altos más de lo que troto en las maquinas del gimnasio, al llegar a la habitación me dedique a arreglar la ropa que me pondría el día siguiente para ir a mi primera jornada de trabajo, cuando ya había logrado decidirme me dirigí al cuarto de baño para darme una bien merecida ducha, al estar completamente desnuda sentí como unos brazos rodeaban mi espalda y sus labios se posaban en mi cuello mientras decían que me amaba, aquí fue cuando me di cuenta de algo, ya estaba consciente de quien se trataba pero mientras no le veía el rostro no era Kevin a quien imaginaba, Nick se había apoderado ahora de mi cuerpo y en ese preciso momento cuando aun no pronunciaba palabra era a él a quien veía envolviéndome en sus fuertes brazos, era a Nick a quien imaginaba tocándome e invitándome a compartir una noche de deseo, sin duda alguna me engañaba a mí misma, eso es lo que era un simple engaño de mi subconsciencia que expresaba lo que pedía mi cuerpo a gritos, pedía a Nick, pedía lo que sin duda alguna era prohibido, a medida de que comenzaba el acto bajo la ducha la mente me jugaba bromas pesadas, dándome pequeños relámpagos de ese sueño que llevaba días atormentándome y Kevin que cumplía bien su trabajo no me ayudaba, aunque sabía que era él quien me llenaba de placer en estos momentos mi mente era a otro a quien imaginaba, ahora si estaba volviéndome completamente loca, cada vez que me hacia gemir de placer debía ahogar mis palabras por miedo a que fuera el nombre de otro quien escapara desde mi garganta, inclusive al llegar al orgasmo tuve que ahogar todo lo que sentía con sus labios, definitivamente Nick no le estaba haciendo bien a mi cabeza, por un lado tenia al hombre que me amaba y por el otro el hombre que me deseaba, la pregunta era ¿Qué siento yo por cada cual? Pues no sabría cómo responder en este momento, de algo estaba completamente segura mientras besaba a Kevin e imaginaba a Nick me había estado engañando a mí misma.
“Engaño”
Me quede ahí parada sin palabras mientras lo veía alejarse lentamente de la plaza del hotel ¿Por qué me había confesado eso? Y lo peor es que me sentía bien de que lo hubiese hecho, si, para aumentar mi culpa me sentía de una manera extraña, una parte de mi se alegraba profundamente de que Nick me deseara tanto como yo a él, el frio ayudo a mi cuerpo a reaccionar obligándome a entrar al hotel –el Señor Jonas la espera en el bar– me dijo el recepcionista momentos antes de abordar el ascensor –ok gracias– le respondí mientras me desviaba de mi camino para conseguirme con Kevin quien me esperaba sentado con toda la elegancia que lo caracterizaba en una mesa VIP del ya lujosos y exclusivo bar –hola amor– le dije saludándolo con un pequeño beso en los labios –¿Cómo estas preciosa?–
–Bien ¿y tú?–
–Agotado, lamento haberte dejado plantada–
–Tranquilo, debes haber tenido tus buenas razones–
–ven siéntate aquí, a mi lado– me dijo mientras hacia un espacio en su asiento, yo no podía negréamele así que me levante de mi asiento y me dirigí al de él, acurrucándome en su pecho – ¿Qué tal te fue con mi hermano?– me pregunto al ya estar acomodada, por segunda vez en esta noche me ahogaba –no entiendo– le dije intentando hacerme la desentendida, tal vez había visto algo, o quizás sospechaba algo que aunque en mis pensamientos ocurriera no tenía nada que ver con la vida real, ni siquiera pensaba hacer ralaes mis fantasías si es que así podrían denominarse –Pues que Nick me mando un memo diciéndome que no me preocupara si llegabas tarde porque estarías cenando con él–
–Ah, sí fuimos a ese restaurante que me encanta, tu hermano me hizo una excelente compañía–
–Entonces le debo un trago, de alguna tengo que agradecerle el gesto–
–Inclusive me trajo hasta acá–
