-Ay que bueno!!! Te prepararé tu comida favorita! Te esperaremos! Te dejo que esta máquina se le acaban las monedas, adiós!
-Telefono, mamá, se llama teléfono. Bye
-Qué?
-Adiós.
-Ahhh ok, adiós y cuidate mucho! Abrígate bien!
-Si ma’ estamos en verano! –la llamada se cortó de repente. Vaya hahaha que pena.
-Uff ya te extrañaba- la voz de Kevin apareció como un susurro en mi oído, a la vez que me rodeaba la cintura con sus brazos y me daba un beso en el pelo. –te parece si vamos a cenar algo?
-Si,claro –dije casi tartamudeando. –tengo mucha hambre. –me estrechó la mano, todavía no me acostumbraba a su tacto, tíbio. Ni al contraste de su piel sobre la mía… wey!! Steph! Qué te pasa?? Ahora eres poeta? Deja la inspiración para otro momento en el que la necesites más quieres?
-Sabes, siento que cada día que pasamos juntos necesito saber más de ti. No quiero que haya vacíos de ningún tipo entre los dos.-Habíamos llegado a un magnífico restaurante mexicano, no sabía exactamente dónde nos encontrábamos, porque todavía no me había aprendido la ciudad.
-Por qué quieres saber de mí? No veo nada interesante de mi vida.
-Bueno no sé… si no me dices nada, la curiosidad crece.
-Acuérdate que la curiosidad mató al gato. –me reí ante el doble sentido de lo que había dicho. Porqué a veces podía ser tan fría y otras sentirme tan agradable con él?
-See pero tú no me matarás verdad? –su cara de “estoy asustado” me hizo reír a carcajadas. –No te rías… -se puso serio otra vez-es como una necesidad insaciable. Quiero ser un experto en... ti.-parecía sonrojado por lo que dijo, peor y yo?? Ay dios!! Experto en MI??? Creo q me va a dar algo… ay ay…-Steph??
-Eh? Ahh si.. qué quieres saber?-no pude casi mirarlo a la cara. Sabía que me esperarían sus ojos verdes.
-No se… tienes hermanos?
-Sip. Tengo dos hermansa, una mayor y una menor; y un hermano también mayor.
-Oh vaya, son 4 igual que nosotros. La diferencia es que tu vendrías siendo como el Nick de la familia.-me reí ante la comparación, no me había dado cuenta, pero sí, era así.
-Me encanta cuando sonríes así, te ves transparente, sin tapar lo que realmente sientes. Eso es lo que me confunde, que intentas esconderte a veces, y otras intentas sobresalir, llamar la atención. Por qué?
-Supongo que no estoy acostumbrada a mostrar mis sentimientos. –no, por eso no se me hacía difícil engañar a la gente. –creo que desde la infancia. –bajé de nuevo la mirada y la perdí en el piso que veía debajo del mantel. Recordar aquellos momentos me hacía odiar el mundo.
-Qué te pasó durante la infancia?
En el colegio-comencé casi sin voz- todos se burlaban de mí. Siempre me mantenían excluida del grupo. Aspiraba a ser popular, a verme como las chicas “chick” de mi curso.
Todos los chicos les hacían caso, las invitaban a todos los sitios y eran las preferidas para cualquier cosa que hubiera en el colegio. En cambio yo…
-Steph, tienes mucha gente que te quiere a tu alrededor, solo por ser. Más de lo que piensas. No tienes que ver si el otro es de tal forma o de otra… tu eres increíble.
-Claro que no! Mírame! –Levanté las manos, como gesto para que me mirara.-soy horrible –está claro que nadie me ha querido nunca por lo que soy, por eso tengo que inventarme mi apariencia. Para que los demás me acepten.- Tuve que teñir mi pelo, por su color indefinido entre un rubio oscuro y castaño claro, mis pechos son pequeños, mis piernas demasiado largas y flacas! –me estaba saliendo de control y mi voz lo reflejaba.
-No quieras hacerme sentir bien con palabras bonitas, porque no lo harás. Yo sé lo que soy! –frené en seco. El restaurante entero estaba pendiente de lo que yo estaba diciendo.
Oía los murmullos de comentarios sobre mí. Me sentía tan mal… la cabeza me iba a estallar.
Pero lo que ya había estallado eran mis lágrimas, que bajaban sin piedad alguna por mi rostro. Sentí un enorme impulso de salir corriendo ante la mirada indiferente de Kevin. Qué le pasaba??!! Ni siquiera me estaba escuchando??
Salí corriendo del restaurante y, a pesar de estar lloviendo, me adentré entre la multitud que caminaba refugiándose bajo los edificios, en vía contraria a la mía.
Por un momento me puse a pensar si realmente quería que Kevin reaccionara de alguna forma, cuál sería. Pero estaba lo suficientemente enojada conmigo misma, como para aceptar la realidad. Yo lo odiaba, sí lo odiaba por… por… ahhh encontraría un motivo suficientemente razonable para odiarlo.
Corrí sin rumbo fijo, hasta llegar a la plaza esa, la cual no recordaba el nombre, que contenía una fuente enorme en el centro. Era una mujer de curvas muy marcadas y con una pose pasada de moda. Parecía estar mirando el agua que se acumulaba delante de ella, ahora llena de hojas de árbol también.
-Ya te cansaste? –dijo una voz jadeante detrás de mí. Me diré del susto. Dios! No… Kevin!! Sii, mejor… Qué lindo se veía empapado de lluvia, con sus mechones medio rizados cayendo a lado y lado de su rostro. Una gota llamó mi atención cuando bajó acariciándole la sien, siguió por las mejillas y continuó la línea perfilada de su mandíbula hasta que finalmente desapareció confundiéndose con las gotas de la ligera llovizna que caía.
Se acercaba a mí lentamente y solamente sentí que estaba viva cuando sus finos dedos tocaron mis mejillas encendidas.
-No vuelvas a hacer algo así…por favor –su voz sonaba casi como una súplica. Me besó apasionadamente durante un rato, impidiéndome retornar a mi estado normal. Cuando se separó casi imperceptiblemente, lo miré directamente a los ojos, me sentía tan… rara, que no quería decir nada para no estropear el momento. Pero eso sí, pensé en muchas cosas.
Una de ellas era que ya tenía un motivo para odiarlo.
-A mí también me han pisoteado y engañado, hasta algunas de las que se hacen llamar nuestras “fans”, pero no puedo permitir que eso me desanime. Sé que tengo defecto como todo el mundo. Pero como te dije antes, tengo a lo más importante cerca de mí, y es mi familia. Ellos me conocen, me respetan y me quieren por lo que soy, no por lo que aparento ser.
Esas palabras me hicieron reflexionar. Siempre había sido tan egoísta de pagar el dolor que me hacía el rechazo de mis compañeros, con mi familia. Pero aún así siguen conmigo, siguen preocupándose por mí.
Y lo más extraño de todo era que alguien que no era mi familia me quería. Quería saber cómo era, eso significa que le intereso… y yo que le doy a cambio? Dolores de cabeza?
-Kevin… -puso su índice sobre mis labios.
-No digas nada. Todo va a estar bien ok? Yo me encargaré de que sea así.