–Entonces debo agradecérselo lo antes posible– me dijo mientras pegaba sus labios en mi frente, Nick me había sorprendido nuevamente, pero también lo había descubierto, no se trato de una coincidencia Nick había tramado todo, inclusive le había escrito a Kevin para poder estar más tiempo a mi lado, lo peor de todo es que no me molestaba su actitud, me agradaba estar a su lado, aunque antes los ojos de los demás se tratara de una persona reservada conmigo se comportaba diferente inclusive podría verlo como una persona alegre, luego de un par de whiskys mi novio decidió irse a la recamara y no tenía ninguna queja al respecto tanto él como yo estábamos agotados, hoy había caminado con zapatos altos más de lo que troto en las maquinas del gimnasio, al llegar a la habitación me dedique a arreglar la ropa que me pondría el día siguiente para ir a mi primera jornada de trabajo, cuando ya había logrado decidirme me dirigí al cuarto de baño para darme una bien merecida ducha, al estar completamente desnuda sentí como unos brazos rodeaban mi espalda y sus labios se posaban en mi cuello mientras decían que me amaba, aquí fue cuando me di cuenta de algo, ya estaba consciente de quien se trataba pero mientras no le veía el rostro no era Kevin a quien imaginaba, Nick se había apoderado ahora de mi cuerpo y en ese preciso momento cuando aun no pronunciaba palabra era a él a quien veía envolviéndome en sus fuertes brazos, era a Nick a quien imaginaba tocándome e invitándome a compartir una noche de deseo, sin duda alguna me engañaba a mí misma, eso es lo que era un simple engaño de mi subconsciencia que expresaba lo que pedía mi cuerpo a gritos, pedía a Nick, pedía lo que sin duda alguna era prohibido, a medida de que comenzaba el acto bajo la ducha la mente me jugaba bromas pesadas, dándome pequeños relámpagos de ese sueño que llevaba días atormentándome y Kevin que cumplía bien su trabajo no me ayudaba, aunque sabía que era él quien me llenaba de placer en estos momentos mi mente era a otro a quien imaginaba, ahora si estaba volviéndome completamente loca, cada vez que me hacia gemir de placer debía ahogar mis palabras por miedo a que fuera el nombre de otro quien escapara desde mi garganta, inclusive al llegar al orgasmo tuve que ahogar todo lo que sentía con sus labios, definitivamente Nick no le estaba haciendo bien a mi cabeza, por un lado tenia al hombre que me amaba y por el otro el hombre que me deseaba, la pregunta era ¿Qué siento yo por cada cual? Pues no sabría cómo responder en este momento, de algo estaba completamente segura mientras besaba a Kevin e imaginaba a Nick me había estado engañando a mí misma.
Capítulo XV
“El primer día”
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=lasthits&cat=4&pos=1 )
Ya estaba en el coche lista para ir a mi primer día en la oficina, Kevin se dilataba en la recepción porque debía hablar con uno de los arquitectos encargado de la remodelación del apartamento –disculpa le demora amor– me dijo al montarse en el auto, rápidamente lo puso en marcha, no por miedo a llegar tarde sino por miedo a encontrar tráfico, pero de nada sirvió porque atravesamos la ciudad en la hora más pesada, luego de dos horas de interminables filas de coches logramos llegar, se podrán imaginar mi nivel de histeria, no quería ni verlo, porque si había sido su culpa –tranquila ser uno de los dueños tiene su ventaja– me decía constantemente en el elevador pero poco me importaba, no me gustaba llegar tarde a mis compromisos, lo que menos quería era que me odiaran por ser la novia del jefe, apenas se abrieron las puertas del elevador todos voltearon a vernos, Kevin con toda la intención tomo mi mano, con cada paso que dábamos las miradas de cada uno de los empleados nos seguían, pude ver en los ojos de más de una mirada tanto de envidia como de desagrado, los hombres con el rabillo del ojo me miraban las piernas lo que me ayudo a dictaminarme a mí misma “No traer más faldas ni vestidos” –esta es tu oficina mi amor– me dijo Kevin al abrir una puerta que dio paso a un amplio espacio con un ventanal enorme que daba a toda la ciudad, la vista era espectacular, estaba en el decimo piso de un rasca cielos en Nueva York con vista al Central Park, no podía tener otro calificativo más que espectacular –es hermosa–
–Desde que la vi te la mande a asignar– todos los muebles estaban hechos de caoba y las tapicerías era de un color crema que se debatía con el beige, todo estaba decorado al estilo más sofisticado posible pero algo me llamo la atención
– ¿De quién es ese escritorio?– le pregunte al notar que había dos uno al frente del otro, no es que me molestara compartir mi oficina porque había el espacio suficiente para un tercero pero me daba un poco de curiosidad –es mío– dijo Nick al entrar –veo que llegaron tarde, ya he comenzado a trabajar Tn_______ –
–Eso es lo que iba a decirte mi vida, Nick está encargado de los mismos departamentos que tú, pero bueno ya podrán hablar de eso, debo irme, adiós amor– dijo Kevin al salir rápidamente de la oficina, ahora si estaba todo completo, el cuadro era cada vez más desastroso – ¿Cuál es mi escritorio?–
–Puedes elegir el que quieras preciosa–
–No es justo, tu llegaste primero elige–
–No hace falta igual utilizare el mismo que tú–
– ¿De qué hablas?–
–Que tendremos que compartir muchos papeles y no pienso estar yendo de uno al otro, además me encanta el perfume que usas– en cuanto le di la espalda tomo mi mano y me halo hacia el pegando mi cuerpo del suyo –no te he saludado– en ese momento no medí las consecuencias solo desee que me besara en los labios, que me dejara apretada aun mas a su cuerpo, quería quedarme envuelta en sus brazos, Nick fue acercándose lentamente a mi rostro hasta que puso sus labios en mi mejilla suavemente –espero hallas dormido bien– me dijo mientras pegaba su nariz de mi cuello
–Yo también espero que tú hallas dormido bien–
–Después de una cena tan divina quien no lo haría– me soltó lentamente, dejando que mis pies tocaran el suelo –voy a buscar un vaso de agua ¿quieres algo?– necesitaba beber algo para calmar la sed que me provocaba su aroma –no te recomiendo que salgas–
– ¿Por qué?–
–Porque todos nos odian, o cómo crees que se siente que dos recién llegados vengan con el poder de darle ordenes a personas que llevan años en la compañía, recuerda que solo Kevin es quien tiene el poder de ordenarnos–
–En algún momento tender que salir de aquí y poco me importa lo que piensen–
–Si tú te atreves, yo también lo hare, debemos apoyarnos preciosa– dijo mientras se levantaba de la silla con una gran sonrisa –entonces vamos– le dije devolviéndole la sonrisa –por cierto tienes las piernas hermosas– me susurro al pasar al lado mío, no me dio chance de responderle ya que la puerta ya estaba abierta y todos los empleados clavaban sus miradas en nosotros, Nick dio el primer paso fuera de la oficina, pero algo lo hizo cambiar de opinión, Nick giro su cuerpo 360° poniéndose en mi espalda, sus gestos demostraban que estaba a la defensiva
–Apúrate– me dijo al entrar al área del comedor – ¿Qué te pasa?– le dije con cierta diversión al notar la cara de frustración que tenia –solo apúrate por favor– asentí con la cabeza, mientras tomaba una botella de agua de la nevera, Nick me tomo por el brazo y me halo disimuladamente en dirección a la oficina, al entrar cerró las puertas con hostigamiento – ¡no traigas mas faldas!– me dijo luego
– ¿Qué te pasa? –
–Nada, solo que un montón de babosos se te quedaron viendo durante todo el camino al comedor–
–Yo traigo faldas cuando me provoque, si a mi novio no le molesta, no veo por qué dejar de hacerlo– Nick estaba completamente celoso, al escucharme apretó fuertemente los dientes y las manos, luego note como se tranquilizaba mientras se acercaba a mi –sabes tienes razón, a mi me encantan tus piernas, así que puedes seguir viniendo así si quieres–
–Te vuelvo a decir, no me importa si te gusta o no, lo único que sé es que a mi novio le encanta y yo soy feliz si él lo es, además la mayoría de mi ropa son vestidos y faldas– Nick volvió apretar la mandíbula, pero esta vez se sentó en su escritorio clavando la mirada en los papeles que tenia, el resto del día no hizo más que trabajar, no me dirigía la palabra solo para trabajo, hasta que me vi en la necesidad de escucharlo, algo dentro de mi deseaba hacerlo pero cuando lo iba a hacer alguien llamo a la puerta –Amor ya estoy listo ¡nos vamos?– si tenía ganas de irme pero tenía más ganas de disculparme con Nick, de solucionar las cosas –no amor, Nick me llevara, tenemos mucho trabajo–
– ¿Segura? ¿Te molestaría llevarla bro?– Nick estaba sorprendido, no me quitaba la mirada de encima inclusive sus movimientos expresaban alegría –No, No para nada bro, yo la llevo sana y salva hasta el hotel– dijo mas como reacción que como respuesta, Kevin se despidió y salió, a Nick no se le borraba la enorme sonrisa así que ya mi labor estaba hecha – ¿quieres comerte algo?– me pregunto cuando ya estábamos listos –no estoy un poco cansada, quiero dormir–
–Está bien, pero mañana si me acompañas a cenar, sabes que no me gusta comer solo–
–Nunca pierdes Nick, está bien mañana ceno contigo–
–Hay algo que quiero hacer desde hace un tiempo– me dijo mientras me ayudaba a colocar el abrigo – ¿Qué cosa?–
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“El primer día”
( http://ggirlarg.net/galeria/displayimage.php?album=lasthits&cat=4&pos=1 )
Ya estaba en el coche lista para ir a mi primer día en la oficina, Kevin se dilataba en la recepción porque debía hablar con uno de los arquitectos encargado de la remodelación del apartamento –disculpa le demora amor– me dijo al montarse en el auto, rápidamente lo puso en marcha, no por miedo a llegar tarde sino por miedo a encontrar tráfico, pero de nada sirvió porque atravesamos la ciudad en la hora más pesada, luego de dos horas de interminables filas de coches logramos llegar, se podrán imaginar mi nivel de histeria, no quería ni verlo, porque si había sido su culpa –tranquila ser uno de los dueños tiene su ventaja– me decía constantemente en el elevador pero poco me importaba, no me gustaba llegar tarde a mis compromisos, lo que menos quería era que me odiaran por ser la novia del jefe, apenas se abrieron las puertas del elevador todos voltearon a vernos, Kevin con toda la intención tomo mi mano, con cada paso que dábamos las miradas de cada uno de los empleados nos seguían, pude ver en los ojos de más de una mirada tanto de envidia como de desagrado, los hombres con el rabillo del ojo me miraban las piernas lo que me ayudo a dictaminarme a mí misma “No traer más faldas ni vestidos” –esta es tu oficina mi amor– me dijo Kevin al abrir una puerta que dio paso a un amplio espacio con un ventanal enorme que daba a toda la ciudad, la vista era espectacular, estaba en el decimo piso de un rasca cielos en Nueva York con vista al Central Park, no podía tener otro calificativo más que espectacular –es hermosa–
–Desde que la vi te la mande a asignar– todos los muebles estaban hechos de caoba y las tapicerías era de un color crema que se debatía con el beige, todo estaba decorado al estilo más sofisticado posible pero algo me llamo la atención
– ¿De quién es ese escritorio?– le pregunte al notar que había dos uno al frente del otro, no es que me molestara compartir mi oficina porque había el espacio suficiente para un tercero pero me daba un poco de curiosidad –es mío– dijo Nick al entrar –veo que llegaron tarde, ya he comenzado a trabajar Tn_______ –
–Eso es lo que iba a decirte mi vida, Nick está encargado de los mismos departamentos que tú, pero bueno ya podrán hablar de eso, debo irme, adiós amor– dijo Kevin al salir rápidamente de la oficina, ahora si estaba todo completo, el cuadro era cada vez más desastroso – ¿Cuál es mi escritorio?–
–Puedes elegir el que quieras preciosa–
–No es justo, tu llegaste primero elige–
–No hace falta igual utilizare el mismo que tú–
– ¿De qué hablas?–
–Que tendremos que compartir muchos papeles y no pienso estar yendo de uno al otro, además me encanta el perfume que usas– en cuanto le di la espalda tomo mi mano y me halo hacia el pegando mi cuerpo del suyo –no te he saludado– en ese momento no medí las consecuencias solo desee que me besara en los labios, que me dejara apretada aun mas a su cuerpo, quería quedarme envuelta en sus brazos, Nick fue acercándose lentamente a mi rostro hasta que puso sus labios en mi mejilla suavemente –espero hallas dormido bien– me dijo mientras pegaba su nariz de mi cuello
–Yo también espero que tú hallas dormido bien–
–Después de una cena tan divina quien no lo haría– me soltó lentamente, dejando que mis pies tocaran el suelo –voy a buscar un vaso de agua ¿quieres algo?– necesitaba beber algo para calmar la sed que me provocaba su aroma –no te recomiendo que salgas–
– ¿Por qué?–
–Porque todos nos odian, o cómo crees que se siente que dos recién llegados vengan con el poder de darle ordenes a personas que llevan años en la compañía, recuerda que solo Kevin es quien tiene el poder de ordenarnos–
–En algún momento tender que salir de aquí y poco me importa lo que piensen–
–Si tú te atreves, yo también lo hare, debemos apoyarnos preciosa– dijo mientras se levantaba de la silla con una gran sonrisa –entonces vamos– le dije devolviéndole la sonrisa –por cierto tienes las piernas hermosas– me susurro al pasar al lado mío, no me dio chance de responderle ya que la puerta ya estaba abierta y todos los empleados clavaban sus miradas en nosotros, Nick dio el primer paso fuera de la oficina, pero algo lo hizo cambiar de opinión, Nick giro su cuerpo 360° poniéndose en mi espalda, sus gestos demostraban que estaba a la defensiva
–Apúrate– me dijo al entrar al área del comedor – ¿Qué te pasa?– le dije con cierta diversión al notar la cara de frustración que tenia –solo apúrate por favor– asentí con la cabeza, mientras tomaba una botella de agua de la nevera, Nick me tomo por el brazo y me halo disimuladamente en dirección a la oficina, al entrar cerró las puertas con hostigamiento – ¡no traigas mas faldas!– me dijo luego
– ¿Qué te pasa? –
–Nada, solo que un montón de babosos se te quedaron viendo durante todo el camino al comedor–
–Yo traigo faldas cuando me provoque, si a mi novio no le molesta, no veo por qué dejar de hacerlo– Nick estaba completamente celoso, al escucharme apretó fuertemente los dientes y las manos, luego note como se tranquilizaba mientras se acercaba a mi –sabes tienes razón, a mi me encantan tus piernas, así que puedes seguir viniendo así si quieres–
–Te vuelvo a decir, no me importa si te gusta o no, lo único que sé es que a mi novio le encanta y yo soy feliz si él lo es, además la mayoría de mi ropa son vestidos y faldas– Nick volvió apretar la mandíbula, pero esta vez se sentó en su escritorio clavando la mirada en los papeles que tenia, el resto del día no hizo más que trabajar, no me dirigía la palabra solo para trabajo, hasta que me vi en la necesidad de escucharlo, algo dentro de mi deseaba hacerlo pero cuando lo iba a hacer alguien llamo a la puerta –Amor ya estoy listo ¡nos vamos?– si tenía ganas de irme pero tenía más ganas de disculparme con Nick, de solucionar las cosas –no amor, Nick me llevara, tenemos mucho trabajo–
– ¿Segura? ¿Te molestaría llevarla bro?– Nick estaba sorprendido, no me quitaba la mirada de encima inclusive sus movimientos expresaban alegría –No, No para nada bro, yo la llevo sana y salva hasta el hotel– dijo mas como reacción que como respuesta, Kevin se despidió y salió, a Nick no se le borraba la enorme sonrisa así que ya mi labor estaba hecha – ¿quieres comerte algo?– me pregunto cuando ya estábamos listos –no estoy un poco cansada, quiero dormir–
–Está bien, pero mañana si me acompañas a cenar, sabes que no me gusta comer solo–
–Nunca pierdes Nick, está bien mañana ceno contigo–
–Hay algo que quiero hacer desde hace un tiempo– me dijo mientras me ayudaba a colocar el abrigo – ¿Qué cosa?–
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Capítulo XVI
“El beso”
Nick giro mi cuerpo colocándonos pecho con pecho, su frente chocaba con la mía, mis respiración se agitaba y sentía como la de él golpeaba mis labios, mis piernas se entrelazaban con las suyas mientras una de sus manos subía de mi cintura hacia mi cuello, nuestras miradas estaban encontradas, todo dictaminaba el futuro de ese encuentro pero algo lo detenía, algo lo hacía dudar –Nick bésame– no sé porque lo dije, no sé como salió de mi, pero era lo que deseaba y no me arrepentía de haberlo dicho –No te imaginas cuanto deseo hacerlo preciosa, pero no puedo– un nudo se apodero de mi estomago, nunca en mi vida había solicitado un beso de nadie y cuando lo hice me rechazaban –no llores, créeme lo deseo muchísimo pero no puedo– solo me di cuenta de que lloraba de la vergüenza cuando Nick me lo dijo, intente soltarme de sus brazos pero no me dejaba hacerlo, sus labios estaban pegados a mi mejilla y luego se deslizaron hasta mi cuello, no sé qué estaba haciendo, si quería hacerme sentir mal lo estaba logrando, parecía desearlo tanto como yo pero nada –déjame por favor–
–Tranquilízate primero– aun sus labios rozaban mi piel
–No quiero tranquilizarme solo quiero irme–
–Deja que te explique–
–Tampoco quiero eso, por favor suéltame– le suplique, ahora me daba cuenta de que las lagrimas también eran de rabia
–Ok, te explicare en el coche– me dijo al soltarme – ¿Qué haces?– me pregunto al ver que tomaba mi teléfono, las manos me temblaban de la vergüenza que sentía en ese momento –llamo para que me recojan–
–Oh, no eso no, dámelo, Kevin se molestara si te viene a recoger–
–No los estoy llamando a él, estoy llamando al chofer de mi madre–
–Dame el teléfono– el chofer contesto inmediatamente –ya viene en camino– Nick lanzo un golpe contra la pared de concreto –si eres testaruda mujer, nadie más que yo te llevara a casa ¿lo entiendes?–
–No entiendo, lo que entiendo es que me estoy muriendo de la vergüenza porque al único hombre al que le he pedido un beso me lo negó, pero es culpa mía, tranquilo, el error lo cometí yo–
–Cállate, no sabes nada–
–Claro que se, lo que no entiendo es que porque no quieres besarme si te la vives cortejándome e intentando seducirme, incluso la primera vez fuiste tú quien me busco, pero no importa porque en una habitación cinco estrellas hay un hombre esperándome que si me quiere besar incluso hacerme muchas cosas más–
– ¿Qué quieres? Como crees que me siento cada vez que te tengo al lado y no puedo tocarte porque eres la novia de mi hermano, extraño tanto tus labios, con una sola probada me volviste loco–
–Pues tienes razón, olvídate de esa noche y de esta también porque no va a volver a suceder–
–Me llena de celos imaginarte durmiendo a su lado, todo esto fue con un solo beso imagínate lo que me pasara si volviera a besarte, no puedo hacerle eso a mi hermano– me daba más rabia que tuviera razón, ni él ni yo podíamos hacerle eso a Kevin, no lo resistiría –tienes razón– se sorprendió al oírme – ¿A qué te refieres?– pregunto luego sigiloso –Kevin no soportaría un engaño y aunque no lo ame no puedo hacerle eso, no se lo merece–
– ¿Cómo es eso de que no lo amas? Se ven muy bien juntos–
–Es que no se, es mas costumbre y cariño que otra cosa, además eso no te importa– acababa de revelarme algo a mí misma, hoy había logrado descubrir que no amaba a mi novio
–Todo de ti me interesa, aunque no me creas eres la única mujer que hace que quiera conocer más que su nombre– cuando me dijo esto arranco de mi mano mi celular, llamo al chofer y le pidió que no viniera –eres demasiado inmaduro Nick–
–Quiero que me cuentes eso de que no amas a mi hermano–
–Nick me quiero ir, por favor– asintió con pesar mientras se dirigía a la puerta –se me quedo…– no termino la frase cuando giro para devolverse y nuestros cuerpos chocaron, Nick rodeo mi cintura con sus manos para evitar que cayera al suelo pero no sirvió de mucho, Nick al ver que perdía el control giro su cuerpo para absorber completamente el golpe, nuevamente nuestros cuerpos se encontraban tan unidos que parecían uno – ¿estás bien?– me pregunto –lo siento– le dije justo antes de pegar mis labios a los suyos, Nick sin pensarlo dos veces respondió a mi beso de una manera tan intensa que sería imposible de describir completamente, giro su cuerpo colocándose sobre mí, una de sus manos bajo a mi cadera, enrede mis dedos en su suave cabellera, sentía su lengua explorar toda mi boca, en esta ocasión pude saborear más aun sus deliciosos labios, pero ahora corríamos riesgo mayor, cometí un error al no pensar en las consecuencias, ahora que lo tenía tan cerca no podía detenerme y el tampoco podía hacerlo, gire mi cuerpo para colocarme ahora yo sobre él, obviamente el me ayudo a hacerlo, mis manos recorrían todo su cuerpo, pero debía detenernos, me separe lentamente de él, para respirar –debemos irnos–
–Ven a mi casa tn______– me decía casi en suplica
–Estás loco, Kevin me espera–
–Tienes razón, tienes razón– repetía constantemente para intentar convencerse a sí mismo, Nick se levanto primero y luego me yudo a hacerlo –déjame arreglarte– le dije mientras acomodaba su chaqueta, Nick tomo mi mano y la llevo a sus labios –eres hermosa– me dijo mientras pasaba sus manos por mi cabellos y mejilla luego sus dedos delinearon mis labios para unirnos nuevamente en un corto y suave beso.
“El beso”
Nick giro mi cuerpo colocándonos pecho con pecho, su frente chocaba con la mía, mis respiración se agitaba y sentía como la de él golpeaba mis labios, mis piernas se entrelazaban con las suyas mientras una de sus manos subía de mi cintura hacia mi cuello, nuestras miradas estaban encontradas, todo dictaminaba el futuro de ese encuentro pero algo lo detenía, algo lo hacía dudar –Nick bésame– no sé porque lo dije, no sé como salió de mi, pero era lo que deseaba y no me arrepentía de haberlo dicho –No te imaginas cuanto deseo hacerlo preciosa, pero no puedo– un nudo se apodero de mi estomago, nunca en mi vida había solicitado un beso de nadie y cuando lo hice me rechazaban –no llores, créeme lo deseo muchísimo pero no puedo– solo me di cuenta de que lloraba de la vergüenza cuando Nick me lo dijo, intente soltarme de sus brazos pero no me dejaba hacerlo, sus labios estaban pegados a mi mejilla y luego se deslizaron hasta mi cuello, no sé qué estaba haciendo, si quería hacerme sentir mal lo estaba logrando, parecía desearlo tanto como yo pero nada –déjame por favor–
–Tranquilízate primero– aun sus labios rozaban mi piel
–No quiero tranquilizarme solo quiero irme–
–Deja que te explique–
–Tampoco quiero eso, por favor suéltame– le suplique, ahora me daba cuenta de que las lagrimas también eran de rabia
–Ok, te explicare en el coche– me dijo al soltarme – ¿Qué haces?– me pregunto al ver que tomaba mi teléfono, las manos me temblaban de la vergüenza que sentía en ese momento –llamo para que me recojan–
–Oh, no eso no, dámelo, Kevin se molestara si te viene a recoger–
–No los estoy llamando a él, estoy llamando al chofer de mi madre–
–Dame el teléfono– el chofer contesto inmediatamente –ya viene en camino– Nick lanzo un golpe contra la pared de concreto –si eres testaruda mujer, nadie más que yo te llevara a casa ¿lo entiendes?–
–No entiendo, lo que entiendo es que me estoy muriendo de la vergüenza porque al único hombre al que le he pedido un beso me lo negó, pero es culpa mía, tranquilo, el error lo cometí yo–
–Cállate, no sabes nada–
–Claro que se, lo que no entiendo es que porque no quieres besarme si te la vives cortejándome e intentando seducirme, incluso la primera vez fuiste tú quien me busco, pero no importa porque en una habitación cinco estrellas hay un hombre esperándome que si me quiere besar incluso hacerme muchas cosas más–
– ¿Qué quieres? Como crees que me siento cada vez que te tengo al lado y no puedo tocarte porque eres la novia de mi hermano, extraño tanto tus labios, con una sola probada me volviste loco–
–Pues tienes razón, olvídate de esa noche y de esta también porque no va a volver a suceder–
–Me llena de celos imaginarte durmiendo a su lado, todo esto fue con un solo beso imagínate lo que me pasara si volviera a besarte, no puedo hacerle eso a mi hermano– me daba más rabia que tuviera razón, ni él ni yo podíamos hacerle eso a Kevin, no lo resistiría –tienes razón– se sorprendió al oírme – ¿A qué te refieres?– pregunto luego sigiloso –Kevin no soportaría un engaño y aunque no lo ame no puedo hacerle eso, no se lo merece–
– ¿Cómo es eso de que no lo amas? Se ven muy bien juntos–
–Es que no se, es mas costumbre y cariño que otra cosa, además eso no te importa– acababa de revelarme algo a mí misma, hoy había logrado descubrir que no amaba a mi novio
–Todo de ti me interesa, aunque no me creas eres la única mujer que hace que quiera conocer más que su nombre– cuando me dijo esto arranco de mi mano mi celular, llamo al chofer y le pidió que no viniera –eres demasiado inmaduro Nick–
–Quiero que me cuentes eso de que no amas a mi hermano–
–Nick me quiero ir, por favor– asintió con pesar mientras se dirigía a la puerta –se me quedo…– no termino la frase cuando giro para devolverse y nuestros cuerpos chocaron, Nick rodeo mi cintura con sus manos para evitar que cayera al suelo pero no sirvió de mucho, Nick al ver que perdía el control giro su cuerpo para absorber completamente el golpe, nuevamente nuestros cuerpos se encontraban tan unidos que parecían uno – ¿estás bien?– me pregunto –lo siento– le dije justo antes de pegar mis labios a los suyos, Nick sin pensarlo dos veces respondió a mi beso de una manera tan intensa que sería imposible de describir completamente, giro su cuerpo colocándose sobre mí, una de sus manos bajo a mi cadera, enrede mis dedos en su suave cabellera, sentía su lengua explorar toda mi boca, en esta ocasión pude saborear más aun sus deliciosos labios, pero ahora corríamos riesgo mayor, cometí un error al no pensar en las consecuencias, ahora que lo tenía tan cerca no podía detenerme y el tampoco podía hacerlo, gire mi cuerpo para colocarme ahora yo sobre él, obviamente el me ayudo a hacerlo, mis manos recorrían todo su cuerpo, pero debía detenernos, me separe lentamente de él, para respirar –debemos irnos–
–Ven a mi casa tn______– me decía casi en suplica
–Estás loco, Kevin me espera–
–Tienes razón, tienes razón– repetía constantemente para intentar convencerse a sí mismo, Nick se levanto primero y luego me yudo a hacerlo –déjame arreglarte– le dije mientras acomodaba su chaqueta, Nick tomo mi mano y la llevo a sus labios –eres hermosa– me dijo mientras pasaba sus manos por mi cabellos y mejilla luego sus dedos delinearon mis labios para unirnos nuevamente en un corto y suave beso.